Con los constantes conflictos sociales y ambientales contra mineras y petroleras, se han creado distintas transferencias a las regiones con el objetivo de que se beneficien del desarrollo de estos recursos naturales. Entre estos están: el canon minero, el canon y sobrecanon petrolero, la regalía minera, el Fondo de Camisea (FOCAM), entre muchos otros.
Estos son transferidos a municipalidades distritales y provinciales, gobiernos regionales, universidades públicas y a algunos ministerios (como el caso del fondo de las Fuerzas Armadas de Camisea). Este dinero se transfiere con la idea de beneficien a las poblaciones de las zonas de influencia de los proyectos, pero las entidades públicas de estas regiones son los intermediarios.
Sin embargo, muchas veces esto no ha sido así. La gente siente que esto no ha tenido mayor efecto, ya sea por la mala calidad de las obras (monumento a la maca), como por no destinar estas a las zonas más vulnerables y concentrarlo en las ciudades.
Uno de los grandes problemas es que esta distribución se realiza de manera excesivamente atomizada. El 54% de todos los recursos se destinan a las municipalidades distritales. Sin embargo, en el 2019, de las 1,548 municipalidades beneficiadas, el 65% recibió menos de 1 millón de soles y el 28% recibió menos de 200 mil soles. Esto no marca una diferencia.

Asimismo, los congresistas constantemente siguen creando más y más distritos, lo cual empeora aún más este problema, ya que dispersa más los recursos. Muchos lo hacen para congraciarse con sus localidades, pero no consideran que más municipalidades es menos canon para cada una. Hacer un proyecto de inversión tiene costos fijos, así que empeora la eficiencia de estos recursos.
Otro problema de la gestión del canon es que no se usa todo en inversión (infraestructura, caminos, escuelas), sino que en promedio se va el 18% en gasto corriente: planillas, mantenimiento de jardines, entre otros. Esto tampoco ayuda que las poblaciones sientan que se ven beneficiadas por la actividad.

En el caso del canon petrolero es el peor (30%). Mucho de estos recursos se pierden en gasto corriente: canon y regalías mineras (16%), canon gasífero (17%), canon pesquero (19%), canon forestal e hidroeléctrico (16%). Esto hace que la gente no vea resultados directos y claros que le beneficien.
Finalmente otro problema grave es que estos recursos dependen de los precios internacionales del cobre, gas o petróleo. Por ejemplo este 2020, el canon petrolero será 40% menor que en el 2019, lo que perjudica la planificación de largo plazo de los proyectos de inversión. ¿Cómo puedes hacer una obra de envergadura si no sabes si tendrás dinero para seguir el próximo año?
Soluciones
Para cambiar esta situación es necesario cuestionar la fórmula del canon que incentiva la dispersión de los recursos. Se podrían transferir parte de los recursos de las municipalidades a fideicomisos para centralizar la gestión. Unos podrían realizar las inversiones a pequeña escala a favor de las comunidades, y otros gestionar las obras estratégicas de conexión o desarrollo productivo a nivel regional.
Uno de los motivos que genera el alto uso en gasto corriente es que las municipalidades no recaudan lo suficiente. Es necesario reducir su presupuesto para alimentar estos fideicomisos, y que estas o ajusten sus gastos o empiecen a tener medidas de formalización que les permita tener más fondos. El futuro de las actividades extractivas depende de ello.
Estos fideicomisos pueden encargarse a una oficina de gestión de proyectos (PMO, por sus siglas en inglés) o a través de Acuerdos de gobierno a gobierno. Esto agilizaría las compras, la implementación del proyecto y sería mucho más fácil medir su impacto en las localidades que se busque beneficiar. Facilitaría también el lograr consensos con la población y con objetivo comunes para cada región, provincia o distrito.
Finalmente algo que podría añadirse para evitar este vaivén que producen los precios internacionales es crear un Fondo de Ahorro y Estabilización para las rentas que provienen del canon. Con ello «ahorras pan para mayo», y así en momentos como ahora de crisis permites que las municipalidades y regiones tengan un fondo ahorrado independiente del gobierno central.