En una entrevista a la candidata presidencial Verónica Mendoza, de Juntos por el Perú, le preguntaron si descartaba la posibilidad de crear dinero (imprimir billetes como loco) sin que tenga un respaldo en la producción (emisión inorgánica), a través del uso de las “maquinitas” del Banco Central de Reserva (BCR).
Aunque ha aclarado en sus redes sociales que no lo haría, en la entrevista que dio en Canal N el viernes último indicó que era una “posibilidad que debía evaluarse en su momento”. El tema aquí es ¿qué implica emitir dinero a lo loco sin que esté respaldado por la generación de producción? Bueno, para empezar, debemos tocar dos artículos que menciona la Constitución (que dicho sea de paso, la misma candidata desea cambiar).
La Constitución, en su artículo 83, establece que el Estado es el único que puede emitir billetes y monedas y lo hace a través del BCR. Luego, en el artículo 84 se establece que el BCR posee autonomía y su finalidad es proteger la estabilidad monetaria. ¿Qué es la estabilidad monetaria? Es que los soles que tengas en el banco, en el táper escondido en la refri, debajo del colchón, en tu bolsillo no pierdan, con el paso del tiempo, valor o poder adquisitivo.
Aquí te hablamos de cuatro variables que todo ciudadano debe saber. Una de esas variables era la inflación. Y la explicamos que es el aumento generalizado del nivel de precios en una economía. Otra forma de decirlo, es que la inflación, en todo momento y lugar, es un fenómeno monetario. ¿Ehh? ¿Se han tomado el alcohol medicinal en Piensa.pe? ¿Qué es eso?
Muchos economistas, con influencia de ideas de izquierda, consideran que la inflación es buena porque implica que así reactivarán la actividad económica. Eso lo creyeron en el primer gobierno de Alan García, quien tenía ideas socialistas o de izquierda en ese momento. El BCR le prestaba dinerito recién salido de la maquinita al gobierno y este lo “redistribuía” en el aparato público (básicamente sueldos, pero también en algunas “inversiones”). Creían que así se ampliaba la demanda que era lo “fundamental” para la reactivación.
Bueno, cuando se fue ese señor en julio de 1990, la inflación acumulada llegó a 2’000,000 por ciento (¡Sí! ¡2 millones!); los precios de los productos que componían la economía se multiplicaron, en promedio, 20,000 veces; a un ritmo de casi 24% promedio mensual. En el Gráfico N°1 está un comparativo de la inflación promedio de los años del primer gobierno aprista con los últimos 10 años.

Entonces, ¿por qué fenómeno monetario? Porque si se incrementa la cantidad de dinero de la economía y encima posees una crisis económica donde la producción cae (nuestra actual situación, aquí te contamos cómo cerramos en noviembre), tienes más dinero persiguiendo una menor cantidad de bienes (porque hay menos producción), por lo que los precios subirán. Y ahí crearás inflación. Y si sigues con la misma política, y soberbia de no aceptar la realidad, terminarás en una hiperinflación que fue lo que teníamos en el año de 1990; el peor impuesto que los ciudadanos podían asumir, dada la pérdida de riqueza (ahorros desaparecieron) y la pérdida de poder adquisitivo.
Ok, ok. Pero, entonces ¿cómo estimulamos que la gente tenga más para consumir y así reactivar la economía? Es que ahí hay otro error, pes hijo. Muchos economistas, también de corte de izquierda, creen que la economía se reactiva porque estimulas el consumo. Y eso es incorrecto. La base de las economías de libre mercado (o capitalistas) no es el consumo, sino el ahorro. Cuando se promueve el consumo, matas el ahorro, tanto el propio como el ajeno. Al desaparecer este, no hay cómo invertir y por tanto no puedes acumular capital.
Escuchemos bien a los candidatos. Entendamos sus propuestas y veamos qué implicancias pueden tener. Es bueno que se rectifiquen en sus declaraciones, errores los comente cualquiera. Pero justamente tenemos que estar atentos para decirles qué no pueden hacer, dado lo costosísimo, para todos, de algunas de sus políticas.