Hay que pisar el acelerador. La llegada de nuevos lotes de vacunas contra la COVID-19 y la quinta Vacunatón del último fin de semana ayudaron a recuperar el ritmo de inmunización, pero aún hay que mejorar para enfrentar una posible tercera ola con el mayor número de peruanos inmunizados.
Entonces veamos algunas cifras y datos de cómo va la vacunación pues del éxito de este proceso depende que no se frene la reactivación económica y que los escolares vuelvan a las aulas de manera segura y sostenida.
¿Y cuál es la situación actual? Hasta este 23 de agosto, el 23,4% de peruanos (7,5 millones) ya había recibido las dos dosis, mientras que el 7% (2,2 millones) solo tiene una dosis y el 69,6% restante (22,3 millones) aún no ha recibido ninguna.
Lo positivo: que la vacunación muestra su mejor avance en los adultos mayores de 60 años (72% ya está completamente vacunado). En cambio, la cifra de jóvenes y adultos entre 30 y 60 años inmunizados todavía es baja, porque bordea el 20%.
Por regiones, Lima Metropolitana, el Callao y Tacna presentan mayor avance: tres de cada 10 personas ya están completamente inmunizadas contra el coronavirus. En contraste tenemos que en Puno, Loreto, Ucayali o Madre de Dios, en promedio, ocho de cada 10 habitantes aún no reciben ninguna dosis de la vacuna.
El principal reto del gobierno es mejorar estos indicadores, porque la positividad de pruebas moleculares ha subido, sobre todo entre jóvenes y adultos de más 30 años que no están vacunados.
Las autoridades tienen que ser absolutamente claras y transparentes respecto a las medidas que adoptarán frente a la tercera ola. Hasta el momento, no han variado las restricciones, pero cualquier análisis que se haga de la situación sanitaria tiene que basarse en la evidencia de lo que ha funcionado y lo que no para combatir el virus, que ya se los he comentado en este espacio, mis Tribus.
¿Y el retorno a clases?
Este es uno de los temas que más preocupan y se discuten en el Perú. Los colegios permanecen cerrados hace más de un año y medio y no hay plazos concretos para que esta situación cambie. Somos unos de los pocos países que no ha reabierto sus escuelas, como lo ha alertado la misma Unesco.
“Buscamos volver a una semipresencialidad segura, flexible y voluntaria. La normativa para este proceso está dada por el gobierno anterior y lo que tenemos que hacer es perfeccionarla”, le escuché decir hace poco al ministro de Educación, Juan Cadillo, al señalar que la prioridad ahora es la vacunación.
Pero lo cierto es que expertos en gestión educativa sostienen que sí es viable que los niños, niñas y adolescentes retomen de alguna manera el contacto físico con el colegio. El regreso a las aulas es urgente, porque existe suficiente evidencia de la afectación psicológica y académica en los estudiantes, cuyas consecuencias se extenderán hasta su vida adulta y laboral.
Primero, los protocolos de bioseguridad son el punto de partida para la reapertura de colegios, que incluye ventilación, distancia, uso de agua y jabón y mascarilla, y el aprovechamiento de espacios públicos.
También es clave el acuerdo del colegio con los padres, que implica un contexto para cada caso, pero en principio el retorno debe ser semipresencial y voluntario. Por ejemplo, los alumnos pueden asistir a clases en grupos reducidos, que roten por días y horas. La modalidad a distancia debe ser parte de cualquier opción.
Otro aspecto fundamental es la vacunación de los profesores y del personal administrativo de los colegios. Esto ya está sucediendo en la práctica, porque la edad promedio de los docentes en Perú es 51 o 52 años, que ya deben estar inmunizados. Solo el 6% tiene menos de 30. Además, unos 200 mil profesores de zonas rurales fueron vacunados en junio. Un ‘vacunatón’ especial podría terminar de inocular a los que faltan.