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¿Una línea aérea estatal? El Congreso insiste con otro despropósito

Publicado: 03/02/2021
3 minutos

Acá te explicamos, con datos y evidencia, porqué es una mala idea el proyecto que promueve Carlos Simeón (Acción Popular), que acaba de aprobar la Comisión de Transportes.

La Comisión de Transportes y Comunicaciones aprobó con nueve votos a favor y uno en contra el proyecto de ley para crear una línea aérea de bandera nacional, una propuesta en la que insisten pese a que no tiene sustento técnico ni económico y en momentos en que la industria aerocomercial afronta su peor crisis de su historia, debido a la pandemia.

¿Y saben de quién es la genial idea? Del congresista de Acción Popular Luis Simeón Hurtado, que dirige esa comisión. Sí, el mismo que quiso extender por 10 años los permisos a las combis de Lima y Callao y que apoyó la ley que legalizó el peligroso servicio de taxis colectivos en la carreteras del país.

¿Cuál es el argumento, si es que cabe el término, con el que se justifica una aerolínea estatal, según el proyecto de Simeon? Según el texto, con cargo a redacción, se busca garantizar la integración vía aérea de las regiones.

«Las líneas aéreas que usufructuaron las rutas aéreas internacionales del Perú con facturación y ventas de miles de millones de dólares no invirtieron en Perú en aeronaves de nacionalidad y matrícula peruana», se lee en la iniciativa aprobada este martes.

¿Y quiénes apoyaron esta medida? Ahora que estamos en época electoral y debemos elegir bien, es fundamental identificar a los partidos que apoyan este despropósito y que buscarán representación en el nuevo Congreso, en momentos en que el país atraviesa su peor crisis económica y sanitaria de su historia reciente por la pandemia del COVID-19.

Los legisladores que apoyaron el proyecto fueron, además Luis Simeón Hurtado, Manuel Merino (Acción Popular); Robledo Gutarra Ramos y Richard Rubio Gariza (Frepap); Eduardo Acate Coronel y Alexander Hidalgo Zamalloa (Alianza para el Progreso); también Carlos Fernández Chacón (Frente Amplio), Robinson Gupioc (Podemos Perú) y María Bartolo Romero (Nueva Constitución). Votó solitariamente en contra Mártires Lizana (Fuerza Popular).

Argumentos en contra

Como ya lo hemos dicho en este espacio, las empresas públicas en general no suelen tener la eficiencia que se requiere, y en el caso concreto de Perú, entre 1928 y 2006, tuvimos siete aerolíneas con participación estatal y todas fracasaron. Fauccet, Tans, AeroPerú, AeroContinente, Aerocóndor y Wayra. La competencia del mercado aerocomercial las llevó a la liquidación.

Tans, que se creó en 1963 con capital 100% estatal, acumuló pérdidas, tras su cierre, por S/ 49 millones; AeroPerú registró pérdidas anuales de US$ 24 millones entre 1991 y 1992, y después de su privatización, solo para sanear deudas, el Estado tuvo que pagar más de S/ 35 millones. Además, luego de la quiebra de la empresa, el Estado perdió un 20% de acciones que tenía, que estaban valorizadas en US$ 6,767 millones.

¿Y quiénes creen que asumieron todos estos costos o pérdidas enormes? Los contribuyentes, lo que evidencia además que involucrar al Estado en la actividad privada de aerolíneas es un grave error.

A ello se suma que la industria aerocivil actual exige mucha eficiencia en el proceso que implica la actividad de transporte aéreo. ¿Cómo una aerolínea de bandera nacional, con los antecedentes que acabamos de contar, y con los problemas de gestión que tiene el Estado, podría funcionar?

Documento: Este es el proyecto completo en mención (pdf)