¿Rondas en el Callao?
En el Callao, precisamente en la Av. Juan Pablo II, se ofrecía el servicio de capacitación como rondero urbano en un local de Perú Libre. Parece chiste pero es anécdota. La gigantografía llevaba una imagen del presidente Pedro Castillo con un puño alzado y, en la otra mano, sostenía una penca, el arma de castigo en forma de látigo propia de los ronderos.
Lo último registrado por el Observatorio Regional de Seguridad Ciudadana indica que en el primer trimestre del 2021 se reportaron 130 víctimas agredidas por armas de fuego, de las cuales 37 han perdido la vida. Para frenar la delincuencia y garantizar la seguridad nacional está la Policía Nacional del Perú, pero tal parece que Castillo preferiría pagar favores hipotecando la seguridad de todos los peruanos.
Cuiden a la PNP
Instituciones como la PNP deben ser fortalecidas luego del estigma padecido como consecuencia de las marchas de noviembre y el paro agrario de diciembre. Sin embargo, Perú Libre quiere jugar a policías y ladrones con los sistemas de los ronderos, ¿es así como vamos a combatir la delincuencia?, ¿a punta de “pencazos”?
Las rondas son un sistema de justicia alternativa, podría decirse que es avalada por la costumbre como fuente de derecho. Aunque todos alguna vez admiramos la labor de los ronderos, lo cierto es que los castigos físicos no están previstos en nuestra normativa penal ni en la Constitución. Ahora, si condenaste los golpes del Capitán Cueva pero avalas un sistema de rondas, estás en nada, no atas ni desatas.
Por otra parte, el Ministerio del Interior debe hacer lo propio. Para proteger el Estado de derecho, no se puede pretender aplicar el sistema de rondas a las urbes. Homologar sus funciones con las de la Policía Nacional del Perú sería deslegitimar, desacreditar y desairar a esta institución. Ojo, no olvidar que suboficiales y oficiales de la PNP son estrictamente preparados previo sometimiento a un riguroso examen de admisión que evalúa aptitudes físicas y de conocimientos. Inclusive hay que reconocer su vocación de servicio y la inversión económica para ingresar al cuerpo policial.
“Mi Perú”, distrito chalaco y modelo
Ahora, no todo es tan malo. En el distrito de Mi Perú, Callao, se estableció un sistema de rondas urbanas como parte de la gestión de la alcaldesa Jade Vega. Este sistema se basaría en un trinomio de cooperación entre la comunidad, la municipalidad y la Policía Nacional del Perú. Sin dudas, claro está que todos debemos velar por hacer un Callao y un Perú más seguro.
Saludamos el sistema eficiente que busca establecer el distrito de Mi Perú y la PNP. Un sistema que no homologa funciones pero que pretende sobre la base de la cooperación, lograr la paz social que todos anhelamos. Esa es la clave.