El presidente Pedro Castillo dio su primera entrevista a un medio de comunicación desde que llegó a Palacio en julio de 2021. Lo hizo en el semanario Hildebrandt en sus trece, pero reveló poco y confirmó la imagen que ya proyectaba: la de un mandatario evasivo, sin respuestas claras o que miente abiertamente, de espaldas a la realidad y poco autocrítico.
En la entrevista, como en toda su campaña y los primeros cinco meses en Palacio, Castillo repitió una y otra vez la palabra “pueblo” y apeló excesivamente a la idea de que es un hombre del campo para encubrir sus limitaciones y eludir sus responsabilidades por lo que sucede en su gobierno. “Yo vivo aprendiendo y preguntando”, dijo en algún momento del diálogo.
En suma, desaprovechó una vez más la oportunidad para aclarar los cuestionamientos en su contra, los nombramientos indebidos que ha realizado casi con terquedad suicida, sus reuniones clandestinas en Breña y las sombras de corrupción que empiezan a aparecer cada vez con más fuerza en su gestión. Y lo peor es que parece no darse cuenta de sus limitaciones para empezar a rodearse mejor y corregir el rumbo de su gestión.
Veamos algunas de sus respuestas que, en el mejor de los casos, fueron decepcionantes o preocupantes, o abiertamente falsas, en otros.
- “Es fácil ser candidato y llegar a ser presidente. Pero es difícil gobernar”, dijo Castillo al ser preguntado por sus primeros meses en el poder.
- “Si no hubiésemos tenido la pandemia, quién sabe si por lo menos parte de lo prometido ya estaría encaminado”, señaló, al tratar de justificar la inoperancia de su gobierno.
- “Estoy dispuesto a que se hagan todas las investigaciones y voy a seguir dando todas las facilidades”, aseguró el presidente sobre las denuncias de corrupción que lo involucran directamente, pero lo cierto es que, al menos dos veces, obstruyó diligencias fiscales en Palacio.
- “No leo periódicos ni miro la televisión”, contestó cuando su entrevistador le consultó sobre lo que siente cuando enciende la TV los domingos por la noche, durante los programas periodísticos que han destapado varios de los escándalos de su gobierno.
- “Soy un hombre del pueblo”, alegó Castillo al ser interrogado sobre cómo se define ideológicamente. Negó ser comunista o marxista leninista.
- “Tengo que ser respetuoso de la política exterior y respetar la soberanía de los países”, dijo para justificar su negativa a calificar como dictaduras a regímenes como Cuba, Venezuela o Nicaragua.
- «Ni siquiera sabía que existía el MOVADEF», contestó al ser preguntado por su cercanía al Conare-Sutep, la facción radical del magisterio vinculada al movimiento fachada de Sendero Luminoso.
- “No hay lista porque no es despacho funcional del gobierno”, sostuvo el presidente al trata de explicar por qué, hasta ahora, no transparenta las reuniones clandestinas que sostuvo en la casa de Breña.
- “Nunca la cité, no sé por qué fue y nunca nos encontramos”, dijo Pedro Castillo sobre la presencia de la lobista Karelim López en la casa de Sarratea.
«Hay una especie de autoceguera, una ceguera autocompasiva y narcisista para no ver lo que está sucediendo. El entorno lo blinda, la vanidad que confunde y él cree que los 30 puntos que ha perdido en popularidad son invento de sus enemigos».
César Hildebrandt, sobre las impresiones que le dejó la entrevista a Pedro Castillo. (RPP 21.01)