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¿Se puede culpar a la oposición del caótico inicio de gestión de Castillo?

Publicado: 23/08/2021
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Ciertos sectores de izquierda afines al gobierno buscan instalar una narrativa falaz para justificar o defender los notorios desaciertos del presidente y su entorno que han provocado el rápido y acelerado desgaste del régimen perulibrista. Acá te lo contamos.

Los pecados de otros no te hacen santo. Hay que tener presente este viejo dicho ahora que hay ciertos sectores de izquierda que pretenden justificar o defender los notorios errores del gobierno de Pedro Castillo desde el primer día de gestión, que estuvo marcada por nombramientos cuestionables en el gabinete ministerial -empezando por el premier Guido Bellido, investigado por terrorismo y lavado de activos-, el copamiento del Estado con personas no solo con antecedentes o acusaciones graves, sino también sin el perfil adecuado ni la experiencia, y por mensajes confusos que agravaban la inestabilidad y la incertidumbre que vive el país.

Por ahí ya alguien de sectores afines al gobierno ha dicho o escrito, “bueno, es cierto, la izquierda no sabe elegir a su gente para gobernar, pero los representantes de la derecha que quieren encabezar la oposición, son peores”. Y ese mensaje se esparce por redes sociales y se empieza a instalar como si fuera una verdad irrefutable.

¿Qué quieren decir con ello? Que los delitos de otros desaparecen los propios. O por lo menos así se puede leer entre líneas, pero esa es una narrativa falaz. Primero, el principal responsable de lo que pasa en su gobierno es el presidente Pedro Castillo y su entorno, que incluye a Vladimir Cerrón, pese a que esos mismos sectores que en la segunda vuelta avalaron la candidatura del profesor chotano también han pretendido vender la idea de que Cerrón es el “malo” y Castillo el “bueno”, pero en el fondo saben que ambos piensan muy parecido y creen en lo mismo.

¿O acaso la oposición tiene la culpa de que el binomio Castillo-Cerrón insista en su Asamblea Constituyente, o quiera un Estado intervencionista o que busque restringir las libertades de prensa e información? Que se sepa, nadie ajeno al oficialismo obligó tampoco al presidente a que haya elegido a 12 de 19 ministros con algún tipo de problema legal, como reveló el Consejo Privado Anticorrupción (CPA), sin contar los cuestionamientos éticos o morales de varios de ellos o su falta de experiencia en gestión pública.

Por ejemplo, aparte de Bellido, uno de los casos más escandalosos es el del ministro de Trabajo, Iber Maraví,  vinculado al Conare-Movadef, quien registra cuatro investigaciones: robo agravado con crueldad (2009), secuestro (2014), apología al terrorismo y terrorismo. Además, no tiene experiencia en el sector.

El ministro de Agricultura, Victor Mayta, tiene dos investigaciones, por usurpación agravada (2020) y contra la seguridad publica (2021), y tampoco cuenta con experiencia en el sector.

El ministro de Ambiente, Rubén Ramírez Mateo, cuenta con dos pesquisas, una por lesiones con violencia familiar (2021) y otra por maltrato físico y psicológico contra la madre de sus hijos y su hermana (2013).

Así llega el Gabinete Bellido a pedir el voto de investidura en el Congreso. Desgastado y deslegitimado por causa propia del gobierno. Por ello ya se habla de algunos cambios antes de la presentación de los ministros en el pleno este jueves 26, entre los que se menciona a Walter Ayala (Defensa), Iber Maraví (Trabajo) y Juan Francisco Silva (Transportes y Comunicaciones). Otras versiones señalan que la misma cabeza del premier Guido Bellido está en juego.