El Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas (CCFFAA) confirmó este martes la muerte del número dos de Sendero Luminoso, Jorge Quispe Palomino, (a) ‘Camarada Raúl’. Es un golpe decisivo contra esta columna subversiva que operada en el Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem), zona dominada por el narcotráfico.
Alias ‘Raúl’, segundo al mando del autodenominado Militarizado Partido Comunista del Perú, que es el nombre bajo el que se agrupan los asesinos de Sendero Luminoso en el Vraem, fue herido en octubre de 2020 durante un enfrentamiento con una patrulla combinada del Ejército y la Policía, en el que murieron dos uniformados tras ser embocados por las huestes de ‘Raúl’.
Las secuelas de esas heridas le causaron la muerte a ‘Raúl’ meses después, en enero de este año, según señalaron informantes del Ejército y la Policía. En ese momento, el CCFFAA activó un operativo de inteligencia, que incluía interceptaciones telefónicas legales, para confirmar la noticia. Y lo lograron a inicios de esta semana.
Con ‘Raúl’ fuera de combate, esa columna narcosenderista que dirige Víctor Quispe Palomino, alias ‘Jose’, hermano mayor de ‘Raúl’, queda muy debilitada. Según fuentes militares, este puede ser el momento para darle la estocada final.
No hacerlo significa dejarles espacio para que sigan sembrando terror, como el crimen que perpetraron hace unas semanas, luego de que ‘José’ ordenara a sus huestes masacrar a toda una familia en Huarcatán, Ayacucho. Las cuatro personas asesinadas eran miembros de un comité de autodefensa y estaban bajo amenaza. Fueron secuestrados y torturados hasta la muerte, tras ser acusados de ser «informantes de la Policía».
Candidatos de espaldas al VRAEM
La cuestión es que en la actual campaña electoral, la lucha contra estos grupos terroristas que son el brazo armado del narcotráfico ha estado ausente del debate entre quienes buscan la presidencia, salvo alguna propuesta contradictoria de la candidata de Juntos por el Perú, Verónika Mendoza.
La lideresa de izquierda, precisamente, fue una de las pocas aspirantes presidenciales que se pronunció sobre la muerte de ‘Raul’ y felicitó a militares y policías. «En nuestro gobierno daremos pleno respaldo y recursos a las FFAA y PNP, y desplegaremos una mayor presencia del Estado en el VRAEM: salud, educación, proyectos productivos sostenibles», dijo en su Twitter.
Pero el problema es que en su plan de gobierno, en la página 55, Mendoza propone el «retiro progresivo de las Fuerzas Armadas del Vraem».

El objetivo de una propuesta de este tipo es que sea la Policía la que controle el 100% de esta zona, lo que implica un cambio radical en la estrategia conjunta que está a cargo del Ejército y la Policía, lo cual no parece ser lo más adecuando en este momento.
“Haciendo que las Fuerzas Armadas se retiren poco a poco del Vraem es hacerle juego al terrorismo. Eso es lo que los terroristas quieren, que las fuerzas del orden se retiren de la zona para ganar terreno, adoctrinar personas, desarrollar sus líneas de financiamiento a través del narcotráfico y ganar más adeptos para diseminar su doctrina criminal”, alertó el general PNP (r) Héctor Jhon Caro, que fue jefe de la Dirección Nacional Contra el Terrorismo (Dincote).
En el Vraem, la parte operativa depende de los militares y la inteligencia de la Policía. En esta zona se enfrentan a columnas subversivas que protegen a las mafias de narcotráfico, que los proveen de armamento de guerra y de entrenamiento militar.
Además, Mendoza señala en su plan que “no se ha actualizado el papel de las Fuerzas Armadas en la vida peruana”, y busca delimitar las funciones del Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea como de la Policía.