Uno de los peores pasivos de la izquierda peruana, la “moderada” (Nuevo Perú) y la radical (Perú Libre), es su visión «idílica» sobre Cuba y lo que sucede ahí hace seis décadas, que les impide llamar a las cosas por su nombre y justificar a una longeva dictadura comunista que ha sumido en el hambre y la opresión a la isla, en donde a la falta de alimentos, medicinas y libertades, hoy se suma una grave crisis sanitaria por la pandemia, que provocaron esta semana las mayores protestas ciudadanas de su historia reciente.
Desde el virtual presidente peruano, Pedro Castillo, y el jefe de su partido, Vladimir Cerrón, pasando por varios personajes de Perú Libre y Juntos por el Perú, como Guillermo Bermejo o Lucía Alvites , entre otros, el libreto fue el mismo: el «bloqueo» y solo «bloqueo» del «imperio» es el gran culpable de todo lo que pasa en Cuba. En realidad se refieren al embargo comercial de EEUU que, como hemos explicado aquí, no es lo mismo. Ni una sola palabra sobre la represión y los desaparecidos. Solo el domingo, cuando estallaron las protestas, 150 personas fueron detenidas, según Amnistía Internacional. No se sabe cuál el paradero y las condiciones de estos manifestantes.
En Nuevo Perú, los aliados de Castillo encabezados por Verónika Mendoza, que se supone lo van a «moderar», repitieron la falacia del «bloqueo» como mantra.
Así estamos. Una mala señal para el próximo quinquenio es que quienes ostentarán el poder en el Perú no tengan convicciones democráticas. Bueno, no deberíamos sorprendernos tanto, ya Cerrón y Bermejo lo habían adelantado. El primero señalaba que «la izquierda tenía que aprender a quedarse en el poder«; el otro decía que no creía en «pelotudeces democráticas«.