Tras los últimos destapes de corrupción que salpican al propio presidente Pedro Castillo, la PCM aprobó una Estrategia de Integridad para el 2022, para evitar supuestamente más de estos casos. Pero, ¿bastará con eso? Hasta ahora al menos, ni el mandatario ni nadie de su entorno ha dado señales claras de querer enmendar el rumbo, así que esa «estrategia» lo más probable es que termine siendo solo un listado más de buenas intenciones.
Ni siquiera el hecho de que solo seis votos en el Congreso hayan evitado que se admita a debate la primera moción de vacancia presidencial parecen haber hecho reaccionar al jefe de Estado. Si Castillo insiste en su actitud, perderá hasta el apoyo que ha recibido de un grupo de bancadas a cambio de compromisos que aún está por verse si cumplirá. Y es casi seguro que en un escenario así no podrá salir ileso de una siguiente ola vacadora.
Pero volviendo al tema de la “integridad”, la premier Mirtha Vásquez, que ya empieza a mostrar signos de desgaste político en pocos meses, anunció la reactivación de la oficina de integridad de la Presidencia, pero lo que no dijo es que esa entidad -que se llama en realidad Unidad Funcional de Integridad Institucional (UFII) del Despacho Presidencial– fue desactiva apenas Pedro Castillo asumió el poder.
“La Presidencia ha decidido reactivar la Oficina de Integridad de la Presidencia, que no estaba activa desde julio”, dijo la jefa de gabinete en una conferencia de prensa tras el destape de las reuniones clandestinas de Pedro Castillo en Breña.
La premier no dijo toda verdad o no fue precisa en el mejor de los casos, porque la oficina en mención fue creada recién en marzo de este año, durante el gobierno de Francisco Sagasti, pero se desactivó a fines de agosto, con Pedro Castillo ya en Palacio y Guido Bellido en la PCM.
En esa misma conferencia, hace dos semanas ya, Mirtha Vásquez también prometió que iba a entregar la lista completa de los visitantes de Castillo en Breña y los temas que se tocaron. Aún no lo ha hecho, y el presidente sigue sin dar la cara ni explicar con quiénes se reunió y por qué; tampoco ha dicho nada sobre los US$ 20 mil que escondía en el baño de su oficina su secretario y amigo Bruno Pacheco, quien traficada influencias desde Palacio.
El mandatario además no ha rectificado los nombramientos cuestionados en puestos claves. Este domingo, Punto Final reveló que Essalud contrató con dos amigas de su sobrino, Fray Vásquez Castillo, que apenas han terminado la universidad. Se trata de Nathaly Blanco Jiménez, de 22 años, que fue contratada el 20 de octubre en la Gerencia Central de la Persona Adulta Mayor, con un sueldo de S/4.000, bajo la modalidad de orden de servicio, pese a que no registra ningún grado académico en la Sunedu.
En tanto, Katicza Blanco Jiménez, de 25 años, ingresó a trabajar en setiembre pasado como coordinadora administrativa en la gerencia de abastecimiento de Essalud. Empezó gananado S/5.000, pero en noviembre pasó a percibir más de S/9.000, a pesar de que obtuvo el grado de bachiller en Economía recién este año.
Pero hay más…
También se acaban de revelar los chats que el presidente Castillo intercambió con el ex comandante general del Ejército José Vizcarra Álvarez sobre los ascensos militares, entre finales de octubre e inicios de noviembre. El mandatario le pidió coordinar el tema con su entonces secretario Bruno Pacheco y ascender a coronel al comandante Víctor Hugo Torres Quispe.
Por si fuera poco, también se confirmó que el exministro Walter Ayala quiso interferir en los ascensos militares, como lo habían denunciado en su momento los altos mandos de la institución. El Comercio reveló una serie de chats en los que se evidencia que, a través de su edecán, Ayala insistió en beneficiar a varios oficiales y hasta a su propia escolta. El extitular de Defensa había negado que existieran este tipo de conversaciones.
Entonces, ¿de qué integridad y lucha contra la corrupción puede hablar el gobierno con todo lo que hemos visto hasta el momento sin que haya una sincera autocrítica de por medio ni un real interés de rectificar el rumbo?