No me florees, Principal

Castillo: 100 días de espaldas al país

Publicado: 26/10/2021
9 minutos

Dos gabinetes con personajes muy cuestionados, el intento de copamiento del Estado, las pugnas en la bancada de gobierno y el fetiche de su partido por la constituyente, han generado gran incertidumbre e inestabilidad en el Perú. El más perjudicado ha sido el ciudadano de a pie.

Cuando el presidente Pedro Castillo tomó el mando, de arranque, muchos no lo querían. Desconfiaban de él sobre todo por el partido que lo llevó a la victoria. Obvio, ¿no? ¿Quién va a confiar en un grupo con ideología marxista-leninista? Sin embargo, una gran parte de la población le dio su voto, con la esperanza de un cambio que nunca llegó. Al menos no como el que esperaban. Muchos consideraron válido darle la oportunidad a una persona de campo, profesor rural, quien además tenía gran conexión con una población que el Estado ha olvidado por décadas. ¡Pero nos equivocamos!

En estos 100 días fuimos testigos de lo poco preparado e improvisado que es el mandatario, porque desconoce temas básicos (siendo profesor). Ojo, no es malo ignorar asuntos en los que no se tiene experiencia. Lo que es malo y perjudicial es que no elija a los colaboradores adecuados, para que suplan esas falencias. Castillo hizo todo lo contrario. De entre lo malo, escogió lo peor. Poner a la cabeza del gabinete a alguien no solo con un claro discurso machista, misógino y homofóbico, sino también con simpatía por grupos terroristas, era un despropósito que no podía terminar bien. A eso súmale las incoherencias, lo impredecible de su discurso y la incertidumbre que genera.   

Antes queríamos avanzar rápido sin tener dirección. ¡Vamos creciendo, no importa lo demás! ¡El desarrollo vendrá después, hoy hay que hacer crecer la economía! Eran frases que resumían la visión anterior. Nada de generar mayor respeto por instituciones inclusivas que velen por principios básicos de libre mercado y la defensa de la libertad económica. Sin embargo, hoy no tenemos dirección y la poca institucionalidad que hemos logrado construir, se ve amenazada por las propias decisiones de quienes nos gobiernan. Tampoco hay un liderazgo claro. Los 100 primeros días de don Pedro Castillo han sido un fiasco y una desilusión total. ¿No te acuerdas por qué? Te lo contamos.

Poder Ejecutivo

Los nombramientos del primer gabinete. ¡Por Dios! Empecemos por la cabeza de ese monstruo de 19 cabezas. El expremier Guido Bellido. No solo era el menos adecuado para el cargo, también estaba siendo investigado por apología al terrorismo y lavado de activos. Nada menos. Además, como ministro de Trabajo estaba un tal Iber Maraví, un exterrorista que participó en atentados contra el Estado y la propiedad privada y que capacitó a senderistas en el manejo de explosivos. No lo decimos nosotros, sino el medio más “derechista” del país tras una gran investigación… La República.

Cómo olvidar al excanciller Héctor Béjar, otro simpatizante de grupos subversivos que Castillo puso a cargo de la política exterior. Se lo bajaron, por obvias razones, cuando dijo que “a Marina dio inicio al terrorismo en el Perú”. Sin una pizca de vergüenza, quiso cambiar hechos históricos del país. También podemos mencionar a otros exministros, como el de Transportes, Juan Silva, que tiene papeletas por graves infracciones y que fue denunciado por golpear a su mujer. O Rubén Ramírez, del Ambiente, denunciado también por su pareja; o Geiner Alvarado, de Vivienda, que fue intervenido por manejar ebrio.

