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Protestas en Ica: ¡Qué eliminen la Ley de Promoción Agraria! ¿Qué hablas, oe?

Publicado: 03/12/2020
5 minutos

En este caso, la informalidad sigue siendo nuestro talón de Aquiles. Pero ahí debe entrar a tallar el Estado. ¿De quién es esa resposabilidad? Que no te floreen.

En septiembre hablamos sobre la Ley de Promoción Agraria. En ese momento, los congresistas deseaban meterse contra una ley que funcionaba muy bien dado los beneficios que tanto trabajadores, empresarios y el país obtuvieron en casi dos décadas en que esa ley se aplicó. Si desean ver la última modificación a la ley, entren aquí.

Hoy vuelve a ponerse en debate por las manifestaciones que se han dado en la región Ica. Varios medios y personas comentan por redes sociales que esta ley ha beneficiado a un grupo reducido de empresas, que los sueldos de los trabajadores son ínfimos y, lo más grave, que han perdidos sus derechos laborales dado que no les pagan CTS como vacaciones.

Veamos. Una de las más favorables consecuencias que trajo la aplicación de esta norma es el aumento en la formalización de los trabajadores del sector agrario. Hay que tener en cuenta que un trabajador informal, no es que tenga pocos derechos laborales, es que no tiene ninguno: cero, cerapio, nara. En cambio, uno formalizado puede acceder a mejores condiciones gracias a capacitaciones, llegar a obtener créditos, hacer un plan de pensiones y poseer un seguro de salud. La siguiente gráfica lo explica mejor:

Por la gráfica anterior, vemos que el impacto en el total nacional se debió básicamente por la costa, dado que la sierra y selva se ha mantenido casi igual en los últimos 15 años. Tengamos presente que la ley incentiva inversiones en actividades agrícolas fuera de la región Lima. La costa es la única que ha logrado atraer esa inversión, por los productos que se cultivan y que tienen alta demanda para exportar.

Si la informalidad ha tenido ese comportamiento, ¿qué pasó con la pobreza? Esa es una muy buena pregunta. La gráfica líneas abajo, muestra cómo en 15 años la pobreza se contrajo en 45 puntos porcentuales. ¿Esto no es un buen resultado relacionado con esta ley? Sí, es un gran avance, pero aún existe un 36% en condición de pobreza, donde está concentrada sobre todo en la sierra rural.

Ya presentamos dos indicadores; podríamos seguir mostrando gráficas sobre el crecimiento sostenido que ha tenido el total de superficie cosechada, el aumento significativo de exportaciones de frutas y hortalizas (con la consecuencia de generar divisas). También mostrar información sobre lo recaudado en tributos por el sector. Las mejoras en la productividad y uso del agua que la agricultura moderna genera. Sin embargo, creemos más relevante mostrar la información sobre lo publicado en contra de la ley.

El primer argumento contra la ley, indican que va contra los derechos laborales al no tener seguros ni tampoco vacaciones. Eso es totalmente falso. Veamos la tabla N°1 donde se muestra cómo ha ido cambiando la ley. Desde que entró en vigencia, con un menor porcentaje de aporte por parte del empleador (en régimen general es 9%), los trabajadores siempre estuvieron asegurados en Essalud.

Al mismo tiempo se ha dicho que los trabajadores no poseen vacaciones. Al inicio de entrada en vigencia en el 2000 y después de una primera extensión en 2010, los días de vacaciones eran de 15 días. En el 2019, se decidió que aumente a 30 y se iguale al régimen general. Es decir, a los trabajadores jamás se les quitó su derecho de vacaciones.

“Pero lo que ganan diariamente es una miseria”, “es una explotación como lo que los terratenientes hacían antes de la Reforma de Velasco, quieren mantener esclavizados a los trabajadores”. ¿En serio? Para empezar, la reforma de Velasco trajo menor inversión y más pobreza con su yapa de miseria. Pero eso es otro tema. Podemos debatir que el monto que pagan como sueldo o jornal mínimo no es tan alto como se esperaría dados los beneficios tributarios (el cálculo nace de la remuneración mínima vital).

Pero ojo, lo anterior es para trabajadores que recién ingresan al sector y no poseen experiencia. Recordemos que una gran cantidad de personas que dependen del sector agrario no han tenido una educación continua y de calidad. Pero por el mismo ciclo virtuoso generado por incrementos de demanda (sobre todo externa) y de productividad, esos trabajadores son contratados, capacitados y las mismas empresas los retienen para evitar costos de contratar nuevamente.

El resultado es que los sueldos promedios, según el mismo Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE), son de S/1,543; 30% más que la RMV. ¿Esto ha aparecido en los medios o ha sido mencionado por los opositores de la norma que no tendrían idea de cómo mejorar la situación de forma sostenida? No. Mienten y sostienen que no se paga CTS o gratificaciones, cuando es lo contrario; y aun cuando es un mejor régimen al de las pequeñas empresas y microempresas (donde aquí sí no se les paga nada, pero calladitos están).

Un último argumento que varios sectores han sostenido es que por el descuento en el Impuesto a la Renta (IR), que como muestra la Tabla N°1, sí se redujo a 15% (lo normal es 29.5%), los empresarios dejaron de pagar X millones al Estado. ¡Obvio! Cuando se dan beneficios para incentivar una actividad, normalmente, se descuentan impuestos. ¡Duhh!

Pero, ¿es malo que el Estado haya dejado de recibir esos ingresos? No, mientras menos recursos pasen o sean administrados por el Estado, mejor. Sabemos lo pésimo gestor y administrador que es de los recursos. No puede darnos lo elemental (justicia, salud y seguridad) y pretende abarcar más sectores de la economía extrayendo lo producido a empresas y ciudadanos. Ellos sin contar con la asquerosa corrupción enquistada en el Estado. Mientras los recursos se queden en el ámbito privado, mejor estaremos.

Por último, vemos que la informalidad es nuestro talón de Aquiles. Pero ahí debe entrar a tallar el Estado. ¿Quién fiscaliza? El Estado que ni pa’ eso funciona. Ninguna empresa debería ir contra esta ley, que se hizo de manera temporal (aunque ahora se va hasta el 2031) con beneficios legales y tributarios, pero con la intención de que se cumpla al pie de la letra. Eso nos debe hacer reflexionar que lo mejor es que no haya ninguna preferencia en la ley. Todos los sectores económicos se les debería aplicar un 15% de Impuesto a la Renta con una flexibilidad laboral total.

Economista enfocado en lo financiero y políticas públicas, doglover, la pandemia me regresó al mundo gamer. Una sociedad educada y con libertad económica es lo primordial para el desarrollo
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