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Vizcarra: ¡Record de presupuesto en salud! ¿Pero sirve de algo?

Publicado: 06/08/2020
4 minutos

Otro record presupuestal pero…

El presidente anunció un monto “record” para el presupuesto del sector salud 2021. Dijo que superaría los 20 mil millones de soles. Sin embargo, la Asociación de Contribuyentes se pregunta si esto significa neceariamente que las cosas mejorarán en el sistema.

Perú, cuenta con 1 médico por cada mil habitantes, promedio muy por debajo del de los países mimebros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que se acerca a los 33 por cada mil.

Además, incluso con el incremento anual del presupuesto (desde el 2017 batimos el record histórico) los indicadores de calidad siguen siendo bastante cuestionables. Los tiempos de programación de citas son largos, la falta medicamentos en hospitales y farmacias del estado es crónica, y la falta de equipos y especialistas en ciertas regiones del país es notoria.

Con respecto a los recursos humanos en el sistema estatal de salud, por cada 10 trabajadores, 4 son profesionales de la salud, pero los otros 6 son administrativos o técnicos. “Si nos fijamos exclusivamente en médicos, existe 1 médico por cada 2 trabajadores administrativos”, afirmó Inés Marrache, Jefa Institucional de la Asociación de Contribuyentes del Perú.

El uso del presupuesto: mucha burocracia, poca inversión

Entre 2011-2020, el presupuesto asignado a salud se duplicó pasando de S/ 9,719 millones a S/20,891. Pero lo más preocupante es que el gasto corriente también se duplicó en el mismo periodo, pasando de S/7,781 millones en 2011 a S/18,513 millones en el 2019.

No ocurre lo mismo con el presupuesto dedicado a inversión en el sector. Es decir, los gastos de inversión son aquellos que deberían destinarse a infraestructura, compra de equipos, mobiliarios y aparatos médicos, pero estos solo representan el 20% del total. Así, de cada 10 soles, 8 son gastados en planilla y gasto corriente, y solo 2 se dedican a bienes, establecimientos o equipos que inciden directamente en la calidad del servicio.

Además, y es aún más grave, mientras el gasto corriente se ejecuta en promedio en un 94% todos los años, los gastos de inversión alcanzan niveles de ejecución cercanos al 65%, y presentan una tendencia negativa desde el 2015.

En el período 2011-2015 se ejecutó en promedio el 67% del dinero destinado a inversión y en el período 2016-2019 ha retrocedido a una ejecución del 54%.

“Todo esto se ve reflejado en lo que hoy vivimos durante la pandemia: falta de equipos de protección, falta de camas, falta de ventiladores, falta de medicamentos, pero sobran gastos administrativos, sueldos, planillas, sindicatos y otros gastos que no generan valor en el sistema”, afirmó Jose Ignacio Beteta, Presidente de la Asociación de Contribuyentes del Perú.

Las soluciones no son fáciles, pero son necesarias

Existen muchos administrativos, técnicos e incluso doctores que no pueden ser reubicados en otras regiones o establecimientos de salud debido a la rigidez de sus contratos. Así, en Lima se concentrán el 80% de doctores de algunas especialidades como oncología o cardiología, y hay regiones en las que no hay suficientes especialistas.

El sistema de evaluación y compra de medicamentos y tratamientos del sector salud debe renovarse completamente, para ser más transparente, rápido y eficiente. Existen tratamientos con 30 años de antigüedad para cáncer y leucemia y algunos tratamientos tardan 3 o 4 años en ser aprobados por la DIGEMID.

Solo en EsSalud existen más de 100 sindicatos que presionan todo el tiempo por aumentos de sueldos y mejores condiciones laborales, pero los pacientes no perciben la mejora del servicio. El equipo de investigación de la asociación afirma que se necesita voluntad política y valentía para poner en el centro del sistema al paciente y no su burocracia o los intereses sindicales.

“Se puede llegar a un acuerdo con doctores, administrativos y técnicos, pero ellos deben aceptar su reubicación cuando sea necesaria, el cumplimiento de sus horas de trabajo, ganar más o menos segúns indicadores de desempeño objetivos, y alejarse de mafias, corrupción, o tratos con farmacias, laboratorios o servicios privados, debajo de la mesa. En un sistema tan débil y distorsinado como el sistema de salud peruano, más presupuesto o dinero no ha significado la diferencia en estos años”, concluye el presidente del centro de pensamiento.