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Dos nuevas encuestas confirman que la distancia se acorta

Publicado: 10/05/2021
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Los estudios del IEP y de CPI confirman que Pedro Castillo no solo está estancado, sino que ha empezado a caer, y Keiko Fujimori a crecer. Si consideramos el margen de error (+/- 2,5%), podríamos estar hablando casi de un empate técnico de cara la votación del 6 de junio.

El domingo se publicó la última encuesta de Instituto de Estudios Peruanos (IEP), que muestra que Pedro Castillo ya no solo está estancado, sino que ha empezado a caer, al registrar un 36,2% intención de voto, mientras que Keiko Fujimori viene subiendo y registró un 30%. La diferencia se acortó a 6,2 puntos porcentuales. Y fue el IEP el que le dio, en la primera encuesta que publicó de cara a la segunda vuelta, hasta 20 puntos de ventaja al candidato de Perú Libre frente a su rival de Fuerza Popular.

Este lunes además se difundió otra encuesta, esta vez de CPI, en la que confirma la tendencia de los últimos estudios y la ventaja de Castillo se reduce aún más, hasta casi un empate técnico, si consideramos el margen de error (+/- 2,5%). El candidato del lápiz tiene un 34.2 % de intención de voto y la postulante de Fuerza Popular 32 %, según el sondeo que se realizó entre el 6 y 8 de mayo, luego del debate en Chota.

Así, todas las encuestas señalan en que Castillo no supo administrar su amplia ventaja inicial, sobre todo por propios errores: sus contradicciones e inconsistencias, la falta de un equipo técnico, la ausencia de propuestas y el lastre del jefe de su partido, Vladimir Cerrón. Esto ayudó a que Keiko Fujimori se acerque, pese a que carga pesadas mochilas, la propia y la de su padre. Luego de una estrategia inicial centrada en un discurso “anti-comunista” que parecería no estar dando resultados, pasó a lanzar ofertas electorales, algunas de ellas populistas -canon directo, duplicar el monto de Pensión 65 o un bono Covid para las familias de luto- que van directo a los sectores D y E, que es el bolsón de Castillo y son los más golpeados por la crisis.

Esto parece estar funcionando, además del debate de Chota que le dio el impulso inicial, porque no solo apunta a los indecisos sino también a arrebatarle algunos votantes a su rival, que más allá de una identificación emocional con sus electores, no ofrece medidas ni soluciones concretas para ellos. A diferencia de Castillo, que va de tropiezo en tropiezo, Keiko Fujimori tiene un estrategia para reposicionarse, aunque su antivoto sigue siendo su mayor problema.

Seguramente la candidata de Fuerza Popular tendrá que firmar uno o varios compromisos públicos que ayuden a despejar las dudas y resistencias legítimas que genera su candidatura, además de sumar a más profesionales independientes y solventes a su equipo. Lo otro que quizá puede inclinar la balanza hacia un lado u otro son los votos en el norte del país. Ahí podría ser determinante el apoyo a favor de Keiko Fujimori de Alianza para el Progreso (APP), el partido de César Acuña, que además anunció que hará campaña por la candidata naranja.