Pero bueno. Entendió el presidente y a inicios de octubre, hizo siete cambios en el gabinete. Todos creíamos que ahora sí, la incertidumbre se evaporaba, que todo volvería a la normalidad y que seguiríamos siendo gobernados por la izquierda, pero una izquierda responsable, coherentes, dialogante, bla, bla… Pero nos volvimos a equivocar. Sacaron a dos impresentables (Bellido y Maraví) pero pusieron a otros dos impresentables (parece que no pueden perder la cuota). Carlos Gallardo en Educación y Luis Barrenzuela en Interior. Dos ministerios claves para el país. Cambiaron de nombres rostros, pusieron algunos rostros más amables, pero en el fondo es más de lo mismo.

Obviamente, tampoco podemos dejar de mencionar que el presidente Castillo es el nuevo mudo. Solo habla en activadades oficiales, sobre todo en provincias, y con un micrófono en mano, se olvida que ya se acabó la campaña y que le toca gobernar. No ha dado una sola entrevista, no permite que nadie confronte sus ideas o cuestiones sus decisiones cara a cara. Además, están los roces que ha tenido con la prensa. Hay periodistas que fueron agredidos solo por querer obtener declaraciones del mandatario.  

Política exterior

En política exterior… ¿qué se puede decir? Fue un éxito que la Cancillería haga que el presidente viaje a los Estados Unidos y vea al imperio por dentro. Sin embargo, en esa misma gira, cuando estaba en México, fue captado por los operadores del dictador Nicolas Maduro. Y les hizo su favorcito. Renovar las relaciones diplomáticas. Claro, para darle legitimidad a esa dictadura que se la pasa hablando de justicia social e igualdad pero atenta contra los derechos humanos de sus propios ciudadanos. Ah, pero para la izquierda está bien. Si tienen mi ideología, no hay problema. Sigue asesinando nomás.

En economía

En términos económicos, lo que caracterizó al gobierno es la incertidumbre creada. Alucinante. Nunca nos imaginamos que podíamos ver el costo del dólar en S/4.12. De verdad que, en dos meses, perdimos bastante poder adquisitivo. Con el cambio de ministros, se previó que el tipo de cambio caería por debajo de los S/4. Pasó, pero hoy, vuelve a rozar ese umbral por las incoherencias del gobierno. Esta semana, en el Congreso, la primera ministra, bien aplicada pidiendo el voto de confianza, pero su jefe, el presidente, planteando nacionalizar Camisea. Al mismo tiempo. ¡Cosa de locos! Y el ministro Pedro Francke, bien callado.

No hay plan para articular al país. Las entidades del Estado no escuchan al ciudadano o al sector que produce y crea riqueza. La consecuencia clara de eso es que el aparato público da normas o implementa políticas públicas que no son realistas. ¿Cuál es el resultado? No se pueden implementar y si se hacen es a un alto costo, sin ningún tipo de mejora en el bienestar de la población. No hay plan para mover al elefante que es el Estado. Se convoca a gente no preparada. Ah, pero siguen diciendo “no más pobres en un país rico”.

Las expectativas eran altas, pero fueron cambiadas por incertidumbre. El tipo de cambio no solo le generó un problema a las personas con deudas en dólares, también impactó en la inflación, como muestra la gráfica N°2. Podía comenzar a bajar, pero con los anuncios del presidente sobre Camisea, no sabemos. También, el enterarnos de una recolección de firmas promovida por altos cargos del gobierno para una Asamblea Constituyente, hizoel panorama más sombrío y preocupante.

El Ministerio de Economía y Finanzas está deseoso de pedir facultades tributarias, pero no pide nada sobre medidas laborales. Tenemos graves problemas de informalidad, pero no quiere enfrentar al problema. Medidas para flexibilizar al mercado laboral y reducir costos y ampliar el seguro social son urgentes. Pero el gobierno mira hacia otro lado. 

Producción

En producción no se tiene claro una política para diversificar nuestra economía. Es más, hasta se desea matar a los huevos de oro, la minería. Gracias a los aportes o rentabilidades de ese sector, podríamos tener los recursos para invertir en capital humano, nuevos métodos de producción e innovar; para crear nueva tecnología que podamos exportar. Tenemos que acelerar ese camino, porque ya lo hacemos. Sin embargo, la narrativa de la izquierda te dice que solo exportamos piedras. Producimos maquinaria, con harta tecnología.

