El presupuesto del 2020 asignado al Congreso asciende a S/650 millones de soles. En términos generales, dado que hay 130 congresistas, el gasto anual por cada uno es casi de S/5 millones.
Si detallamos las cifras, ¿cuánto gana un congresista? Según Transparencia, un congresista cobra mensualmente S/25,747 después de pagar impuestos. Ello incluye el sueldo, el pago por función congresal (además del sueldo, les pagamos por ejercer su función) y la semana de representación (una semana en la que le pagan al congresista por irse a su región a conversar con sus votantes). Sin embargo, ahí no queda la cosa. A cada congresista se le asigna dos asesores, un coordinador, dos técnicos, 1 auxiliar y 1 asistente. Todo ese personal asignado nos cuesta S/33,027 más.
Es decir, mensualmente, cada congresista nos cuesta un aproximado de S/58,774. Ah pero ahí tampoco acaba la cosa. Aunque no se tengan cifras certeras, se debe considerar los gastos por vehículo, seguridad, pasajes aéreos, etc. Es decir, todos estos gastos por sueldos y gollerías de nuestros congresistas, salen íntegramente de nuestros impuestos.
Bueno, este congreso volvió a ser noticia porque le denegó la confianza al gabinete presidido por Pedro Cateriano. Y mañana martes decidirá si le da o no la confianza al Gabinete Martos. La denegación del gabinete Cateriano generó mucho revuelo dado que en plena pandemia creaba un problema adicional. Es decir, al problema sanitario y la depresión económica que estamos viviendo, el poder legislativo le decía al ejecutivo: no me gustan tus ministros, no me consultaste bien, yo no quiero minería, el ministro de educación no me gusta, etc.
Primera pregunta: ¿por qué el presidente les tiene que hacer caso? Veamos. En la mayoría de repúblicas democráticas, el Poder Legislativo es el primer poder; de ahí viene la chapa que se le pone a los parlamentarios: “padres de la patria”. Dado que fueron elegidos por el pueblo, se supone que representan nuestros intereses con mucha responsabilidad. Por eso, son ellos quienes le dan la confianza (es decir, aprueban) a los ministros que el presidente designa para que lo ayuden a gobernar.
Segunda pregunta: ¿pero están representando realmente nuestros intereses? En estos 5 meses de trabajo, nuestros congresistas han generado centenas de proyectos de ley, pero solo han aprobado algunos cuantos. Entre las leyes promulgadas, uno encuentra poca calidad. No hay leyes que promuevan la inversión pública o privada o alcancen a ayudar directamente a los más pobres. Por el contrario, la mayoría de proyectos de ley quieren intervenir la economía, controlar algunos sectores privados y no benefician a los micro y pequeños empresarios, o a los más necesitados. Es decir, tus congresistas, querido lector, están gastando 650 millones de soles pero no justifican sus logros o mejor dicho, no hacen nada concreto y real por tu bolsillo, por tu chamba, por tu familia.
La recomendación: elige bien. ¿Qué significa elegir bien? Elegir gente honrada, sin problemas judiciales, que tenga ideas claras y concretas, que favorezca la inversión privada y pública, que entienda cómo funciona tu empresa, que te dé buenos servicios de salud y educación; que haya estudiado, que tenga experiencia profesional y experiencia política. Este congreso no está a la altura de esta histórica y difícil circunstancia. Sus miembros piensan que saben más que los mismos ciudadanos, expertos, colegios, gremios e incluso entidades del estado; no le hacen caso a nadie.
Por tal razón, debemos exigir que el congreso trabaje responsablemente, sin medidas populistas ni en función a intereses particulares, con miras a que el ya ineficiente aparato estatal desempeñe, por lo menos en este contexto, una mejor labor para enfrentar los momentos difíciles que muchos están padeciendo. Que no te floreen y considera estas cifras expuestas cuando tengamos que volver a elegir congresistas.