Te contamos que ha hecho el gobierno para traer estas vacunas.
En primer lugar creó el llamado «Comando Vacuna». La entidad, liderada por el Ministerio de Salud (Minsa) y representantes del sector privado, apunta a entablar relaciones comerciales para que cuando la vacuna se lance al mercado, esté disponible lo antes posible en nuestro país.
El grupo baraja tres modalidades de financiamiento: en primer lugar, en alianza con la Organización Panamericana de Salud (OPS), a la que el Perú usualmente le compra vacunas y otros medicamentos; la segunda, con la «Alianza Vacuna» (GAVI, por sus siglas en inglés), impulsada por la Fundación Bill y Melinda Gates e integrada por nueve instituciones globales más, entre ellas el Banco Mundial y Unicef. El tercer camino es la compra directa.
Sobre este tema, Luis Suárez, miembro del comando Vacuna, afirmó el 3 de julio en RPP, «Lo que buscan estos fondos es ser equitativos en la distribución. Este es un mecanismo que no podemos dejar de lado y estamos abiertos a la posibilidad de compra directa a un laboratorio que esté dispuesto también a una venta directa».
Además, el pasado 25 de julio el Perú suscribió el Mecanismo COVAX (Covax Facility, en inglés) de la Alianza Vacuna, que busca garantizar el acceso rápido, justo y equitativo a las vacunas CoVID-19 en el Planeta. En total, lo han firmado 165 países, que suponen el 60% de la población mundial.
Se trata de una plataforma ambiciosa que ha recaudado US$600 millones de los US$2.000 millones meta para acelerar el desarrollo de la vacuna y ayudar a países en desarrollo a garantizar la cadena de suministro y frío y la capacitación para llegar a grupos de alto riesgo, explica en su página web.
SEAMOS REALISTAS: TENEMOS QUE HACER LAS COSAS RÁPIDO
En todos los casos, hay que pisar tierra, sugiere Ernesto Gozzer, médico salubrista y profesor principal de la Facultad de Salud Pública y Administración de la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH): la vacuna no estará lista para distribuir antes del segundo o tercer trimestre del próximo año. Aún así, llegará y sería importante anticipar su gestión, anota.
El doctor subraya que el Perú debería partir por establecer una estrategia de comunicación oportuna sobre las vacunas, que no genere expectativas erróneas en la población y priorizar su acceso para los profesionales de la salud y empleados de trabajos esenciales.
«Todos los ciudadanos somos iguales, pero hay que empezar por quienes nos van a ayudar. Luego, las personas en situación de vulnerabilidad, las personas de entre 60 y 65 años y quienes tienen co-morbilidades», enumera.
Al respecto, Rogerio Marcondes, gerente general de Salog – Salud y Logística, que gestiona las compras y abastecimientos e los medicamentos de Essalud en Lima, pone en agenda la necesidad de que el Gobierno se anticipe y cree una base de datos que permita identificar la ubicación de la población en riesgo.
«La idea es que la vacuna salga de su centro de acopio con el nombre del paciente que va a tener. Se debería armar una red descentralizada de puntos. Conocer el destino final y el nombre del paciente al que va a ser destinado», apunta el ejecutivo.