Energía y Minas

Renegociación del contrato de Camisea, pero a la prepo. ¡No pues! No puede ser que un gobierno haga eso. El Ejecutivo tiene las herramientas para analizar e investigar para definir dónde o cómo se puede mejorar el contrato, pero dentro de los marcos legales. El presidente Castillo ha vuelto a amenazar con nacionalizar la empresa Camisea. Es absurda una medida como esa.

El gobierno debe centrarse en hacer más masivo el gas en las zonas del sur y la amazonía. También debe impulsar los grandes proyectos mineros, que nos generarían más recursos para salud y educación, que tanto nos falta. Algo donde el gobierno no la ve, es en los pasivos ambientales. Si el gobierno soluciona o crea el marco jurídico y los incentivos adecuados para arreglar estos temas, ganará un gran apoyo de las zonas que hoy sufren los impactos de las empresas, privadas y del Estado, que explotaron los recursos sin medir su impacto años atrás.

Salud

La vacunación, hay que decirlo, es uno de los procesos muy bien manejados por el actual gobierno. No podemos desmerecer los buenos resultados que se están logrando. Ya vamos más de 55% de personas con una dosis y más del 43% con ambas dosis. Claro, el mérito del gobierno actual es el de no haber tocado el equipo ni plan de inmunización dejó en marcha la gestión anterior. Al César lo que es del César. Bien por la vacunación.

Pero mal por la intención de reducir el presupuesto en varios subsectores de la salud: VIH-Sida, Cáncer, Tuberculosis (TBC), Enfermedades raras. Hay la pretensión de quitarles presupuestos en más de S/600 millones. ¿Cómo es posible? ¿Para qué la emisión de bonos? ¿A qué desea destinar esos recursos levantados? Es la típica de todos los gobiernos… invertir en Salud es para esperar resultados a largo plazo. No se ven en un horizonte menor a 5 años.

Así estamos. Este fue el recuento de los casi 100 días del gobierno del presidente Castillo, pero se siente como si fuera un año. ¡Y pensar que faltan 57 meses!

Ahora, hay que hacernos otra pregunta… ¿qué ha hecho la derecha en estos 100 días? Sobre todo, la derecha liberal. ¿Tenemos estrategia para el 2026? ¿Tenemos visión? ¿Vamos a dejar que los mismos políticos, esos que hacen política para su propio beneficio y allegados, en vez de buscar el bien común, sigan siendo los que tomen las decisiones de los ciudadanos?  ¿Cómo vamos a hacer para llevar el mensaje de defensa de la libertad económica, respeto por la propiedad privada, de nuestros principios y valores de dedicación al trabajo, ahorro, defensa del plan de vida ajeno? ¿Cómo?

A la vez, ¿qué estamos haciendo para las elecciones regionales y municipales que serán en un año? Para el caso de Lima, ¿vamos a dejar que alguien como Rafael López Aliaga, con su prepotencia y malcriadez que le brota por los poros, logre la Alcaldía de Lima? En regiones, donde no conocen sobre el liberalismo y la izquierda ha metido su veneno con la narrativa de “neoliberalismo”, pero ha gobernado continuamente y ha destruido zonas muy ricas en recursos de canon y regalías. ¿Qué estamos haciendo?

Todo apunta a que Pedro Castillo hará tan mal gobierno, que posiblemente los ciudadanos queden vacunados de elegir a los outsiders o aquellas personas que dicen que van a cambiarlo todo. Sin embargo, no por eso en la derecha liberal podemos esperar representar a ese electorado defraudado sin ofrecer valor a las propuestas, metas y soluciones para todos los ciudadanos.

Economista enfocado en lo financiero y políticas públicas, doglover, la pandemia me regresó al mundo gamer. Una sociedad educada y con libertad económica es lo primordial para el desarrollo
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