Siempre en los medios, expertos económicos o tributarios hablan sobre progresividad, pero jamás se les entiende qué quieren decir con eso. Básicamente se basa en que mientras más ganas, más tributos debes pagar. Recuerda, existen dos tipos de impuestos: directos e indirectos.
Empecemos con los indirectos. El clásico es el Impuesto General a las Ventas (IGV). ¿En cuánto está la tasa hoy en día? “Qué fácil Piensa.pe, en 18%”. No, es 16%. “Pero en la boleta que me dan cuando compro mi pollo con papas sale IGV de 18%”. Sí, es correcto. Lo que pasa es que el IGV contiene dos impuestos: El IGV como tal que es 16% y el Impuesto a la Promoción Municipal (IPM) que es 2% y va a las municipalidades. Ahí tienes tu 18%.
El tema con los impuestos indirectos es que no importa cuánto ganes. Sea que ganes el sueldo mínimo o S/10,000 mensuales, ir a una tienda o a un restorán, siempre pagarás tu 18%, no importa tu nivel de ingreso. Ahora, eso no sucede en el caso de los impuestos directos. Justamente se les llama directos porque observa el nivel de ingresos realmente alcanzado. Y según cuánto ganes, se le aplicarán tramos de impuestos. Mira la tabla N°1 para que te quede más claro.
Vamos a ver dos ejemplos de personas en planillas (quinta categoría) y les vamos a enyucar las tasas que nos muestra la tabla N°1. Ganan sus dos gratificaciones y no hay más ingresos (como bonos o escolaridad). También les vamos a deducir las 7 Unidades Impositivas Tributarias (UIT) que la norma considera que son gastos mínimos que toda persona puede incurrir durante el año (ojo que a las personas jurídicas se les descuenta el 100% de sus gastos, a las personas naturales, ¿pa’ cuándo?). El primer ejemplo a ver es de una persona que gana S/5,000 mensuales. En la tabla N°2 se muestra los cálculos:
Esta persona tiene una renta anual de S/39,200 la cual debe pagar impuestos. ¿Cómo? Pues con la tabla N°3 nos vamos a apoyar al aplicar los tramos que vimos en tabla N°1:
A esta persona, solo le aplican dos tramos para el pago del impuesto a la renta de quinta categoría. Por los primeros S/22,000 (5 UIT) pagará la tasa de 8% que suma S/1,760. ¿Con esos S/22,000 llegamos a los S/39,200 que es el total de su base imponible? No, entonces pasamos al siguiente tramo. Vamos a ir de tramo en tramo hasta completar la base imponible. El segundo tramo es hasta 20 UIT, que son S/88,000, pero volaríamos, por lo que solo se aplica a los “primeros” S/17,200 (lo que falta para completar la base imponible) el 14%. Al final, esta persona, pagará S/4,168 en impuestos.
El segundo ejemplo es una persona que gana S/25,000 al mes. Veamos cómo sacamos su base imponible y los tramos a usar para encontrar el total de impuestos. Empecemos con la tabla N°4:
Obviamente, al ser un sueldo mayor (5 veces más que el primer ejemplo), la base imponible será mayor. Ahora hablamos de ligas mayores: S/279,200. Ya debes darte cuenta que en la tabla N°5 vamos a usar más tramos de los que usamos en el ejemplo anterior. Así que, a lo Laura Bosso, que pase la tabla N°5:
En ese caso, se aplican 4 de los 5 tramos que la ley señala. Y esta persona pagará S/43,300 en impuestos. Por si no te quedó claro en el primer ejemplo, si sumas los tres primeros montos de la tercera columna da S/264,000; pero hay que llegar a los S/279,200 que dice la tabla N°4. Por eso pasamos al tramo 4 y por el faltante, cobramos el 20%.
Pero imaginemos algo. Los dos ejemplos es la misma persona, solo que en diferentes momentos de su vida. El ejemplo 1 fue cuando recién terminó la universidad con un diplomado. Y el segundo ejemplo, es 10 años después con una maestría encima y es jefe del área. Es decir, produce más y tiene más experiencia. Se ha visto claramente la progresividad tributaria en las rentas de trabajo. Conforme aumentan los ingresos, las tasas se van incrementando.
¿Está claro? Así operan los impuestos progresivos. Le arrancas más recursos a los que más tienen. Pero, ¿no le ves un defecto? ¿El que tú pagues más impuestos, te da derecho a mayor seguridad, a que patrullen más tu calle, a justicia especial? No, los servicios van a ser igual para todos.
A lo anterior súmale el hecho de que, como lo comentamos líneas arriba, el Estado no te devuelve ese pago en impuesto vía unos buenos servicios públicos. Dejan mucho qué desear. Un ejemplo de hace pocos días… en la madrugada del jueves, en la avenida Larco en Miraflores, rateros miserables ingresaron a una tienda de celulares y se llevaron más de S/250 mil en dinero y mercadería. Trabajos y ahorros de toda una vida, perdidos porque el Estado (municipalidad de Miraflores) no da seguridad. Ahh, pero ponte a hacer reparaciones de tu local en horario laboral… ahí al toque te caen y te imponen una multa.
Pero hay un problema mayor con la progresividad. En los ejemplos terminamos diciendo que era la misma persona, pero en diferentes momentos. El que ahora produce más (por eficiencia y experiencia) lo exprimen más. El que sea un capo en lo que estudió, el pata que sobresalió en su campo, es penalizado con mayores impuestos. ¿Es justo? ¿Un sistema puede penalizar al que crea más riqueza o es más productivo?
Esta es la progresividad. Teníamos que explicarlo para que se entienda el pedido de facultades legislativas que ha solicitado el gobierno al Congreso para crear un tramo más y así tener seis tramos. Ojo que la misma dinámica funciona para las personas independientes (cuarta categoría), aunque poseen un poco más de deducciones. El gobierno tiene que asegurarnos que estos cambios en la progresividad (nuevas tasas) se hacen bajo un criterio técnico, donde no afectarán la productividad o los incentivos a producir se verán alterados. Sustentos como “me pica el ojo y me hinca el hígado” no deberían ser aceptadas.