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¿Qué busca el gobierno en Camisea? El cuento de la «renegociación»

Publicado: 27/09/2021
5 minutos

Si el gobierno tuviera buenas intenciones y buscara realmente el beneficio del país y del “pueblo” que dice representar, haría las cosas bien. Pero no, los datos y evidencia apuntan, cada vez, a que el régimen tiene otros objetivos: poder y recursos para consumar su proyecto político autoritario.

Que el premier Guido Bellido haya amenazado, vía tuiter, con nacionalizar Camisea a 58 días de inicio del gobierno de Perú Libre no debe sorprender a nadie, lamentablemente. Está haciendo su trabajo. Su designación como jefe de gabinete tenía ese objetivo desde el primer día: confrontar y agudizar las contradicciones en el país, estrategia del manual marxista-leninista para lograr su objetivo político: instaurar un proyecto autoritario.

Que Bellido se mantenga en el cargo pese a sus simpatías y nexos con el terrorismo, a su machismo y misoginia, a su admiración por dictaduras como la cubana o venezolana, y a sus continuos exabruptos que agravan la crisis política en el gobierno y la incertidumbre económica, solo se explica porque el presidente Pedro Castillo comparte la misma visión de las cosas que su premier, más allá de algún tuit donde parece que le quiere enmendar la plana.

Castillo llegó al poder con un discurso antiempresa y antiinversión. Como candidato, lo suyo fue azuzar en plazas y mítines el odio, la lucha de clases y dividir a la población. “Las empresas transnacionales están con las horas contadas”, dijo el 27 de abril pasado, cuando ya había pasado a la segunda vuelta.

Días antes, el 14 abril, cuando aún estaba fresca su victoria en la primera vuelta, el profesor cajamarquino ya había confirmado sus planes de llegar a Palacio.

“Nos ratificamos para que en el marco de una nueva constitución rescatemos los recursos estratégicos del Perú, que el gas de Camisea sea para los peruanos, hay que nacionalizar el oro, plata, el uranio, el cobre, el litio…tiene que ser para todos los peruanos”.

Que Castillo luego haya moderado sus discursos y promesas, como estrategia política, no implicaba que haya cambiado de parecer o dejado de lado sus propuestas. Eso lo sabían quienes avalaron su candidatura en la segunda vuelta, entre ellos, el hoy ministro de Economía, Pedro Francke, quien ahora hace malabares y contorsiones para tratar de justificar su presencia en el gabinete, a pesar de los desaires y maltratos que le hace públicamente el ala radical de Perú Libre.

El último papelón del titular del MEF fue en la gira que hizo con el presidente Castillo por EEUU, al afirmar que la asamblea constituyente no estaba en la agenda del gobierno, cuando los principales promotores de esa campaña inviable e ilegal son sus propios colegas de gabinete, que al hacerlo además incurren no solo en infracción constitucional, también en peculado de uso y malversación de fondos, según expertos consultados por Piensa.pe.

¿Qué busca el gobierno en Camisea? Los datos se imponen al relato

Entonces, Bellido está haciendo lo que Castillo ya había anunciado. Ni más ni menos. Y Vladimir Cerrón, desde las sombras del poder, aplaude. La vicepresidenta y ministra Dina Boluarte, se suma al coro y dice que todos en el gabinete están alineados con el objetivo de “recuperar el gas” para los peruanos y que solo hay diferencias en cómo lo comunican, pero parte de una premisa falsa: el gas nunca dejó de ser de los peruanos.

Pero hay más datos que evidencian que el gobierno no dice toda la verdad sobre sus verdaderas intenciones detrás del anuncio de Bellido, que ya remitió un oficio formal para iniciar la renegociación del contrato al consorcio Camisea, que integran Pluspetrol de Argentina (27.30% de acciones), Hunt Oil de EEUU (25.10%) y SK de Corea del Sur (17,.60%).

Veamos. Camisea ya entrega regalías por hasta el 65% de sus utilidades, y expropiarla o nacionalizarla para sumar un 5% (el ideario de Perú Libre habla de 70%) no tiene mucho sentido, porque implica un costo mucho más alto para el país. El Estado, con el dinero de todos los peruanos, tendría que pagar US$30 mil millones en indemnizaciones al consorcio, por incumplir varios tratados internacionales que ha firmado, según la Sociedad Peruana de Hidrocarburos (SPH).

En sus 17 años de operación, Camisea ha entregado al Perú casi de US$15 mil millones en impuestos y regalías, además de US$6 mil millones que, en la última década, destinó al Estado por canon. ¿Qué se hizo con ese dinero? ¿Lo usaron las autoridades para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, a través de obras y servicios? No, la macrorregión sur tiene aún los peores indicadores de desarrollo del país.

La masificación del gas

Otra mentira que usan en algunos miembros del gobierno, como Boluarte, para justificar la renegociación del contrato con Camisea -tema que no se ha discutido en el Consejo de Ministros dicho sea de paso- es la tan mentada masificación del gas natural, pero acá no hay nada que discutir, porque el responsable de que ello ocurra es el Estado peruano, no el consorcio.

“El consorcio Camisea es el responsable de la producción, procesamiento y producción del gas natural”, explicó el presidente de SPH, Felipe Cantuarias, en RPP, al explicar que el Estado peruano ha firmado diversos contratos de concesión con empresas comercializadores, para que sean estas las que se encarguen de llevar el gas a los domicilios e industrias.

“En la práctica, esto ha funcionado solo en Lima y Callao, con Cálidda, pero no ocurre lo mismo en otras regiones del país, por una política pública equivocada, porque el gas se traslada en camiones, lo cual hace que el costo de transporte sea alto y no sea competitivo”, agregó Cantuarias.

Se puede renegociar cualquier contrato, pero respetando los mecanismos legales para ello. Ni Bellido ni nadie del Ejecutivo puede forzar una renegociación, según el artículo 62 Constitución, ni expropiar nada sin una ley del Congreso, como lo señala el artículo 70 también de la Carta Magna. El mensaje del premier daña todavía más la confianza empresarial y la seguridad jurídica.

Si el gobierno tuviera buenas intenciones y buscara realmente el beneficio del país y del “pueblo” que dice representar, haría las cosas bien. Pero no, este lunes el dólar volvió a subir a S/ 4.12 (nuevo pico histórico) por la amenaza de nacionalizar Camisea, lo que afecta el bolsillo sobre todo lo que menos tienen. Y cada vez quedan más claras sus pretensiones del régimen: poder y recursos para consumar su proyecto político autoritario.