Al gobierno de Pedro Castillo y a Perú Libre no les gusta la prensa crítica ni independiente. Desde la campaña la relación fue mala y ya en el poder, se agudizó. Hoy existen graves restricciones para que los periodistas hagan su labor informativa, y ahora el partido de gobierno fue más allá y presentó un peligroso proyecto de ley en el Congreso que afecta la libertad de expresión que busca control de medios de los medios de comunicación.
En ese contexto han aparecido dos medios de prensa que no solo llaman la atención por sus ‘originales’ nombres, sino también por las personas que los dirigen: “El Sombrero” y el semanario “El Puka”. Pero no son los únicos operadores de la maquinaria mediática palaciega. Hay radios y canales digitales en ciernes que se suman a esta ‘causa’.
Pero empecemos por esta suerte de nuevos «diarios chichas», al mejor estilo del fujimontesinismo, que han aparecido en el mercado local.
“El Sombrero, diario digno”, lo dirige el abogado y ‘polifacético’ Jorge Paredes Terry, quien apoyó a Pedro Castillo en la segunda vuelta de la campaña y antes estuvo ligado al Movadef, brazo político de Sendero Luminoso del que son cercanos actuales miembros del gobierno.
Paredes es tan elástico como su propia autodefinición (“soy patriótico y nacionalista, enemigo de un comunismo estatista y de un capitalismo salvaje”): un día puede aparecer al lado Hernando Soto y luego irse al otro extremo, y aliarse con Antauro Humala o el mismo Pedro Castillo, pasando por Ollanta Humala, claro. Lo suyo parece ser el “pragmatismo salvaje”, si cabe el término.
Ahora, embutido en su nuevo rol de director de un “diario digno”, Paredes dijo en Correo que “El Sombrero” es su nuevo “emprendimiento personal”; que tiene un socio -al que no quiso identificar-, y que se financian con los “ahorros” de ambos.
Paredes Terry también asegura que su objetivo es informar con “objetividad” y que no son un diario “gobiernista”, aunque sus portadas y titulares parecen decir lo todo lo contrario (“Persecución política contra Perú Libre”, “¡Presidente se pone bravo!”, “Cerrón se defiende”, entre otros).
“Puka” picante
El semanario “El Puka”, como se hace llamar el premier Bellido y que significa “rojo” en quechua, lo dirige Rogger Taboada, un militante de Perú Libre. Una rápida mirada a sus redes sociales es suficiente para darse cuenta que es un férreo defensor del jefe de gabinete.
“Ni un centavo más a prensa y tv basura. Reciben mil millones de soles anuales del dinero del pueblo por calumniar y atacar al gobierno”, escribió hace poco Taboada, que estuvo presente en la última celebración de cumpleaños de Bellido, para más señas.
El subdirector del semanario “El Puka” es William Chávez, quien allá por el 2008 dirigió Inca Noticias, un periódico mensual que se publicaba en Venezuela con contenido a favor de Ollanta Humala y que recibió financiamiento del régimen de Hugo Chávez a través de publicidad estatal.
La mesa está servida
Precisamente, como telón de fondo está el tema de la publicidad estatal. Si estos medios se financian con dinero privado, no hay problema. Pero si hay dinero público, ahí sí hay que evaluar si se cumple con la ley para que las entidades del Estado contraten espacios publicitarios en medios de comunicación privados, que fija criterios de alcance (lectoría, rating o sintonía) sobre todo.
El Congreso pasado, poco antes de que culmine sus funciones, en julio de este año, aprobó modificar esa ley de publicidad estatal, para que el Estado ahora deba contratar “prioritariamente” espacios publicitarios en medios que operan en “distritos, provincias y regiones con programación local por no menos del 50%”.
Al respecto, Jorge Baca, presidente de la Sociedad de Radio y Televisión, dijo que, como regla general, en este tema “deben prevalecer estrictamente técnico, porque estamos hablando de dinero de todos los peruanos, cuyo objetivo es maximizar su beneficio”.
Crece la maquinaria mediática
Pero en la maquinaria mediática detrás del presidente hay otros medios también. Está Radio Latina, por ejemplo, en la frecuencia AM, donde hay incluso un programa llamado «Palabra de maestro». Lo dirige nada menos que Yuri Castro Romero, secretario general de Perú Libre en Lima. «Gracias, maestro, por devolvernos las esperanzas. Gracias, maestro, el Perú tiene un nuevo día que, por fin, ya brilla el sol…», se le escucha decir a este dirigente del partido de gobierno en el este espacio.

Los directivos de esta emisora son asiduos visitantes de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM). Se trata de David Caballero Llanos y Mauro Gonzales Caballero. De hecho, Gonzales funge también de asesor de marketing del gobierno y en conversaiones privadas se suele atribuir la victoria de Perú Libre en segunda vuelta.
Sobre sus ingresos a la PCM, Gonzales le dijo a Latina que son para reunirse con Braulio Grajea, viceministro de Gobernanza Territorial, a quien lo asesora como «abogado». Pero lo curioso es que no registra en Sunedu título ni colegiatura en esta profesión. Grajea en cambio sí es abogado y ejercía como tal. De hecho, defendió a su jefe, Vladimir Cerrón, en el Caso Antalsis, en el que logró que no ejecuten el cobro de S/5 mil que le impusieron como caución al exgobernador de Junín.
Otro dato de Gonzales: antes de ser ‘cerrocastillista’ trabajó con Fuerza Popular en el área de redes sociales en el Congreso hasta el 2019, cuando se disolvió el Legislativo controlado por los naranjas.
Pero es no es todo. Mauro Gonzales Caballero también gestiona ahora el canal digital Nacional TV. En este proyecto lo acompaña Luis Alfonso Morey, abogado y asesor en comunicaciones. Para más señas, Morey también maneja el portal Digital TV GO, de orientación oficialista, y es parte del directorio del nuevo diario La Prensa, que tampoco oculta sus simpatías por el gobierno.

No está claro aún cómo se financian todos estos medios de comunicación ‘gobiernistas’ que han aparecido, pero los nexos que tienen con Perú Libre son claros y notorios, además de ser funcionales a sus intereses de azuzar las diferencias entre Lima y el interior, que incluye propaganda para su asamblea constituyente.
A esto se suma que el presidente Castillo anunció en su primer discurso del 28 julio pasado que impulsará una ley para que la publicidad estatal sea “regulada de mejor manera y que ese gasto se realizará dando prioridad a los medios de provincias y medios virtuales”.
¿Y qué está haciendo el sector privado para contrarrestar esta estrategia? Quizá debería pensar también en invertir en pauta publicitaria en medios regionales orientada a combatir esa narrativa falaz antiempresa y antiinversión que el lápiz busca instaurar en el imaginario popular.