El Proyecto de Ley[1], remitido el 27 de octubre de 2021 por el Ejecutivo, busca que paguemos más impuestos, nosotros, los contribuyentes, como si ya no pagáramos suficiente. Por ejemplo, para una empresa minera, da entre el 45% y 50% de sus ganancias[2][3]. No solo se toma en cuenta la tasa del impuesto que se le aplica sobre la base imponible, si no, las regalías, canon, tributación a las sobre ganancias. Así como: 1) modificar la determinación e incrementar las tasas del impuesto a la renta del capital (primera: alquileres y segunda categoría: ventas); 2) elevar las tasas de las rentas del trabajo (cuarta: trabajo independiente: locación de servicios y quinta categoría: relación de subordinación): Esas rentas (cuarta cédula) se tributan de manera de manera conjunta y progresiva, deduciendo 7 UITS y de lo que resta se consigna en cuadrantes, pagando las siguientes tasas, dependiendo del cuadrante en el que se encuentre:
Primer tramo: de 0-5 UIT 8%.
Segundo tramo: de 5 – 20 UIT 14%.
Tercer tramo: de 20- 35 UIT 17%.
Cuarto tramo: de 35- 45 UIT 20%.
Quinto tramo: más de 45 UIT 30%.
Y se paga, muchas veces, más de dos tasas a la vez: resultando que la carga tributaria, sea, evidentemente, mayor a la(s) tasa(s) que se está(n) soportando. Esto nos hace ineficientes económicamente. Si con lo que tenemos ya pasa eso, imagínate cuánto empeorará con este paquetazo. Además de que, obviamente, ahuyentaría inversiones y productividad.
Obvio, hay que darle plata al Estado para que funcione y se acorten las brechas. Pero esta recaudación debe hacerse con creatividad y sin que sea algo estricto: en vez de aumentar más los impuestos, sus tasas o la forma en cómo se determina si debes pagar o no, se puede simplificar esta misma forma (riqueza, patrimonio, consumo) y poner tasas diferencias según qué tipo de trabajador eres. Por ejemplo, micros, pequeñas, medianas y grandes empresas: que tribuyen bajo el criterio de lo que han percibido (cobrarles cuando ya tengan las ganancias y no cuando están en la espera de estas); tomando en cuenta la capacidad económica de cada uno (que se vea que el dinero que uno gane alcance para afrontar nuestros gastos, que incluye el pago de tributo y no contributiva: cuando se realice manifestación económica alguna). De esa manera, se incrementará la presión tributaria (habrá más contribuyentes) y se incentivará a la formalidad.
Se ha perdido otra vez la oportunidad de reformar nuestro sistema tributario de manera prolija y se ha optado por el efectismo, oportunismo que tanto daño hace. Compartamos nuestro queso de una manera diferente: apostemos por reformas sostenibles, rigurosas, que respeten los principios constitucionales tributarios que permitan diversificar y ampliar el universo de contribuyentes, que sea un sistema tributario predecible, amigable: que se fiscalice el comportamiento tributario; pero garantizando la inversión y la productividad. Que se acorte la brecha social y se luche contra la corrupción. Hay que ser un país desarrollado, ser coherentes con lo que aspiramos como Estado. Ser un Estado miembro de la OCDE, con todo lo que denota serlo.
[1] Proyecto de Ley N° 583/2021-PE
[2] https://www.desdeadentro.pe/2021/07/carga-tributaria-real-para-una-empresa-minera-esta-entre-45-y-50-de-sus-utilidades/#:~:text=Para%20Ricardo%20Carri%C3%B3n%2C%20gerente%20de,entre%2045%25%20y%2050%25.
[3] https://www.rumbominero.com/peru/noticias/mineria/ey-es-mentira-que-la-mineria-en-el-peru-no-pague-impuestos/#:~:text=De%20igual%20manera%2C%20se%C3%B1al%C3%B3%20que,casos%20puede%20llegar%20al%2040%25