Es con la reactivación de la economía con la que vamos a salir de la crisis. Debe ser tarea del siguiente gobierno incentivar una rápida recuperación de la actividad productiva en el país. Dar señales claras de que se continuará con el modelo económico que tenemos (con algunos cambios), reactivar proyectos parados (mineros, de infraestructura, etc.), incentivar la inversión en todos los sectores económicos, reducir trámites burocráticos y el aparato estatal, y, si es posible de yapa, bajar impuestos. Lo anterior serían medidas importantes para lograr confianza y hacer despegar de nuevo a la economía.
Sin embargo, si leemos los planes de gobierno de varios candidatos muchas propuestas son de terror para ese objetivo. Ya lo hemos dicho. No hemos logrado crear otro mecanismo para reducir la pobreza más eficiente y rápido que sea través del crecimiento económico. De la mano de alto crecimiento, vino una continua reducción de la pobreza. Veamos la gráfica N°1.

Muestra que, por 16 años seguidos, del 2004 al 2019, al tener un crecimiento económico, promedio, de poco más del 5%, la pobreza cayó 40 puntos porcentuales. ¿Qué pasó en 2020? Vino la pandemia que hizo parar la actividad económica y automáticamente, en solo un año, la pobreza aumentó 10 puntos porcentuales.
¿Qué propuestas podrían afectar más la recuperación económica?
Aunque todavía seguimos evaluando los planes de todos los candidatos, mencionamos algunas ideas de lo planteado por Acción Popular (Yonhy Lescano), Fuerza Popular (Keiko Fujimori), Juntos por el Perú (Verónika Mendoza) y Victoria Nacional (George Forsyth).
Acción Popular, liderado por Yonhy Lescano, desea que el estado cree 5 millones de puestos de trabajo a través de inversión pública. Los que le hicieron el plan no saben la realidad ni menos manejan los datos de cómo se ha comportado la inversión pública en los últimos años. Aquí te lo contamos hace un par de meses. Pero el tema es que el Estado se ha quedado sin dinero. Tiene hartas demandas por satisfacer y está tratando de cumplirlas emitiendo deuda. Además, sin intervención del sector privado, no hay manera que se puedan crear tal cantidad de empleos.
Al mismo tiempo, establece una pensión mínima para todos. Hoy el Estado ya viene subsidiando las pensiones de las personas en el Sistema Nacional de Pensiones (ONP), en un equivalente a 16% (y ojo, en realidad, somos los ciudadanos a través de los impuestos), pero desean seguir aumentando ese subsidio y la presión a los contribuyentes para poder financiar a un sistema que fue quebrado por el mismo Estado por malas políticas de inversión que se decidieron y por un mal sistema económico que generó inflación y la desaparición de cualquier tipo de ahorro.
Keiko Fujimori, de Fuerza Popular también es una optimista de que el estado debe generar, o puede crear, más empleos. Dice que, a través de un impulso a la construcción de escuelas, mercados y otras ramas de infraestructura se podrán crear 2 millones. Como ya hemos dicho, ello implica gastar un dinero que el estado no posee. Además, el plan de gobierno también insiste con aumentar capital a las bancas de fomento como AgroBanco. Por años, esta entidad dio dinero y no fue devuelto. En el 2019, perdió S/94 millones. En el 2018, fueron S/138 millones la pérdida (eso sin contar con las provisiones por incobrables). Es de verdad, irresponsable que los que desean convertirse en hacedores de política, insistan con estas medidas.
Luego, está el caso de la candidata de Junto por el Perú, Verónika Mendoza. Su plan también planea crear un millón de puestos de trabajo temporales en proyectos de mantenimiento de infraestructura. Sin embargo, este tipo de planes también requieren de una gran cantidad de recursos públicos que no los tenemos. Miren, el año pasado, para iniciar una reactivación económica, el gobierno lanzó el programa Arranca Perú, con la intención de crear solo 500 mil empleos, en obras viales, de saneamiento, vivienda, educación y agricultura. El costo: S/4,000 millones. Y los resultados de esa política aún sigue evaluándose, pero no ha tenido el impacto deseado. Es decir, despilfarro de recursos.
Juntos por el Perú también plantea priorizar «el desarrollo de una industria sanitaria, regulando el mercado de la salud y garantizando los derechos de sus trabajadores. Aseguraremos la sostenibilidad financiera del sector salud con asignaciones presupuestales iguales o superiores al 6% del PBI». ¿En serio? Hoy, la salud está manejada casi en su totalidad por el Estado. Vemos la gráfica N°2.

El 97% de asegurados está bajo administración o protección del Estado. Y estamos siendo testigos de los resultados desastrosos que ello ha generado. Pero aún así, pretenden llegar a dar un 6% del PBI en presupuesto; ello implica más de S/10,000 millones que la única forma para obtener es con más impuestos o deudas.
Por último, el candidato de Victoria Nacional, George Forsyth, desea hacer modificaciones al momento de impartir justicia. Es decir, quiere “democratizar la justicia instalando progresivamente jurados [como en los países anglosajones, Inglaterra o Estados Unidos] piloto para que sean los ciudadanos, seleccionados de acuerdo a ley, los que resuelvan sobre la culpabilidad». O sea… nuestros jueces, que se supone tienen la formación legal y el juicio de decidir culpabilidad o no, hacen mal su chamba y creen estos señores que los ciudadanos podríamos hacer esa preparación. Ello generaría una desconfianza total en el sistema al impartir justicia. Y, como hemos dicho, no estamos para dar señales que no generen confianza.
El Estado no crea riqueza. ¡Entendámoslo, choches! La riqueza se genera con la iniciativa privada. Son las empresas privadas y los ciudadanos, que con sus emprendimientos o trabajos generan riqueza y le transfieren al Estado (porque no les queda de otra, dada la coacción que el estado ejerce) dinero vía impuestos.
Y es este Estado el que, en los últimos años, no ha sabido administrar esos recursos. Y si el Estado no está a la altura, nunca llegaremos a tener un desarrollo pleno.