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¿Por qué no abren los cines aún si ya tienen luz verde?

Publicado: 24/06/2021
3 minutos

Las cadenas piden al gobierno que se permita el consumo de bebidas y alimentos en sus salas, porque la venta de confitería representa el 40% de sus ingresos. Esperan una respuesta pronto, porque la industria ya suma US$300 millones en pérdidas tras 15 meses sin operar y el 30% de complejos está en riesgo de desaparecer.

Los cines ya suman 15 meses cerrados, poco después del inicio de la pandemia, en marzo del año pasado. Un amigo, que trabaja en unas de las cadenas que operan en el país, me contaba que ya la situación es crítica, porque si bien ahora tienen la autorización para funcionar con el 40% de aforo, no se permite el consumo de alimentos en ls salas. “Cine sin canchita no es lo mismo”, me dice Rodolfo. “¿Entonces que le están pidiendo a las autoridades?”, le pregunto yo. “Igualdad de condiciones con otros países de la región”, me responde.

Los cines esperan volver a funcionar, pero incluyendo la venta de bebidas y alimentos, porque de otra forma sus operaciones no son rentables. Ese es su modelo de negocio, dicen desde el gremio. Aquí está el entrampamiento con el Ejecutivo, que considera una conducta de riesgo sanitario que la gente coma en las salas de cine.

Las cadenas ha apelado a un estudio que libera de riesgos el consumo de alimentos en salas, y además sostienen no hay diferencia en la venta de alimentos en restaurantes y sus locales. “No entendemos la diferencia entre compartir una mesa en un restaurante, versus comer dentro del cine donde incluso todos están mirando hacia una misma dirección con casi ninguna interacción y en absoluto silencio”, le escuché decir el otro día a Mónica Verdeguer, presidenta de la Asociación Nacional de Cines del Perú (Anasaci).

Desde Anasaci aseguran que sus sistemas de ventilación garantizan una renovación de aire permanente dentro de la sala, porque inyecta aire fresco durante la función. Ya han realizado los estudios correspondientes y le han alcanzado los resultados a las autoridades sanitarias. Esperan tener una respuesta pronto, porque ya acumulan US$300 millones en pérdidas y el 30% de complejos de cines está en riesgo de cerrar de forma definitiva, lo que implica que unos 10 mil puestos laborales se perderían. Hay además 10 proyectos para construir más salas en el país estancados.

Mi amigo Rodolfo me dice además que en los últimos 10 meses representantes de las cadenas de cines estuvieron trabajando los protocolos de bioseguridad en varias mesas multisectoriales, pero los constantes cambios en el equipo de Ministerio de Salud (Minsa) evitó que se avanzara en este tema.

A finales del 2020, cuando la reactivación se manejaba por fases en el país, la reapertura de los cines quedó en suspenso porque el protocolo aprobado por Produce en ese momento no contemplaba el expendio de bebidas ni alimentos. Para el gremio no tenía sentido abrir bajo esas condiciones, porque, en promedio, el 40% de ingresos de los cines es por concepto de confitería.

La cosa no está tan clara, porque en el Ejecutivo, según ha trascendido, no están convencidos del todo de que no hayan riesgos epidemiológicos al momento de que una persona se baje la mascarilla para comer en una sala de cine. En todo caso, algunos expertos sugieren, como una salida intermedia, que las autoridades verifiquen cada semana la capacidad antiséptica de los filtros de aire de los recintos.

Tributarista, con experiencia en el sector privado y público. Norteña de nacimiento y corazón, ahora viviendo en la capital. Casada conmigo misma, pero con much@s pretendientes. Llegué aquí para analizar la realidad y resolver tus dudas sobre temas tributarios que nos afectan a tod@s. Si no lo entiendes, yo te explico.