La posibilidad de que la moción de vacancia presidencial en el Congreso alcance los 52 votos que necesita para pasar debate está en duda. Las bancadas que han mantenido su postura a favor son Renovación Popular, Avanza País y Fuerza Popular. En tanto, APP, Perú Libre, Somos Perú-Partido Morado y Podemos anunciaron que no apoyarán la moción tras reunirse con el presidente Pedro Castillo en Palacio, mientras que Acción Popular votaría dividido.
Hechas las sumas y las restas, las posibilidades de lograr los votos para que se admita la moción a debate en el Congreso depende de los disidentes dentro de las bancadas. Según las proyecciones, hay 46 votos seguros a favor, 22 en duda y 61 en contra o abstención.
Por ello, más que la vacancia del presidente, la moción busca que Pedro Castillo rinda cuentas al país y explique las graves denuncias en su gobierno, porque no ha querido hacerlo de otra manera, por iniciativa propia, como corresponde, porque varios de los casos lo implican de forma directa. Que dé la cara en estos momentos difíciles comoestos podría ayudar a disipar la incertidumbre que agobia al país.
Es cierto también que la iniciativa de la congresista de Avanza País Patricia Chirinos, quien presentó la moción inicialmente, empezó como un globo de ensayo solitario, pero fue tomando cuerpo y sumando apoyos conforme se acumulaban los escándalos en Palacio destapados por los medios de comunicación.
Esto obligó al presidente Castillo a convocar a los líderes políticos de todos los partidos con presencia en el Congreso a Palacio, y a empezar a hablar de los “errores” que tiene que asumir. Antes de ello, su discurso estuvo desprovisto de cualquier autocrítica.
Otra señal de que en Palacio veían la vacancia como una posibilidad real es que varios operadores políticos cercanos al presidente, como el exministro de Defensa Walter Ayala o el titular de Justicia, Aníbal Torres, presentaron o anunciaron recursos legales para bloquear la moción en ristre.
Entre los argumentos que sustentan la moción de vacancia hay varios temas que merecen una explicación clara y contundente de Castillo, más allá de que se apruebe la moción o no, como las presiones indebidas en las FFAA o en la Sunat de Bruno Pacheco, su amigo y exsecretario presidencial que traficaba influencias desde su despacho en Palacio, donde además escondía US$20 mil en efectivo en un baño cuyo origen no ha podido sustentar.
Lo otro que se debe aclarar Castillo más temprano que tarde es la revelación de que siguió usando la casa de Breña para reuniones clandestinas -por fuera de Palacio y de su agenda oficial- con personajes de todo pelaje: políticos, empresarios, lobistas, contratistas del Estado, etc. A propósito, ¿dónde está la lista de visitantes del pasaje Sarratea que ofreció la premier Mirtha Vásquez hace una semana?
Está además el caso Puente Tarata III, una licitación donde todo huele mal y que evidencia de forma contundente que la mugre de la corrupción empieza a brotar en el gobierno de Pedro Castillo, como lo mostró este informe de la Unidad de Inteligencia de Piensa.pe. Y puede ser solo la punta del Iceberg.
Es inminente que la vacancia no prosperará en esta ocasión, pero mientras la actitud del mandatario no cambie y no empiece a enmendar el rumbo y a atender los problemas reales de la gente, la posibilidad seguirá ahí, al acecho, mientras el país se encamina a un desastre económico y el desencanto de la gente crece de forma sostenida. Quizá la próxima vez ya no lo ayude el descrédito de los vacadores, que también influyó esta vez.