Los indicadores del último reporte “Situación del mercado laboral en Lima Metropolitana” del INEI merecen nuestra atención, debido a la crítica situación del trabajo de los peruanos en medio de la pandemia. Para empezar, la Población Ocupada (con trabajo dependiente o independiente) se redujo drásticamente durante el 2020 y se vino recuperando hacia el final del año. A enero 2021 la población ocupada alcanzó los 4 millones 438 mil 600 personas, lo que equivale a un 11% menos que en enero del 2020. Esto significa que casi 600 mil personas aún no recuperan su trabajo.
La población ocupada en el sector servicios (que incluye hotelería, gastronomía, por ejemplo) se contrajo en 18%, lo cual sigue mostrándonos que miles de emprendedores gastronómicos, hoteleros y turísticos son los más afectados por la pandemia. Los efectos de la crisis se han visto reflejados también en la cantidad de personas que cuentan con un seguro de salud. En este sentido, casi 500 mil personas perdieron su seguro de salud debido a la pandemia.
Dos datos críticos para cerrar este diagnóstico: la población con empleo adecuado (digno, condiciones de seguridad, beneficios sociales) disminuyó en un 26,8% y esto equivale a 870 mil 800 personas. La población ocupada con un empleo adecuado no alcanza al 50% del total de trabajadores peruanos.
Finalmente, algo fundamental es que luego de las primeras y recientes “cuarentenas”, el empleo se empezó a recuperar, pero con menores salarios. Es lo que vemos que ha sucedido con los trabajadores en microempresas (con menos de 10 trabajadores). A septiembre, muchos recuperaron su chamba, pero los sueldos cayeron más de 50%.

En resumen, un año después del inicio de la pandemia, casi 600 mil personas en Lima Metropolitana aún no recuperan su trabajo. Los que lo recuperaron ganan en promedio 50% menos que antes, y una gran cantidad de personas ahora trabaja en condiciones inadecuadas. La causa es sencilla: las cuarentenas y restricciones debilitan el tejido empresarial, obligan a las empresas a recortar gastos, a despedir personal o limitar sus inversiones.
¿Qué propondrán nuestros candidatos para resolver este grave problema? ¿Por dónde van sus propuestas, hacia una intervención mayor del Estado o hacia una liberalización de la actividad empresarial? Es evidente que en la segunda opción esta le respuesta al problema de fondo. A más libertad, más empresa y a más empresa, más trabajo.