El expresidente Martín Vizcarra, hoy candidato al Congreso por Somos Perú, trató esta semana de evadir la responsabilidad de su gobierno por el hecho de que, hasta el momento, en el Perú, donde han muerto 80,000 personas a causa de la COVID-19, no haya un solo contrato definitivo para acceder a las vacunas contra el virus.
“Con cuatro laboratorios hemos tenido el contacto y hemos estado a punto de cerrar y cuando estábamos a punto de cerrar, irresponsablemente el Congreso me vaca y se tira abajo al gobierno”, dijo desde Tarapoto, a donde llegó a hacer campaña política.
Fact checking
Pero su afirmación es falsa. Vizcarra, que fue vacado el 9 de noviembre por las acusaciones de haber recibido millonarios sobornos cuando fue gobernador de Moquegua, emitió el 11 de septiembre el Decreto de Urgencia N° 110-2020, en el que excluía de la Ley de Contrataciones del Estado, la adquisición y distribución de las vacunas. Y así se lo informó en un oficio al titular del Congreso en ese entonces, Manuel Merino.

La norma además facultaba al Ministerio de Salud a “suscribir contratos, acuerdos y/o convenios con el sector privado” para este fin. Ese decreto tenía rango de ley y había tiempo suficiente para que cierren y firmen los acuerdos concretos con los laboratorios que desarrollan la vacuna, pero no lo hicieron.
Lo acaba de confirmar esta misma semana el presidente Francisco Sagasti. “Lo único que hemos recibido del anterior gobierno fue dos preacuerdos firmados uno con Pfizer y otro con Covax. El resto han sido conversaciones”, dijo el jefe de Estado de transición, quien no quiso cargarle la culpa a su vacado antecesor, quizá, entre otras cosas, porque en su gabinete está Pilar Mazzetti como ministra de Salud, que ocupó esa misma cartera en el gobierno de Vizcarra.
Ahora se sabe que ese preacuerdo con Pfizer, que el Minsa firmó el 17 de septiembre -mucho antes de la vacancia- incluía una serie de condiciones vinculantes para la compra de 9.9 millones de dosis, y requería de un acuerdo definitivo y un adelanto de pago de US$19.8 millones antes de que acabe ese mes. Pero nada. Ni lo uno ni lo otro, porque tampoco se han hecho desembolsos pese a que ya están las partidas aprobadas.

Vizcarra dijo también dijo que otro de los problemas para cerrar la compra de vacunas fue por la demora del Congreso para aprobar un proyecto que remitió el 25 de septiembre. Pero esa norma, que se aprobó recién en 11 de diciembre, era para obtener un registro sanitario condicional que facilite el acceso de las vacunas a la ciudadanía. Para ello primero había que asegurar con los laboratorios la compra de las dosis.
Entonces, el principal responsable de que no se firmaran los acuerdos para acceder a las vacunas fue el gobierno del hoy candidato Vizcarra. El Congreso podía haber contribuir a mejorar las condiciones regulatorias para la llegada de las vacunas, pero tampoco lo hizo, porque ya sabemos que su agenda es otra, que sus prioridades no son las mismas que del país, que se la han pasado aprobando leyes populistas e inconstitucionales.
Pero la responsabilidad del gobierno de Vizcarra va más allá del tema de las vacunas. Fracasó en la estrategia para contener el virus, no pudo comprar de forma oportuna las pruebas moleculares ni asegurar la cuota de oxígeno suficiente o garantizar la cantidad suficiente de camas UCI. Solo se limitó a imponer cuarentenas estrictas sin tener en cuenta variables productivas, lo que nos llevó a una de las peores recesiones de la región. Ahora, reactivar la economía y recuperarla tomará tiempo y trabajo. Y no contar con las vacunas a tiempo costará vidas, lamentablemente. Que no te floreen.