Angélica tiene 25 años, trabaja en Lima. Una semana antes de que se decretara la cuarentena, encontraron un tumor maligno en su cuerpo. El trámite de referencia desde el Hospital de EsSalud en San Juan de Lurigancho al Hospital Almenara no se realizó a tiempo y la “agarró” la cuarentena con el cáncer a toda máquina y sin nadie que la defienda. Tres meses después, Angélica pudo ser hospitalizada, pero luego de mucha presión, dolor y angustia. Ella pensaba que de esta no salía.
Cuando el estado no cumple con su obligación de darnos salud de calidad y atender a peruanos como Angélica, el costo no es solo un mal uso de la plata o algunos funcionarios corruptos robándose el dinero. El costo es la vida. Si el estado no usa bien nuestro dinero –el dinero de los contribuyentes– se pierden vidas.
Piensa.Pe junto con la Asociación de Contribuyentes analizaron al 13 de julio, cómo se había utilizado el presupuesto Covid-19. Es decir, el dinero que el estado ha destinado a enfrentar este virus que nos está matando de salud y de hambre. Bueno, las noticias no son las mejores.
El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) destinó una partida de más de 10,000 millones de soles para enfrentar el Covid-19 (monto actualizado al 13 de julio). Y de esta cifra, se destinó al rubro salud S/ 2,700 millones, pero ¿adivinen qué? Solo se ha ejecutado el 32,9%. Es decir, casi 120 días después de iniciado el estado de emergencia, con más de 12 mil muertos, y más de 325 mil contagiados, el gobierno no ha podido gastar el 100% del dinero que presupuestó.

Es como si le dijeras a tu esposa, mira, tengo 200 soles para comer esta semana, pero llega el domingo y solo gastaste 60 soles. ¿Qué crees que pasó con tus hijos? Pues no comieron. ¿Y qué crees que eso significa? Significa que no estudiaron, estuvieron angustiados, molestos y probablemente enfermos. De nada sirve tener el dinero si no se usa.
Un análisis más detallado permite observar que el nivel de ejecución del presupuesto destinado a la compra de suministros médicos (dentro del presupuesto para salud), que incluye la adquisición de medicamentos y material médico fundamental para la atención de pacientes, no supera el 20%, y la ejecución de los gobiernos locales en este rubro es de tan solo 1,1%. El presupuesto destinado a equipos médicos presenta una tendencia similar. El gobierno nacional ejecutó el 20%, los gobiernos regionales 6,9% y los gobiernos locales tan solo 0,07%.
“Los niveles de ejecución en los tres niveles de gobierno son deficientes, pero el caso de los gobiernos locales es dramático, por lo que se requiere que el MEF brinde un acompañamiento especial en la ejecución presupuestal”, afirmó Marcel Ramírez la Torre, director de la Asociación de Contribuyentes del Perú. En esa línea, el equipo de investigación de la organización recomienda a las autoridades fijar metas de ejecución presupuestal mensuales o periódicas, y aplicar sanciones por incumplimiento de metas, reforzando la rendición de cuentas de parte de los funcionarios públicos responsables.
COVID-19 Y EJECUCIÓN PRESUPUESTAL EN REGIONES
Por sus altos niveles de contagio, siete departamentos del Perú mantienen la inmovilización social obligatoria todo el día domingo y otras restricciones. Se trata de Arequipa, Ica, Junín, Huánuco, San Martín, Madre de Dios y Áncash. De este grupo, según la Asociación de Contribuyentes del Perú, solo Áncash supera el 50% de ejecución del presupuesto en salud (ver Tabla), seguido de Junín (39,6%), Arequipa (36,9%), Huánuco (33,8%), San Martín (31.2%) e Ica (26%), lo cual demuestra el contraste entre el grave escenario sanitario y la baja ejecución presupuestal. La situación se agrava si observamos la ejecución del presupuesto destinado a equipos médicos, pues regiones como Huánuco e Ica presentan niveles de gasto cercanos a cero.
“Tal como ocurrió al comienzo con el Gobierno nacional, las autoridades locales tampoco estaban preparadas para acelerar sus procesos de compra y contratación, y responder oportunamente a la gravedad de esta crisis. Vemos desempeños variados, entre las regiones, en la ejecución de las partidas destinadas a equipos médicos y suministros médicos. Ica, por ejemplo, tiene mucho por mejorar en su ejecución presupuestal, considerando la alta tasa de contagio que presenta. El problema es que esta lentitud y burocracia puede costar vidas”, advirtió Inés Marrache, jefa de investigación legal de la Asociación.
La organización recomienda que en el mediano plazo se revisen las competencias y funciones que se transfirieron desde el Gobierno Nacional a los gobiernos regionales. Además, observa que la Ley de Descentralización, tal como está planteada, le ha quitado capacidad de supervisión al Ministerio de Salud, ha dispersado fondos, y ha hecho más difícil tener indicadores de gestión homogéneos para todas las regiones y sus establecimientos de salud.
Tabla de ejecución por regiones con prevalencia alta de Covid-19 al 12 de julio
[Foto de portada de Andina]