En medio de un proceso electoral con diversas incertidumbres en cuanto al resultado final, hasta ahora el candidato Pedro Castillo sigue por delante en el conteo de votos de la ONPE. ¿Qué podría suceder si es que llegara al poder? ¿Cuál es la situación actual de la economía? ¿Cómo nos afectarían las medidas que propone en su plan de gobierno? Acá te lo explicamos.
De asumir Pedro Castillo la presidencia el escenario más probable es uno donde prima la inestabilidad y la ingobernabilidad, al menos en los primeros meses. Una salida posible a esta crisis política tendría que ser el establecimiento de acuerdos y consensos, pero la inmensa polarización que hoy vive el país lo hace poco probable, al menos en el corto plazo.
Y es que el plan de Castillo tiene una alta probabilidad de seguir la ruta del populismo latinoamericano. ¿Cuál es esta ruta? Básicamente la de crear una ilusión de mayor demanda a través del gasto público. Esto en el corto plazo hará que la gente consuma más, pero los capitales privados se irán yendo (bajará la inversión privada). ¿Y cómo se financiará el mayor gasto público? Con más déficit fiscal y más deuda pública.
Debido que habrá menos inversión privada, la producción del país será menor; pero la demanda por bienes y servicios aumentará por este mayor gasto público. ¿Resultado? Más importaciones y menos exportaciones. Y habrá una tendencia a la inflación y subida de precios. Como esto no le gusta al señor Castillo, se controlarán los efectos: restricción de importaciones y, controles de tipo de cambio y de precios.
¿Qué pasa después? Conforme un país se endeuda, le cuesta cada vez más caro endeudarse, por lo que siempre existe un tope a esta alternativa. Por ello, tendrán que subirse los impuestos, lo que hará aún más difícil que se aumente la inversión y con ello la producción. ¿Resultado? Se crecerá menos, se demandará menos trabajo, los salarios no crecerán suficiente, y aumentará la pobreza. Finalmente, se tendrá que ajustar el gasto, lo que generará aún más pobreza y desigualdad.
De acuerdo a las estimaciones de Apoyo Consultoría, en un eventual gobierno de Pedro Castillo, el crecimiento entre 2022 y 2023 oscilaría entre 1.4 y 2.5% al año, mientras que en caso gane Keiko Fujimori estaría cerca a 4.4%. Para los últimos 3 años del próximo gobierno, Castillo podría alcanzar una crisis económica de -0.9% o un magro crecimiento de 1.6%; mientras la candidata naranja haría crecer la economía en 3.3%. Las dos alternativas son antagónicas.

La inversión privada caería todos los años en caso Pedro Castillo aplique su programa, tanto en el escenario de que convoque a una Asamblea Constituyente como en el que no lo haga. ¿Por qué importa esto? Porque la inversión privada representa el 80% de toda la inversión nacional. Y la inversión es lo único que aumenta la capacidad productiva del país, genera demanda laboral, que a su vez sube salarios y aumenta el empleo.

Como Pedro Castillo planea gastar más de las posibilidades, sin aumentar la inversión, entonces habrá un incremento del consumo privado en los primeros años; pero esto no se podrá sostener en el tiempo, ya que no habrá suficiente empleo para todos. ¿Resultado? Cuando cae el consumo —que es la medida básica del bienestar económico—, significa una sola cosa: más pobreza.

¿A cuánto podría ascender la pobreza? De acuerdo a Apoyo Consultoría, entre 1.0 y 1.6 millones pasarían a la pobreza entre el 2019 y 2026. Recordemos que ya 3.2 millones de peruanos pasaron a la pobreza en el 2020. Esto significa que, luego de 5 años de un gobierno radical de Castillo, sólo la mitad de la pobreza generada por la pandemia se habría reducido. Alcanzaríamos el 25% de pobreza, cuando en 2019 estábamos en 20%. Esperamos que finalmente estas medidas no sean aplicadas, por el bien de los más vulnerables del Perú.