La crisis económica por la pandemia, que ha golpeado a todos los sectores productos del país, la mala gestión para enfrentar la emergencia sanitaria de la COVID-19 y la inestabilidad política llevaron a que la agencia de calificación de crédito Ficht Ratings cambie de estable a negativa la perspectiva económica del Perú tras dos meses (octubre y noviembre) particularmente complicados para el país, informó la agencia Reuters.
¿Y eso por qué o qué? Porque Fitch prevé que la economía de Perú se contraerá en 12% en 2020, una de las peores caídas en América Latina. Lo que hace que el panorama para el país no sea más complicado es la estabilidad de instituciones macroeconómicas, como el Banco Central (que algunos sectores de izquierda en campaña se quieren bajar con un cambio de Constitución).
Pero ya en octubre pasado Moody’s alertó sobre los riesgos de que la morosidad en la banca peruana siga creciendo en medio de la crisis y cómo podría afectar eso el grado de inversión del país. Ahora la situación es más incierta con un gobierno débil y un Congreso populista que ponen en peligro la recuperación económica del país.
“La baja cohesión política y de instituciones desde el 2016 podría socavar la capacidad del próximo Gobierno de implementar un amplio rango de reformas fiscales, políticas y de productividad económica”, alertó Ficht Ratings en un comunicado.
Así, la incertidumbre sobre el futuro de la economía peruana aumenta a poco de que acaba este 2020. Y las dudas sobre la gestión de la crisis sanitaria, debido a los retrasos en el cronograma de vacunación, y las elecciones de abril del el próximo año agravan la situación.
Perú ocupa el tercer lugar a nivel mundial en muertes por coronavirus por cada 100,000 habitantes. Además, se prevé que la clase media urbana disminuya y la pobreza aumente en el país.
De hecho, las expectativas son poco alentadoras respecto de la gestión del gobierno de Francisco Sagasti, en cuanto a la pandemia y a la reactivación de la economía, según un reciente estudio de Ipsos.

Y los principales riesgos para la recuperación económica están asociados a conflictos sociales, aspectos regulatorios y las elecciones de abril, de acuerdo al mismo estudio.

“Los riesgos para la gobernabilidad y las reformas podrían persistir si el partido y los aliados del presidente que salga elegido en los comicios del 11 de abril del 2021 no aseguren suficientes (44 de 130) escaños en el Congreso para adelantarse a una censura ministerial y presidencial”.
Ficht Ratings
Por eso, en estas elecciones que vienen, como hemos insistido en Piensa.pe, hay que elegir mejor. ¿Y cómo lo hacemos? Primero, observa la realidad, cuáles son los problemas principales del país, las necesidades concretas de la gente, como empleo formal, un mejor acceso a la salud y educación de calidad, pero para que haya esto se necesita inversión, libertad económica para emprender y generar riqueza. Luego, escucha a candidatos o partidos que hablen de estos temas y tengan propuestas viables para solucionarlos, que no te floreen.