Estamos a dos meses y una semana de las elecciones del 11 de abril. Ahorita no más. En estas elecciones tenemos que lucirnos como ciudadanos al elegir bien a los que nos gobernarán en los próximos cinco años. No podemos cometer errores (u horrores, como quieran) como en las elecciones del 2016 o las del año pasado, al elegir este [desastroso] Congreso. Si no lo quieres ver como un tema de responsabilidad, entonces míralo por el lado de tu bolsillo. ¿Sabes cómo se están financiando los partidos políticos en esta campaña? Con tu plata. Con tus impuestos, mis impuestos, nuestros impuestos. ¿No sabías? Te lo explicamos.
Todos sabemos del destape de casos en los que empresas privadas, con intereses mercantilistas, metieron dinero a campañas políticas. Tenemos a Odebrecht. Estos corruptos apostaban a ganador… financiaban a mínimo dos candidatos para tener más posibilidades de que sus intereses se incrementarían o serían protegidos. También, cómo olvidar, el caso del Banco de Crédito. Uno de los dueños le entregó a una candidata más de US$3 millones para su campaña política del 2011, saltándose toda la legislación sobre la bancarización… ¡¡Qué buena raza!!
Dados esos casos y otros más (financiamiento ilegal a exalcaldes, gobernadores de regiones, etc.), vemos lo poco institucionalizados que son los partidos políticos en el país. Por varios factores (corrupción, reputación, malos resultados económicos cuando les tocó gobernar, etc.), los partidos fueron debilitándose y se incrementó, por el voto preferencial, el poder de negociación de sus aportantes. Entre eso y el alto costo de hacer campañas en períodos electorales, se crea una relación oscura entre dinero y política.
Por tanto, desde el 2017, según la Ley N°28094, existe un financiamiento público a los partidos políticos o alianzas electorales que logren tener una representación en el Congreso. Esta ley, aunque no lo creas, permite darle un valor al voto. Sí, de verdad. ¡Un valor! ¿Por qué? Porque la ley indica, en su artículo 29, lo siguiente: “(…) el Estado destinará el equivalente al 0.1% de la Unidad Impositiva Tributaria (UIT) por cada voto emitido para elegir representantes al Congreso”.
Dado que la UIT para el 2021 es de S/4,400; al multiplicar hoy por ese 0.1%, un voto vale S/4.40. Y ojo, es sobre los votos emitidos, no válidos; es decir, todos los votos: válidos, en blanco, nulos o viciados. “¿Quéeee? ¿Mis impuestos se van en mantener a esos partidos?». Ehh, para qué te digo que no, si es sí. Con ese dinero forman a sus partidarios, capacitan, investigan (se supone) y difunden sus planes y propuestas. Y también cubren los gastos operativos comunes (agua, internet, luz, alquiler de locales, etc.).
Y bueno, dado lo anterior, hay que saber cuánto dinero se han levantad… perdón, se les ha transferido. El encargado de la transferencia es la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE). Empecemos con las elecciones generales del 2016. Miremos la Tabla N°1. Dado que, en total, según la ONPE, votaron 18’751,264 personas, el total a repartirse era más de S/74 millones (la UIT para el 2016 era de S/3,950).

Según la ley, la forma en que se distribuyen esos S/74 millones es un 40% de forma equitativa (montos iguales) y el 60% restante en base a los votos realmente obtenidos. Sin embargo, no quiere decir que al partido de la china le entregaron S/22.5 millones de porrazo. ¡No! Ese monto se lo darían de forma mensual por los cinco años que dura el periodo congresal. Lo mismo para todos los partidos. Pero, ¿qué pasó en el 2019? Cerraron el Congreso, por lo que solo se entregó dinero hasta septiembre 2019.
En enero 2020 votamos por un nuevo Congreso, ¿cuánto les toca a los partidos de los impresentables actualmente? Según comentó en Gestión el experto José Villalobos, del Instituto Peruano de Derecho Laboral, las transferencias a los partidos empezarían a partir de abril 2020. Por tanto, para 21 meses, los partidos políticos que lograron representación en el Congreso se repartirían una bolsa por más de S/27.5 millones (la UIT en 2020 era de S/4,300). Miremos la Tabla N°2.

Aun cuando los congresistas han presentado proyectos de ley populistas y declarados inconstitucionales, algunos buscados por la justicia y otros que velan por intereses privados, miren cómo premiamos a los partidos que los llevaron a ocupar ese puesto. A Acción Popular con más de S/3.7 millones, pese a que fue el partido que nos hundió en una profunda crisis política el año pasado. A Podemos, con S/3.2 millones, cuando el único interés de su líder es hacer que sus universidades cerradas por pésima calidad, vuelvan a abrir. El Partido Morado, con S/3 millones y que hoy gobiernan, no nos pueden dar una fecha clara de cuándo llegan las vacunas. Si desean entender mejor la lógica, aquí va el Excel con los cálculos.
Avisados estamos. Este año, el valor de tu voto, como dijimos, aumentará a S/4.40. El costo de votar mal traerá un costo para nosotros, pero una ganancia extraordinaria para el partido que maximice votos. Pensemos bien. Analicemos las propuestas. No nos dejemos guiar por la cara bonita, porque me cae bien, ¡ay qué simpático! Es hora de elegir de forma responsable e informada. Hagámoslo por nosotros mismos… los que sean elegidos tendrán un impacto en nuestro desarrollo y bienestar general.
Documento: Aquí está la información completa sobre los montos recibidos por los partidos (pdf)