Hace un par de semanas, aquí te contamos sobre la necesaria reforma tributaria que todo gobierno que ha asumido en los últimos 20 años ha propuesto implementarla. Pero nunca se hizo. No se ha propuesto nada. Se ha mantenido la cosa tal cual todo este tiempo, y los mismos que antes pagaban impuestos, son los mismos que hoy pagan impuestos.
Como consecuencia a esa dejadez de no impulsar o cambiar lo que debe cambiarse o corregirse, tenemos una de las presiones tributarias más bajas con respecto a países de Latinoamérica y de la OCDE. Miremos la tabla N°1. ¿A qué se deben estas diferencias? ¿A que los más ricos, dueños de las empresas más grandes en el país evaden impuestos o se llevan su dinero a otros países? No, algunos ricos se hacen los vivos y evaden, pero no es la razón principal.

La razón es la poca cantidad de personas que pagan impuestos a nivel nacional. Nos quejamos de la falta de colegios, carreteras, hospitales, infraestructura en general, déficit de médicos, etc. Por la pandemia, fuimos testigos de la paupérrima infraestructura de los hospitales sea por medios de comunicación o porque tuvimos a conocidos que sufrieron en carne propia los malos servicios de salud. Aunque los presupuestos públicos de salud tuvieron alzas significativas en los últimos años, esto no se debe a que hubo mayor recaudación de tributos: fue por el aumento de las contribuciones (canon, regalías, etc.).
El gran problema actual del país es que una mínima parte de las personas que laboran, paga impuestos. Y ello es causa de otros graves problemas. Para empezar, una característica de nuestro mercado laboral, donde lo que predomina es la informalidad. En el 2020, cerramos con una informalidad del 74%. La gráfica N°2, muestra el comportamiento de la informalidad y cómo hemos retrocedido, unos 8 años, debido a la pandemia.

El otro grave problema que genera que muchas personas no paguen impuestos es por la misma normativa tributaria. ¿Se han puesto a pensar cómo es que se decide si una persona paga o no paga impuestos? Existen dos maneras en que las personas naturales obtienen rentas y sobre ellas tributan. Al momento en que eres un trabajador independiente, con una profesión y oficio, brindas servicios a empresas y emites recibos por honorarios (RxH). Eso significa que te encuentra en cuarta categoría. La otra manera son los empleados dependientes que trabajan para una empresa y esta los tiene en planilla. En este caso, los trabajadores se encuentran en quinta categoría.
Para saber si debes pagar impuestos o no, se calcula tu ingreso anual. Y sobre ella se aplican deducciones. Todos, tanto cuarta como quinta categoría, poseen deducciones de 7 Unidades Impositivas Tributarias (UIT), pero a la cuarta categoría se le deduce, previamente, el 20% de los ingresos totales; es decir, se tributa sobre el 80%.
“Manya… Nos regalan 7 UIT y otro 20% más a los de cuarta; qué buena gente los de la SUNAT”. Ja ja… no es que sean buena gente. Sucede que las personas incurren en gastos. A toda persona jurídica (empresas) se les permite deducir el 100% de sus gastos; a las personas naturales, solo una cantidad en UIT, pero eso es otro tema.
Miremos el siguiente ejemplo en la tabla N°2. Una persona, en planilla, gana S/2,500 brutos mensuales. Su renta anual sería de S/35,000. Si le deducimos las 7 UIT, entonces solo queda un saldo de S/4,200 que es el monto afecto a pagar impuestos (renta imponible).

Pero, ¿qué sucede si la persona gana un poco menos, digamos S/2,200 mensuales? Ahí cambia totalmente la situación. Miremos la tabla N°3. Con ese sueldo mensual, la renta anual es de S/30,800, misma cantidad de la deducción de 7 UIT. Es decir, personas que ganen sueldos de S/2,200 o menos, estarán exoneradas del pago de impuestos.

¿Se dan cuenta del problema? ¿Cuánto es el sueldo promedio en el país? Miremos la gráfica N°2, la cual muestra los sueldos promedios a nivel nacional y de algunas regiones en el país, así como área de residencia. El sueldo promedio nacional es de solo S/1,443, quiere decir que la gran mayoría de trabajadores en el país, no paga impuestos, debido a que están exonerados. La responsabilidad del pago de impuestos recae solo en un pequeño grupo: los que más ganan.

