No me florees, Principal

Jóvenes y partidos políticos: militancia o desamor

Publicado: 12/10/2020
3 minutos

Solo el 1.8% del total de jóvenes en el padrón electoral del 2016 militaba en un partido político, una cifra pequeña en comparación con los más de 6 millones de jóvenes en el padrón de ese año, según JNE.

A lo largo del periodo político peruano, hemos pasado de Gobiernos dictatoriales a democráticos y viceversa. También, han existido cientos de partidos y movimientos políticos que nunca sirvieron para construir un país sólido y desarrollado. Por el contrario, las desigualdades fueron marcadas y se hacen más notorias con la pandemia. No se termina de entender que el Perú somos todos y que decir #ElPerúPrimero debería ser algo más que un cliché. 

Este escenario ha motivado que en la previa a cada elección tengamos una intensa búsqueda de “nuevas opciones” que nos devuelvan la esperanza. Con los expresidentes involucrados en corrupción, congresos disueltos, pedidos de vacancias, audios y más, ya deberíamos tener claro que es momento de renovar la clase política y, para esto, los jóvenes son una gran opción. Pero, ¿dónde empieza el cambio? Pues, en lo básico: con los partidos políticos, porque son estos el puente necesario para postular. 

Veamos, los partidos cumplen una función fundamental para el desarrollo de la democracia, pero si consideramos que democracia en campaña significa aprovecharse de los sectores olvidados, entenderemos que estos eligen con hambre y pobreza, en función a un “regalito” o a una promesa que empieza con un “cuando yo sea tu congresista haré esto, esto y esto por ti…”. Esa serie de promesas sin cumplir son uno de los tantos ejemplos por los que la credibilidad y confianza en la “autoridad” se ha deteriorado. 

Y, así, en cada proceso electoral, los jóvenes se indignan y, en consecuencia, o militan o se desenamoran de la política, pero en ambos casos siempre están presentes como actores. Algunos asumen la militancia, que es mínima. Solo el 1.8 % del padrón electoral lo hace. Y los que lo hacen, la luchan hasta ganarse un espacio, pese a las barreras de participación y representación juvenil. Y otros influenciados por esas barreras en la política, deciden hacer patria también, pero desde una participación política sin partidos. Esta activación refleja un interés por la política, pero expresa, lamentablemente, la profunda desconfianza respecto a los partidos políticos “tradicionales”. 

Somos un país en el que el 66% de su población es joven. Que de 130 congresistas elegidos al 2020, solo 6 sean jóvenes, significa un gran reto para los partidos. Promover el acceso de nuevas generaciones a espacios de formación, pensamiento y decisión, debe estar en agenda… y más ahora que la fiesta electoral, por la presencia del virus, girará en espacios digitales. Escenario que los jóvenes conocen bastante bien, pues es en las redes donde empezó el activismo y participación juvenil que se ha materializado en los últimos años en movimientos sociales claves para la toma de decisiones. 

Así que, no somos el futuro. Somos el ahora a la vuelta de la esquina, eso que llaman bicentenario. Que empiece la renovación.

Abogada, especialista en solución de conflictos y contrataciones del Estado. Me apasiona la política y estoy convencida que con acciones individuales se pueden hacer grandes cambios. Me encanta bailar y amo la comida peruana.
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