El 2020 fue llamado el año de “la universalización de la salud” y fue el año donde la realidad nos restregó en la cara la verdadera situación de nuestro sistema de salud. La pandemia de la Covid-19 mostró la falta de preparación, el déficit de equipos, la inexistencia de una real infraestructura sanitaria, como establecimientos que ofrezcan atención en el primer nivel o camas en Unidades de Cuidados Intensivos (UCI).
Es decir, el sistema de salud peruano era frágil en todo sentido. Y el 2020 y los primeros meses del 2021, las dos olas de COVID-19 que en realidad fueron tsunamis, hicieron que, de forma diaria, se pierdan vidas por motivos completamente evitables. Los 30 años previos se tomaron medidas para hacer reformas que hagan prioritaria la salud de la población, pero se truncaron y seguimos en lo mismo.
Aunque en el 2021, el Estado gastó un 5% más que en el 2020, la inversión pública en Salud solo fue ejecutada en un 49%. O sea, teniendo los recursos, los millones de soles que se recaudan (o se extraen) de los ciudadanos y de las empresas, no se usó el 51% del presupuesto que el gobierno nacional tuvo asignado al Ministerio de Salud (Minsa) para inversiones, lo que significa que S/500 millones no se usaron. ¡Y en plena pandemia!
¿Se acuerdan una de las promesas de campaña del presidente Castillo sobre la salud? Pretendían aumentar su presupuesto a un 10% del PBI. A parte que era una medida inviable (porque dejaba sin recursos a otros sectores), era una medida que aumentaba recursos a un Estado o sector que no sabe ejecutar los recursos que ya maneja.
Hace unos pocos días, el actual gobierno saltaba en un pie porque la inversión pública había logrado llegar a los S/39,100 millones. ¡Todo un récord! Sin embargo, el éxito de ese aumento de la inversión se dio básicamente en la administración de Francisco Sagasti, que hizo crecer la inversión pública en 126%, mientras que la actual gestión de Pedro Castillo solo en un 2%. Algo peor ha sucedido con la salud. Miremos la gráfica N°1.
La inversión en Salud creció un 141% entre enero a julio 2021, en la gestión de Sagasti. Pero desde que ingresó la nueva administración liderada por Castillo, la inversión en salud cayó en 41%. “No pues Piensa.pe, es un nuevo gobierno”. La administración de Sagasti también era un nuevo gobierno y no tuvo cuatro meses con inversión negativa cercana al 30% o mayor.
El portal Epicentro.TV, publicó la situación en la que están los ambientes que el personal de salud en Villa Mongrut utiliza para descansar mientras enfrentan la pandemia. Este hospital lo maneja Essalud, no el Minsa; sin embargo, si el seguro social trata así a su personal, ¿cómo será en el Minsa, que solo invierte el 50% de su presupuesto? En el tweet a continuación pueden ver el estado calamitoso en el que toman un descanso.
Si entramos al detalle de los proyectos, vemos que 177 de un universo de 295 (más del 50%) están con un nivel de ejecución menor al 85%. Y lo que es peor, 38 proyectos que suman S/188 millones no tuvieron avance en su ejecución en todo el 2021. Y para remate, de este universo de proyectos sin ningún tipo de avance, hay tres para la adquisición de plantas de oxígeno, por S/77 millones.
Cometemos un error y en vez de aprender de ellos, entramos a una especie de círculo vicioso o patrón de repetirlos una y otra vez. Antes de que apareciera la variable Ómicron, se venía diciendo sobre la llegada, de todas maneras, de una tercera ola. El gobierno tuvo los recursos para seguir invirtiendo y fortalecer el sistema sanitario en todos los niveles.
Pero justo cuando declaran oficialmente el inicio de la tercera ola, nos damos cuenta cómo se ha comportado el Estado, otra vez, con los recursos para la salud. ¿La solución del gobierno? Las mismas medidas que antes no funcionaron porque tenemos un Estado incapaz de gestionar y administrar los recursos como debe ser y que la única solución que plantea para mostrarse que toma decisiones es privando de las libertades de los ciudadanos.