Principal

La fase 4 de reactivación económica y los riesgos de una segunda ola de contagios

Publicado: 23/09/2020
2 minutos

La idea es generar chamba para incentivar el consumo privado, que se desplomó en los meses cuarentena. Pero el remedio puede ser peor que la enfermedad.

La fase 4 de la reactivación económica arranca este 1 de octubre, que incluye gimnasios, cines, centros de entretenimiento y esparcimiento, entre otros, y los vuelos internacionales, según anunció el gobierno, que definirá los lineamientos para la reapertura este miércoles en Consejo de Ministros. Será gradual, como en el resto de etapas.

¿Qué implica esto, se preguntarán? Según Comisión Multisectorial para la reactivación económica, se plantea elevar a 60% el aforo de atención de restaurantes en local, que actualmente es 40%. Para que se hagan una idea: a la fecha, son 220.000 restaurantes que funcionan con un aforo de 40% y el 96% de los restaurantes son microempresas. También se alistan los protocolos sanitarios para los tragamonedas, ferias y otros eventos.

El objetivo es generar chamba para incentivar el consumo privado, que se desplomó en los meses cuarentena. “Las empresas están listas para vender sus productos, pero si no hay quién les compre estamos en problemas”, explica la ministra de Economía, María Antonieta Alva.

El problema es que esta nueva fase podría acelerar la segunda ola de casos de Covid-19.  Aunque los contagios y las muertes siguen bajando, no se puede bajar la guardia, advierten desde del Ministerio de Salud.

La alarma tiene sentido, porque hasta ahora, un 30 % de la población ha estado saliendo a comprar y trabajar; o sea, el virus ya no tiene mucho margen para contagiar, porque las personas en confinamiento absoluto no han estado expuestas, pero a medida que este grupo empiece a salir, puede volver la cadena de transmisión y un repunte de casos. «Podemos enfrentar un rebrote como en Europa«, apunta la ministra de Salud, Pilar Mazzetti.

La situación es compleja, porque hay una inmensa masa de gente que mueve la economía informal, sin acceso a créditos ni a las ayudas del estado, que tiene que (re)buscarse el dinero para sobrevivir día a día. Sin vacunas a la vista, el gobierno tendrá que enfrentar la segunda ola de contagios con los mismos problemas y deficiencias que la primera, porque nada ha cambiado. Si creíamos que lo peor había pasando, estábamos equivocados.