La moderación como una ilusión. Parece haber sido en vano todo ese despliegue por medios y gremios de Pedro Francke, el vocero económico de Pedro Castillo, para tratar de convencer a propios y extraños de que el profesor cajamarquino no es aquel radical populista que vimos en plazas y mítines, y que el dueño de Perú Libre, Vladimir Cerrón, quedaría fuera del circuito del poder y la toma de decisiones en el próximo quinquenio.
Cerrón había dado muestras de influencia sobre Pedro Castillo más de una vez, y ahora que aparezca el nombre de Róger Nájar Kokally como el probable titular de Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) -el cargo político más importante luego de la jefatura de Estado-, es la confirmación de ello.
En los predios de Perú Libre afirman que Nájar es casi fijo para la PCM, más allá de algunos otros nombres que se filtraron a la prensa para ese cargo, como el los de los exministros Jorge Nieto Montesinos y Carolina Trivelli, o hasta el de la misma candidata a la vicepresidencia Dina Boluarte.
Nájar es militante de Perú Libre y cercano al jefe del partido. En la campaña fue designado coordinador del Plan Bicentenario de Perú Libre. Del 2006 al 2011 fue congresista por el partido etnocacerista Unión por el Perú (UPP) y fue impulsor del movimiento izquierdista Voces del Cambio, y como eventual primer ministro sería una “suerte de bisagra” entre Castillo y Cerrón, señalan en el mismo Perú Libre.
Era ingenuo creer que Cerrón sería apartado de un eventual gobierno de Pedro Castillo, como señalaban Pedro Francke y otros miembros del Nuevo Perú de Verónika Mendoza, que se aliaron al profesor cajamarquino durante la segunda vuelta baja esa supuesta “condición”. El mismo Cerrón se lo recordó a Francke y compañía en un tuit (“no son conscientes del espacio que ocupan”, escribió) que parecía premonitorio a lo que vendría después.
Para nadie es un secreto que Francke y sus amigos no son bien vistos por el ala radical del partido de Cerrón. Hasta hace solo unos días, el vocero económico de Pedro Castillo, que era bolo fijo como titular del MEF, anunciaba los compromisos de “moderación” del candidato de Perú Libre. En una entrevista incluso admitió que para aplicar el programa económico que habían preparado no necesitaban una nueva la Constitución. Esto al parecer hizo que el partido le bajara el dedo y lo pusieron en la “congeladora”.
Con suerte, Francke podría terminar en el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social y ahora como ministro de Economía y Finanzas se vocea a Alonso Segura, que ya ocupó ese cargo en el gobierno de Ollanta Humala. Igual, no hay nada concreto. Se han mencionado muchos nombres para el gabinete, pero no hay certezas, salvo lo de Nájar, porque tiene el respaldo del partido de Cerrón.
Nájar y sus nexos peligrosos
El casi seguro próximo jefe de gabinete del gobierno de Perú Libre tiene un pasado muy activo en política. No solo fue congresista del movimiento radical UPP, sino también tiene vínculos con el sindicalismo. En 2003 fue asesor del Sindicato de Construcción Civil y de la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP) en Ucayali.
Solo tuvo éxito en una elección, cuando ganó una curul con UPP en el 2006. Antes, en el 2002, en los comicios regionales y municipales, tentó sin éxito el cargo de consejero regional de Ucayali por el partido Somos Perú. En 2016, postuló al Congreso por Lima con Perú Libre, pero en esa ocasión terminó retirándose de la contienda.
En el 2018 postularía a gobernador regional de Ucayali, también por Perú Libre, pero quedó en el puesto 9, con apenas 2,331 votos. Y en estas últimas elecciones del 2021, Nájar tentó por última vez un escaño en el Congreso, pero fue excluido de la lista que lideraba por Lima.
Pero lo que más preocupa es lo revelado por Panorama este domingo: los vínculos de Róger Nájar Kokally con grupos terroristas. En enero de 2009 se realizó una convención de Patria Libre, en la que participó como “invitado de honor” el venezolano Alberto Carías Pedraza, confeso miembro del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA), quien llegó acompañado de Jesús Zaragoza, en ese entonces miembro del Bloque Popular, una organización política -ya desaparecida- que lideraba Roger Nájar. Además, por aquel entonces, Jesús Zaragoza trabajada como auxiliar en el despacho congresal de Nájar.
Ese encuentro, en el que se lanzaron vivas a Víctor Polay, Lucero Cumpa, Peter Cárdenas, entre otros cabecillas del MRTA condenados por la justicia peruana, fue registrado en un informe de la Dirección de Inteligencia del Ministerio del Interior (Digimin), publicado entonces por La República. Ahí estuvo también Aníbal Apari, otro sentenciado por terrorismo, que fue abogado y esposo de Lori Berenson, la emerretista estadounidense que estuvo presa por terrorismo y que fue expulsada del Perú tras cumplir su condena.
Durante su estadía en Lima, Carías se reunió con Luis Gordon Iglesias, dirigente de Patria Libre y también participó en el aniversario del MRTA; se entrevistó además con Otilia Campos, la madre de Polay Campos. Según la Digemin, su objetivo habría sido “trasladar a miembros del MRTA a Venezuela para recibir entrenamiento”.
Carías, alias “El Chino”, fue líder del capítulo venezolano del MRTA. Murió en el 2017 en Caracas, durante una intervención quirúrgica. Fue además un activo miembro de los colectivos chavistas llamados tupamaros, que eran grupos armados al margen de la ley que “defendían la revolución” en las calles de Venezuela.
Patria Libre era parte del movimiento Lima para todos, la confluencia de izquierdas llamada Fuerza Social, con la que Susana Villarán postuló a la alcaldía de Lima. Patria Libre tenía además entre sus filas 30 excarcelados del MRTA.
Como se sabe, estos no son únicos vínculos de Perú Libre con el terrorismo. De hecho, la Dirección contra el Terrorismo (Dircote) de la Policía tienen dos expedientes de la presunta participación en actos subversivos de dos de sus virtuales parlamentarios: Guillermo Bermejo Rojas (Lima), quien hoy afronta un juicio por sus vínculos con los Quispe Palomino, y Alfredo Pariona Sinche (Huancavelica).