En el Perú, casi todas las actividades han reabierto, menos los colegios, lo que demuestra que, más allá del discurso y las buenas intenciones, no es un prioridad del gobierno saliente y, sobre todo, denota falta de liderazgo en el Ministerio de Educación (Minedu) para poner en marcha un plan con plazos y medidas concretas.
El titular del sector, Ricardo Cuenca, asegura que el objetivo del gobierno es implementar la modalidad presencial “lo más pronto posible”, pero que se debe tomar en cuenta el nivel de contagios en cada distrito y tomar una decisión coordinada entre las autoridades.
Tras más de año y medio de pandemia, las datos y la evidencia demuestran que los niños contagian y se contagian muy poco. Con un plan correcto y voluntad política, se puede volver a clases presenciales, como ha ocurrido en gran parte del mundo.
A la fecha no hay ninguna provincia del país en nivel de alerta extremo y los contagios vienen descendiendo en las últimas tres semanas y las muertes disminuyendo en las últimas 10 semanas, debido al avance de la vacunación. Ya son más de 3 millones de peruanos que están totalmente inmunizados con las dos dosis de las vacunas.
Además, el martes 6 -que se celebró el Día del Maestro- se inició el proceso de vacunación de los profesores de escuelas de zonas rurales. En un solo día se registraron más de 2.200 docentes vacunados. Y se estima que otros 60 mil ya fueron inmunizados con el grupo de adultos mayores. La vacunación del personal educativo es fundamental para el regreso a las aulas.
Pese a estas cifras alentadoras, el Minedu aún no ha hecho lo suficiente para que los escolares vuelvan a clases. Hasta la fecha, hay 2.581 instituciones educativas en donde se realizan clases bajo la modalidad semipresencial con un total de 100 mil alumnos y 7 mil docentes. “Son lugares sin riesgo de contagio y en donde hay problemas de conectividad”, dijo el ministro Cuenca esta semana en RPP.
En todas las escuelas donde se ha retomado la presencialidad en el país no se ha registrado hasta el momento ningún caso de contagio, lo que refuerza la evidencia de que si se cumplen de forma estricta los protocolos sanitarios establecidos, se puede replicar esta suerte de plan piloto a escala nacional.
Esta semana, el Minedu aprobó la “Estrategia para el buen retorno del año escolar y la consolidación de aprendizajes 2021 – 2022: BRAE-CA 2021-2022” (aquí lo puedes revisar). Es un conjunto de lineamientos, con buenas intenciones, pero que no incluyen fechas ni plazos concretos para el retorno a clases, que es lo que buena parte de la comunidad educativa pide.
Impacto en los escolares
El hecho de que los niños y jóvenes no vayan a clases hace más de un año y medio ha provocado un retroceso educativo enorme en ellos, sobre todo en los más pequeños, porque las escuelas no solo son espacios de aprendizaje, sino también de socialización. La interacción con los docentes y otros niños son procesos claves en la etapa formativa, como lo muestran un puñado de estudios en todo el mundo.
“Nuestros niños merecen regresar a las aulas, porque las escuelas son espacios necesarios para la socialización, el desarrollo sicoemocional y la prevención de la violencia”, nos dice la sicóloga Kathelyn Cruz Silva. “En las aulas se comparten experiencias, los niños aprenden unos de otros, porque el aprendizaje es un acto social”, apunta Noemí Céspedes, profesora de Educación inicial. Ellas coinciden en que es urgente el retorno a clases.
Más de 400 mil alumnos dejaron de plano de llevar clases durante el año pasado, según cifras de la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO) del INEI, que revelan que el porcentaje de escolares que continuaron llevando clases en 2020, a través de cualquier modalidad, se redujo cinco puntos porcentuales frente a los niveles de asistencia del 2019, al pasar de 92% a 87%. El mayor descenso se observó en la educación inicial, ya que la proporción de niños que recibieron clases cayó de 93% a 81%.
Los más afectados con las modalidades de educación a distancia que se implementaron en el Perú por la pandemia han sido son los escolares de escasos recursos, en zonas rurales, por las enormes brechas de acceso a internet que hay en el país. En Lima y el resto del país urbano, entre el 66% y 47% de escolares tiene acceso a internet, solo el 9.9% lo tiene en zonas rurales.
Pero ojo, los niños con mejores condiciones sociales tampoco es que la estén pasando bien. El cierre de los colegios también los afecta. Según un estudio realizado por el Minsa y Unicef, en el que participaron más de 12 mil padres y cuidadores de todas las regiones del país, revela que, en promedio, tres de cada 10 menores evaluados presentaron algún problema vinculado a su salud mental.
Ademas, el impacto negativo no solo es a corto plazo, porque al afectarse el aprendizaje se pone en riesgo los ingresos laborales que podrían percibir en el futuro. Estimaciones del Banco Mundial señalan que si las escuelas permanecen cerradas por 13 meses en países como el Perú, el porcentaje de estudiantes por debajo del nivel mínimo de rendimiento en pruebas de comprensión lectora y razonamiento matemático se incrementaría de 54% a 76%, lo que representa un gran obstáculo para que la generación actual de estudiantes desarrolle habilidades básicas y fundamentales que les permitan insertarse luego en el mercado laboral a puestos de trabajo de calidad.