Es vital impulsar la inversión pública y privada para reactivar la economía en el contexto difícil que estamos viviendo todos los peruanos. Para el 2020 se espera una caída del 12.7 % de la economía, y para agosto de este año la cantidad de empleos perdidos en Lima es de 1 millón 286 mil respecto al año pasado.
En particular, las obras públicas paralizadas que debe destrabar el Estado es multimillonaria. De acuerdo al informe de la Contraloría General de la República, en el 2019 habían 867 obras públicas paralizadas por un monto de casi 17 mil millones de soles, de los cuales la mitad queda pendiente ejecutar, alrededor de la mitad (8.5 mil millones de soles).

El 51% del monto está en manos del gobierno nacional y el 49% en los gobiernos regionales. Dentro de esta cartera alrededor del 55% del monto es por la modalidad “por contrata” —administrado por un tercero contratado por la entidad pública—, el 39% es por la modalidad de asociaciones público privadas (APP), y el 6% por otras modalidades.
Y si lo vemos por los sectores con mayor cantidad de obras paralizadas están agricultura y ambiente (22%), seguido por educación (20%), vivienda, construcción y saneamiento (15%), desarrollo e inclusión social (11%) y transportes y comunicaciones (10%), y el restante en otros sectores (22%).
Un hito clave para el destrabe de obras sería el caso del proyecto Majes Siguas II, uno de los mayores megaproyectos de irrigación de la historia reciente y el más importante de la región Arequipa, con US$654.4 millones de inversión, y que generaría 100 mil empleos directos.
Lamentablemente estamos a punto de perder la oportunidad de contar con este proyecto por las disputas entre el gobierno nacional y el gobierno regional de Arequipa, que han generado incumplimientos del Estado de sus obligaciones contractuales. Por esta razón ya la empresa concesionaria anunció la semana pasada que comenzará el proceso de resolución del contrato.
La inversión pública es vital para el país, dado que es un fuerte motor de la economía al impulsar también la actividad privada, principalmente en el comercio, construcción y servicios. Además, la inversión pública estimula la creación de puestos de trabajo formales y es clave para acelerar el cierre de brechas en infraestructura y servicios para los peruanos.
(Imagen de cabecera: Andina)