El semanario Hildebrandt en sus trece (Hest), en una nota titulada “Golpe de Vista”, del viernes 11 de febrero, dio como ‘primicia’ el haber descubierto una supuesta “reunión secreta”, en un reconocido hotel en Miraflores, con las intenciones de vacar al presidente Pedro Castillo. Esa reunión no solo contó con la presencia de varios congresistas, sino también de representantes de la Fundación Alemana Friedrich Naumann. En la nota, sostienen lo siguiente: “La cuenta del almuerzo y del alquiler de la sala Colca [de Casa Andina] (…) fue cargada a la Fundación “Friedrich Naumann”.
En el colmo de la ignorancia -o de mala leche, da lo mismo- el semanario califica a esta fundación alemana como «extrema derecha», pese a que está adscrita al partido liberal FDP, que es parte del actual gobierno germano junto a socialdemócratas y verdes.
La Fundación Naumann posee una presencia activa en países de Latinoamérica desde hace muchos años. En el Perú, por lo menos, está presente desde 1966, cuando brindó becas a varias instituciones locales para que sus funcionarios se capaciten en políticas de mercados abiertos y de políticas de negocios en Europa. En los 90 tuvo una activa participación en el combate contra la dictadura fujimorista, cuando financió y apoyó el Foro Democrático, tal como lo recuerda César Campos en el siguiente tweet:
El sábado 12 de febrero, la Fundación Naumann emitió un comunicado, donde resaltan que vienen dictando seminarios desde marzo del 2021. El seminario del 9 de febrero último, calificado de forma tendenciosa como “cónclave de tono conspirativo” en Hildebrandt en sus trece, tuvo como base temática la discusión sobre la crisis política en el Perú durante sus 200 años de historia, con el objetivo de propiciar espacios abiertos de diálogo y debate entre diversos especialistas y políticos. Aquí el comunicado publicado en las redes sociales de la fundación.
En el mismo comunicado, la fundación considera de falsas las informaciones que se publicaron en el semanario un día antes. Y es evidente. La publicación tiene varias informaciones erradas. La primera es que sostiene que “la cita era un evento extraoficial que no debía trascender a la opinión pública”. Sin embargo, el Centro de Noticias del Congreso informó el día 10 de febrero, un día antes del semanario, que esta reunión fue organizada por el Centro de Innovación de Políticas Públicas y la Fundación Friedrich Naumann.
Otro error de la publicación, cuyo autor es el periodista Eloy Marchán, es que sostiene que César Candela, brazo político del movimiento Alianza Democrática, ligado al empresario minero Roque Benavides, participó de este evento. Al mismo tiempo, el periodista Marchán sostiene que el ex decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de Piura Carlos Hakansson también fue parte del mismo. En este último caso, la afirmación es bochornosa, debido a que el señor Hakansson no se encontraba en el Perú en ese momento, tal como informó en sus redes sociales.
Debido a esto, el periodista Eloy Marchán, tuvo que rectificarse, aunque el daño ya estaba hecho, al decir que ni Hakansson ni Candela estuvieron en el evento público que se realizó en el Hotel Casa Andina. No sé ustedes pero como investigador en Piensa.pe, si brindo información errada de este calibre en una análisis sectorial, no solo pido disculpas, sino que esperaría una fuerte reprimenda de mi editor central.
Es muy curioso, por decir lo menos, que Hest tenga esta posición sobre una reunión programada, en un lugar público, a plena luz del día, y que la tilden de «secreta» para cometer un acto ilegal, pero lo cierto es que secretas y clandestinas fueron las reuniones que tuvo el presidente Castillo en la casa del pasaje Sarratea, de las cuales hasta ahora no rinde cuentas ni explica con quiénes se reunión, aunque prometió hacerlo. Lo que sí sabemos es que sirvieron para que empresas de allegados al gobierno ganen contratos con el Estado por varios millones de soles.
La crisis política que vivimos actualmente no es por culpa del Congreso. Es única y exclusiva por el presidente Castillo. Él es el que se ha venido “autovacando” estos meses de gobierno. En los poco más de seis meses en la presidencia, sus acciones han atentado contra nuestra precaria institucionalidad. Antes, por su inexperiencia, el tema era cómo ayudar al presidente Castillo a mantenerse y lograr los cambios que muchos deseaban. Hoy, sin embargo, es imposible salvarlo. Es una persona que dice estar aprendiendo, pero no es cierto. Cometer errores es un patrón natural de él.
Como sostiene la Fundación Naumann en su comunicado y también compartimos, la libertad de prensa y la libertad de expresión es un bien superior que se debe defender. Sin embargo, esta libertad es también un gran poder el cual debe ser bien usado. En Piensa.pe seguiremos en la defensa de los principios liberales: respeto al plan de vida de cualquier ciudadano, libertad económica, estado de derecho, etc. El Congreso, la representación nacional, como lo hemos sostenido acá, tiene que garantizar que esos derechos lleguen a todos los ciudadanos, por lo cual podría empezar por aprobar el al matrimonio igualitario o a la unión civil, por ejemplo.
El Congreso, nos guste o no, también fue elegido democráticamente. Sin embargo, con el paso de los meses vemos que los congresistas tienen la misión de satisfacer intereses particulares y no los del bien común. Ahí tenemos los ejemplos de las contra reformas a la educación y al transporte. Pero, también es el mismo comportamiento que ha mostrado el presidente Castillo y allegados. Como primer poder del Estado que es el Congreso, tiene la obligación constitucional de proteger la institucionalidad (la que queda), ante las malas decisiones del presidente, que sea mostrado incapaz de aceptar errores y, por tanto, enmendarlos.
Nota aclaratoria: La Fundación Friedrich Naumann financia a la Asociación de Contribuyentes del Perú, de la cual Piensa.pe forma parte.