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Keiko Fujimori, cuando prometes hacer «A» pero terminas haciendo «Z»

Publicado: 13/05/2021
5 minutos

La candidata de Fuerza Popular, que está por tercera vez en una segunda vuelta, firmó un compromiso en el 2016 que no cumplió. Es difícil confiar en una persona que no honra lo que promete.

En esta nota hemos hablado sobre el poder. Muchas personas, con poder, no saben qué hacer con él. Y con el tipo de poder natural que aparece cuando te relacionas o interactuar al salir a la calle. Imagínate cuanto tienes poder de decidir sobre otras personas, ese poder como el que tienen los políticos. Actualmente, políticos… y políticas que antes tuvieron mucho poder, no supieron usarlo. Tuvieron poder y lo perdieron, pero ahora lo quieren de vuelta.

Dado esto hay que recordar la historia. El domingo 3 de abril del 2016, se dio el único debate presidencial antes de la primera vuelta. Participaron los 10 candidatos que quedaron en carrera. Recordemos que inicialmente se habían presentado 19 candidaturas. Dos de ellas, bien conocidas, la de Julio Guzman y César Acuña, fueron retiradas. Los candidatos que participaron en ese debate fueron Keiko Fujimori, Pedro Pablo Kuczynski (PPK), Verónika Mendoza, Ántero Florez-Araóz, Alfredo Barnechea, Gregorio Santos, Miguel Hilario, Alejandro Toledo, y cómo olvidar a Fernando Olivera cuando le dijo sus verdades a Alan García.

Fue en ese debate en el que Keiko Fujimori, actual candidata presidencial en segunda vuelta (por tercera vez) llevó, para sorpresa de todos, y firmó un documento llamado “compromiso de honor con el Perú”. Tenía siete puntos que no vamos a detallarlos, pero se comprometió en los siguientes temas: respeto irrestricto del orden democrático, respeto por los derechos humanos, respeto a la independencia de los poderes en el Estado, a la no reelección inmediata, profundizar el trabajo de la Comisión de la Verdad y reconciliación (CVR), reparar a las víctimas de la violencia y a mujeres afectadas por las esterilizaciones forzadas (ella misma aceptó esa atrocidad realizada en el gobierno de su padre). Y para cerrar con broche de oro, prometía «nunca más un 05 de abril».

A la semana de ese debate fueron las elecciones generales. Los resultados oficiales, según la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), Keiko Fujimori fue la ganadora de la primera vuelta al obtener el 39.9% de los votos válidos. En segundo lugar, quedó PPK con el 21.1%. A las 8 semanas, como sucede actualmente, se dio la segunda vuelta. El ganador fue PPK con el 50.12% de los votos válidos. Keiko Fujimori quedó con el 49.88% restante. ¡Una nada! Diferencia de poco más de 41 mil votos… en el Estadio Nacional entran más personas. Pero no es que Keiko Fujimori perdió. Recibió un gran poder. Veamos el gráfico N°1:

Fuerza Popular colocó 73 congresistas en el Congreso. El 56% del total de escaños o curules. Y el comportamiento de esos congresistas dejó muchísimo quo desear. A parte de que fueron una rocaza en el zapato para que PPK gobierne, fueron prepotentes y malcriados. Estuvieron cual pirañas rondándolo para vacarlo por cualquier concepto. Al final PPK renunció (por acusaciones de corrupción por las que es procesado).

Después, con el nuevo Congreso elegido en enero 2020, se prestó para vacar a Martín Vizcarra. “Vizcarra estuvo bien vacado porque tenía investigaciones en la fiscalía”. Keiko Fujimori también las tiene y más graves. “Vizcarra se vacunó a escondidas”. En ese momento no se sabía. Encima pusieron a un incapaz como Manuel Merino. Es decir, se prestó para atentar contra el orden democrático. Uno de los primeros puntos de su “compromiso de honor” que no cumplió.

Luego, prometió que no metería las narices en los otros poderes del Estado. Y eso también incumplió. Con el poder que sus allegados en el Congreso tenían, pasó a coordinar con jueces y con miembros de lo que fue el Consejo Nacional de la Magistratura (el famoso CNM que se desactivó). ¿De dónde creen que salieron ‘Los cuellos blancos’? ¿La famosa Señora K? Quería que un juez, César Hinostroza, acepte la casación (impugnación) a la investigación por el caso de los cócteles que se “hicieron” para la campaña del 2016.

Keiko Fujimori dijo que iba a respetar la libertad de expresión… ¿Y la Ley Mulder? También llamada ley mordaza. La presentó Mauricio Mulder del partido aprista, pero Fuerza Popular la apoyó al 101%. Deseaba controlar o callar a las voces que le fueron oposición, y a las que acusó de hacerla perder la elección del 2016. Ahí se vio otra característica… es mala perdedora. Al final esa ley fue declarada inconstitucional por el Tribunal Constitucional (TC).

Keiko Fujimori dijo que iba a promover indemnizaciones a las víctimas del terrorismo y profundizar el trabajo de la CVR. ¿Qué ley sacaron sus 73 congresistas para hacerlo? Ni una. Cuando existieron críticas al Lugar de la Memoria, Tolerancia e Inclusión Social (LUM), se sumaron a esas críticas. Años atrás, sus simpatizantes mostraron harta ‘tolerancia’ con el monumento el Ojo que Llora. Fueron a destruirlo y echarle pintura naranja. Podían tener opiniones en contra de ese monumento, como muchos, pero mostraron su peor rostro: prepotentes, intolerantes y nada democráticos.

Keiko Fujimori aún no ha ganado. Que las encuestas muestren que la diferencia entre ella y Pedro Castillo se viene reduciendo, no quiere decir que ya es la presidenta. Esas mismas encuestas aún ponen en primer lugar al candidato del lápiz. Y quizá no gane. Cuando tuvo poder, inmenso poder, hizo con él lo que quiso. Fue irresponsable. Se embriagó con él, lo usó, con la complicidad de sus congresistas, para sus fines personales. El poder los sobrepasó. La gente aprende de sus errores. Si tuvo en el 2016 casi 40% de votos, hoy 25% dejó de creerle porque es difícil confiar en ella.

¿Tiene posibilidades de ganar? Sí, por una palabra: economía. Las personas, de todas las clases sociales, les preocupa su economía. Lo único bueno que hizo su padre fue implementar, aunque sea los primeros 2 años, reformas económicas liberales que, aunque se dejaron de aplicar, permitieron salir de la debacle en la que estábamos en 1990. Si dejamos que Pedro Castillo gane y aplique su actual propuesta económica, todos perderemos; pero más los pobres y los que menos oportunidades han tenido. Ellos desean o demandan un cambio, pero lo que Perú Libre desea aplicar, no es, ni de cerca, lo mejor.

Economista enfocado en lo financiero y políticas públicas, doglover, la pandemia me regresó al mundo gamer. Una sociedad educada y con libertad económica es lo primordial para el desarrollo
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