Mientras los ataques militares de Rusia en Ucrania se centran en la capital Kiev y Járkov, la segunda más grande del país invadido por las tropas de Moscú el pasado 24 de febrero, las sanciones de Occidente contra el Krelim se concentran en las finanzas y la tecnología, con medidas que no tienen parangón en la historia.
Por ejemplo, el Reino Unido, EEUU y la Unión Europea (UE) congelaron los activos de los cuatro mayores bancos rusos, con lo que se afecta la capacidad de este país para hacer negocios con el mundo. Entre los sancionados está el VTB, el segundo banco más grande de Moscú, que tiene unos 250.000 millones de dólares en activos en EEUU.
El bloqueo incluye al Sberbank, Otkritie y Sovcombank, que se suman al veto del Banco de Desarrollo Ruso (VEB), donde se gestionan los fondos de pensiones estatales, y el Banco Militar (Promsvyazbank), propiedad del Estado y centrado en financiar al sector de defensa. Las sanciones impactarán al 70% del mercado bancario ruso.
“Las nuevas medidas restrictivas están diseñadas contra la capacidad del Kremlin para financiar la guerra”, dijo la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, tras condenar la veintena de ataques aéreos rusos sobre Ucrania que han provocado la muerte de al menos 50 militares ucranianos y 10 civiles.
Así, la estrategia de presión internacional apunta a bloquear el acceso de Rusia a tecnologías y mercados capitales claves para el Kremlin, que afectan sectores como el financiero, el energético y el de transporte, que se suman a otras medidas como el control y la financiación de exportaciones, el endurecimiento de la política de visados y la ampliación de la lista de individuos rusos penalizados por sus relaciones con el gobierno de Vladimir Putin.
Los gigantes tecnológicos entran al campo de batalla
Pero además de las sanciones financieras, las grandes empresas tecnológicas también han respondido a la invasión rusa en Ucrania con medidas de presión. Por ejemplo, Google ha deshabilitado los datos de tráfico en tiempo real de sus mapas en Ucrania y Twitter suspendió sus anuncios en la exrepública soviética agresora.
El mismo día de la invasión rusa, un equipo de ingenieros de Google detectó la entrada de las tropas rusas en Ucrania gracias a datos de Google Maps e imágenes de radar, reveló The Washington Post. El gigante de California usa la ubicación de celulares para mostrar dónde hay negocios o tiendas y su ocupación, pero además ofrece información sensible sobre posibles blancos civiles ucranianos.
Además, las sanciones contra bancos rusos incluyen cortarlos de sistemas como los de Visa y Mastercard y, en consecuencia, de Apple Pay y Google Pay. El bloqueo de estos y otros aplicativos tecnológicos hicieron colapsar el sistema del metro de Moscú, lo que generó largas colas mientras la gente busca dinero en efectivo.

Millones de rusos ya empiezan a sentir el efecto de las sanciones económicas y tecnológicas en su vida diaria, pero el Kremlin dice que tiene suficientes recursos para enfrentar la situación, lo cual parece discutible, según se desprende de los testimonios de varias personas en Moscú que han recogido estos días las cadenas internacionales.

El corresponsal de la BBC conversó con un joven ruso de 20 años que estaba haciendo una larga fila en un cajero automático. “No hay dólares, ni rublos, ¡nada! Bueno, hay rublos, pero no estoy interesado en ellos”, dijo. “Me temo que nos estamos convirtiendo en Corea del Norte o Irán en este momento”, agregó el muchacho, cuya identidad no fue revelada por la cadena británica por razones de seguridad.
«Cuando comenzó la operación en el Donbás, fui al cajero automático y saqué los ahorros que tenía en dólares en Sberbank. Ahora los guardo literalmente debajo de la almohada», contó Ilya, otro joven de poco más de 30 años. «El resto de mis ahorros todavía están en los bancos: la mitad en dólares y el resto en rublos. Si las cosas empeoran, los retiraré”, agregó.
Así como él, muchos otros rusos buscan retirar sus ahorros ante el temor de que su dinero desaparezca, lo cual puede desatar un pánico financiero en la exrepública soviética. El problema es que muchas cuentas personales en los bancos bajo sanciones están en dólares, pero casi no hay billetes verdes en Rusia en estos momentos.
Esta situación además ha provocado que el tipo de cambio se dispare. A inicios de 2022, un dólar se cotizaba en unos 75 rublos y un euro en 80 rublos. Pero la guerra hizo que la cotización alcance nuevos récords: en cierto momento del último lunes, un dólar llegó a costar 113 rublos y un euro, 127 rublos.
Hoy, como nunca antes en la historia, la tecnología, la libertad económica y la globalización juegan un papel preponderante para intentar frenar una guerra.