“El feminicidio es producto de la ociosidad que genera el mismo Estado, la despreocupación, la delincuencia. Si generamos desarrollo, atraemos a la juventud, la sacamos de la ciudad impulsando el desarrollo”. Esto dijo Pedro Castillo al ser consultado sobre la violencia contra la mujer en Puno, un día después de que en el debate presidencial del domingo en Arequipa evitara fijar una posición sobre el enfoque género que le hizo un ciudadana.
Esta expresión ha sido cuestionada por diversos sectores políticos y sociales, así como organizaciones civiles que defienden el enfoque de género, como Flora Tristán y Manuela Ramos, porque revela no solo un desconocimiento de unos de los problemas más graves que hay en el país -la violencia contra la mujer-, sino también una entraña machista, que está muy arraigada en la sociedad.
Luego lanzó otra frase desafortunada en un concurrido mitin en Juliaca (Puno), donde pidió a los electos congresistas de su partido ser los ojos y oídos del pueblo: “Queremos decirle a los congresistas electos que piensen en el país, que no piensen en su curul, que no piensen en su secretaria”.
De ahí la importancia de que en el país se promueva una educación con enfoque de género, pero lo cierto es que Pedro Castillo y Perú Libre -y también Fuerza Popular, para ser precisos- se oponen a implementar políticas públicas que promuevan la igualdad y que prevengan la violencia -sexual, física, psicológica- contra la mujer. Ninguno de los dos candidatos que disputarán la segunda vuelta este 6 de junio ha fijado una postura clara al respecto.
Solo en los primeros cuatro meses de este año, entre enero y abril, hubo 45 feminicidios en el país, mientras que en el 2020 fueron 131 en total, según datos del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos. La pandemia y el confinamiento agravó la situación de vulnerabilidad de las mujeres. En marzo pasado, unas 122 mil mujeres dejaron de ser atendidas por el cierre de los Centros de Emergencia Mujer debido la cuarentena, de acuerdo con información del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables y Poblaciones Vulnerables (MIMP).
“En 2020 hubo más de 130 feminicidios, en 2019 la cifra pasó los 160. Esto impacta en la vida cotidiana en el hogar, seis de cada diez presos ha vivido en hogares con violencia familiar. No puede ser que un candidato se tome tan a la ligera un problema estructural como el machismo”.
Marisol Pérez Tello, exministra de Justicia y excongresista.
La vocera del Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán, Diana Miloslavich Túpac, dijo que hay un desconocimiento de problemas sociales como el machismo y la violencia de género. “Es grave, invito al señor Castillo a que se reúna con las ONG, los colectivos civiles que luchan contra este problema para que conozca la realidad”, apuntó.
Traducción…
Castillo Terrones en su cuenta de Twitter trató de explicar y justificar sus expresiones, al decir que el “Estado no promueve ni protege a las mujeres, y muchas veces termina escudando a feminicidas”. Luego en un mitin en Cusco volvió a negar que sea machista. “Tengo, como maestro, a mis niñas en la escuela y son nuestras consentidas, las que más adoramos”, señaló. Ya antes se había defendido con expresiones similares que confirman que desconoce el fondo del problema. “Me decían que soy machista, pero yo tengo madre, hijas”, señaló.
¿Qué es el feminicidio?
El MIMP lo de define así: “Es la muerte de las mujeres por su condición de tal, en contexto de violencia familiar, coacción, hostigamiento o acoso sexual; abuso de poder, confianza o de cualquier otra posición o relación que confiere autoridad a la persona agresora; y en cualquier forma de discriminación contra la mujer, independientemente de que exista o haya existido una relación conyugal o de convivencia con la persona agresora”.