No me florees, Principal

Del ‘Club de la Construcción’ al ‘Club del Dragón’

Publicado: 03/03/2022
5 minutos

La delación de Karelim López ha destapado una caja de pandora en el MTC, donde ha denunciado una mafia que direcciona grandes obras públicas a empresas chinas que suelen presentar ofertas por debajo del monto máximo referencial del proyecto, además de millonarias cartas fianza de bancos asiáticos, con lo que limpian la cancha de sus competidores.

En Perú, todo apunta a que hemos pasado del llamado ‘Club de la Construcción’ al ‘Club del Dragón’, que integrarían grandes empresas chinas que se reparten millonarias obras públicas de infraestructura en complicidad de una supuesta mafia enquistada en el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) que denunció la lobista Karelim López, como parte del proceso de colaboración al que busca acogerse.

Estas empresas chinas operan en Perú al menos desde el 2018, cuando el gobierno de Martín Vizcarra les abrió las puertas, tras el colapso de las constructoras brasileñas del caso Lava Jato, como Odebrecht, OAS, Camargo Correa, Queiroz Galvao, Andrade Correa, que también eran parte del ‘Club de la Construcción’ junto con las peruanas Graña y Montero, Obrainsa, Málaga, Cosapi, ICCGSA, entre otras.

El modus operandi de contratos digitados que ha revelado Karelim López es muy similar al que usaba el ‘Club de la Construcción’, un cartel de empresas que, cuando había una licitación, se ponían de acuerdo y arreglaban el negocio a cambio de repartir porcentajes en forma de coimas. Por lo general, los sobornos que suponían entre el 1% y el 3 % del valor de los proyectos.

En el caso las empresas chinas que operan en el Perú, controladas por su gobierno, estas se presentan a las licitaciones de Provías Nacional y Provías Descentralizado, entidades que son parte del MTC, hacen que compiten entre así, pero luego limpian la cancha de sus competidores.

¿Y cómo lo hacen? Suelen presentar ofertas por debajo del monto máximo referencial de la obra, a lo que suman millonarias cartas fianza de bancos chinos que otras empresas, ya sean locales o extranjeras, no pueden igualar.

Por ejemplo, Sudaca reveló que uno de los casos en los que Karelim López denunció irregularidades fue el de licitación de un corredor vial en la frontera con Bolivia, entre Tacna y la ciudad puneña de Mazocruz. Aquí postularon China Railway Nro. 10 Engineering Group y China Civil Engineering Construction Corporation. El valor de referencia máximo de la obra fue fijado en S/145,6 millones; y el mínimo, en S/116,5 millones (80% del tope).

China Railway Nro. 10 Engineering Group quedó fuera al lanzar una oferta inferior al monto mínimo, pero quedó en carrera China Civil Engineering Construction Corporation, que se presentó a esta licitación con un socio minorotario: INIP Ingeniería Integración de Proyecto, que está vinculada presuntamente a los sobrinos del presidente Castillo, y con Zamir Villaverde García, amigo del jefe del Estado.

INIP Ingeniería Integración de Proyecto es una empresa peruana sin ninguna experiencia en ganar licitaciones públicas, pero que ha obtenido seis contratos con el Estado por más de S/ 581 millones adjudicados por el MTC desde que Pedro Castillo llegó al poder. Su gerente general es Roberto Jesús Aguilar Quispe, un joven de apenas 27 años que en mayo del año pasado recién obtuvo su diploma de bachiller en Ingeniería Civil y que vivía en la zona del exfundo Oquendo, en el Callao, de donde también es Fray Vásquez Castillo, el sobrino del presidente.

Pero volviendo a la licitación bajo sospecha, China Civil Engineering Construction Corporation y sus socios de INIP Ingeniería Integración de Proyecto presentaron una oferta de S/116,5 millones, el valor mínimo del proyecto. El consorcio competidor, que integraba Termirex, empresa que Karelim López representó en varias ocasiones, lanzó una propuesta de S/145,6 millones, el monto máximo de la obra. Por ello quedó fuera en la primera etapa del proceso.

La dupla chino-peruana quedó empatada con con otras dos empresas que habían presentado una oferta igual a la suya. El Sistema Electrónico de Contrataciones del Estado (Seace) dirimió la disputa con un sorteo digital: ganó al consorcio peruano-portugués Vial del Sur. China Civil Engineering Construction Corporation quedó segunda. Aquí el comité de licitación de Provías Nacional hizo lo suyo y se tumbó al ganador bajo el argumento que no acreditaba los ocho años de experiencia requeridos.

Fue así que la sociedad formada por China Civil Engineering Construction Corporation y la firma peruana INIP logró hacerse de un contrato de S/116,5 millones el 8 de noviembre del 2021. Y están en racha, porque han ganado tres licitaciones de Provías Nacional entre agosto y noviembre del año pasado por un monto total de S/ 581 millones, todos bajo el mismo modus operandi.

“Una opción es que la licitación esté concertada para que gane la empresa china y las otras que presentan ofertas sólo estén acompañándola y ya sepan quién va a ganar. La otra opción es que se adjudica al 80% y no a un monto más alto porque ya tienen un contacto con la entidad pública y, una vez que se realiza el contrato, se empiezan a hacer jugadas, como adendas”.

Óscar Saravia, experto en licitaciones (Sudaca 02.03.22)

Para más señas, China Civil Engineering Construction Corporation es parte de China Railway Construction Corporation, una de las constructoras más poderosas del mundo. Y China Railway Tunnel Group y China Railway Nro. 10 Engineering Group son subsidiarias de China Railway Group, otro gigante constructor. Todas estas empresas son estatales y las dirigen miembros del Partido Comunista Chino.

Las cartas fianza

Otro recurso que a las empresas chinas les da una ventaja comparativa en estos procesos son las millonarias cartas fianza que presentan, avaladas por grandes bancos del mismo país que operan también en el Perú, como el ICBC, hasta por mil millones de soles, reveló Caretas. Según expertos, los bancos nacionales no suelen entregar cartas fianza por montos tan grandes

“Piden que tengas la mitad del monto de la carta (fianza) en tu cuenta bancaria, pero nadie tiene millones ahorrados o inmovilizados. Trabajamos con dinero. Esto ha impulsado a que muchos empresarios busquen a estas empresas chinas”, sostiene un representante de una de las empresas constructoras peruanas afectadas por esta modalidad con la que son sacados de juego en las obras de infraestructura pública.

Un dato más: solo en lo que va del gobierno de Pedro Castillo, seis constructoras chinas han ganado contratos por S/ 2.176 millones.