Según cálculos del Instituto Peruano de Economía (IPE), de cada 100 trabajadores, 28 son formales y de ellos, solo 9 pagan impuesto a la renta debido a que sus ingresos superan los S/2,200. También con información del IPE, sabemos que una reducida cantidad de empresas, 280 para ser exactos, paga casi el 50% de todo lo que se recauda por impuesto a la renta de las empresas (tercera categoría). Entonces, ¿qué concluimos? Que son los trabajadores formales que más ganan y las empresas más grandes los que paran la olla al Estado.
¿Cómo podemos mejorar esta situación?
Para empezar, el 100% de los trabajadores debería realizar una Declaración Jurada (DJ) de Impuesto a la Renta (IR) todos los años. Es decir, todos deben de pagar impuestos. El que escribe estas líneas, hace algunos años, fue practicante. Por ese tiempo, no pagué impuesto alguno. Pero no debería ser así. Ok, sí, los practicantes ganan poco; por tal razón, que paguen, pero poco. ¿Por qué no un impuesto fijo mensual de S/20? Pequeño aporte pero que va sumando.
Al igual que en el artículo anterior, Piensa.pe habló con el economista Nathan Nadramija, y sostuvo lo siguiente: “Esa declaración jurada debería servir para que se acceda a servicios públicos. Si voy a un programa social, tengo que presentar mi declaración jurada, lo mismo para un colegio nacional. Si voy a tener un Seguro Integral de Salud (SIS), saco mi declaración jurada para demostrar que ayudé a que se me otorguen esos servicios. Con esa declaración jurada, lo que se incentiva es a que todos tengan una tasa positiva de pago”.
Y Nadramija continúa: “Hoy el tramo que permite exonerar de impuestos va hasta los S/30,800 (7 UIT), pero deberíamos partirlo en dos rangos; por ejemplo, de S/0 a S/12,000 (anuales) que es menos de sueldo mínimo. Hasta ese rango se aplica un impuesto del 3%. En el siguiente rango, de S/12,001 a S/ 30,800, se aplica un 5% y así hasta llegar a las tasas que actualmente se cobran: 8%, 14%, 17%, 20%, y a la última, de 30% la aumento a 36%”.
Pero antes de continuar, para que la idea se entienda, debemos explicar lo de los tramos. La forma en que se aplica el IR es por tramos de ingresos. Repitamos el ejemplo del cuadro N°2, pero con una persona que mensualmente gana, S/15,500. La renta imponible de esta persona asciende a S/186,200. Y el impuesto será por tramos. Por los primeros S/22,000 del total de los S/186,200, pagará un 8%. Después, por los S/66,000 siguientes, pagará un 14%, y así como indica la tabla.

Noten que la suma de los tramos debe ser igual a la base imponible (en verde). Así, tenemos que esta persona paga un total de S/28,660 en impuestos.
Y es aquí donde deben entrar los incentivos. Si nos suben la presión tributaria, también deberían compensarnos. ¿Cómo? A todos, del total del IGV que pagan, [asciende a 18%], se debería devolver un 2% para tu pensión y 2% para tu seguro de salud. Nadramija dice al respecto: “Me pasan de 30% a 36% [de los que más pagan], pero me devuelven 4%; así ya no me siento tan mal, me compensan de alguna manera”. Y en el rango de los más pequeños, sostiene: “Los ayudas a formalizarse en el sentido que piden facturas y boletas. Si eliminas el RUS y todos sí pagan IGV al eliminar exoneraciones, la recaudación por IGV debería subir. Y así financias, parcialmente, la protección social (pensiones y salud)”.
Ante la consulta de Piensa.pe sobre las gratificaciones, Nadramija dijo lo siguiente: “Las eliminaría. Que nadie gane gratificación. Altera el mercado laboral. Que se considere como parte del sueldo mensual o al componente anual. Esto está relacionado a que debemos cambiar la forma de negociar el sueldo. Ya no mensual, sino anual como es en Estados Unidos: US$50 mil, US$70 mil US$90mil”.
¿Y qué opinión tiene sobre la Compensación por Tiempo de Servicios (CTS)? “Debe pasar a ser un seguro de desempleo. La participación del sector privado y público es necesaria porque se tiene que ver cómo se crea el fondo y cómo se maneja. cuántos meses de desempleo te dan y porqué monto el subsidio de desempleo”, nos dijo.
Ahora, para enfrentar la informalidad, para que los trabajadores sean formales y las empresas puedan contratar formalmente, el seguro de salud debe pagarse con ese 2% [que sale del IGV] más una contribución del Estado. Así, a la empresa se le quita la responsabilidad del pago de Essalud. Hoy, por cada trabajador en planilla, pagan el 9% del sueldo. Eso desincentiva a tener a más trabajadores en planilla. Pero si le quitas esa responsabilidad, sí le puedes aumentar el impuesto a los dividendos. Hoy es de 4.1%. Podemos aumentarlo, 1 ó 2 puntos adicionales. Y si en caso, reinvierte, no paga nada. El Impuesto a la Renta es preferible no tocarlo por el momento, debido al contexto de la pandemia y para que no pierdan competitividad.
Pero Nadramija también tiene una posición sobre los impuestos al patrimonio: “Sí, los cobraría a partir de cierto monto, US$1 millón o US$5 millones. Dado que estas personas poseen gestión de activos, pueden ganar 6%, 7% u 8% al año. Y esa ganancia podría pagar un 30% de impuesto. Así, 30% de 7% es un 2.1%. Entonces, si le pones un 2% de impuesto al patrimonio es más fácil de fiscalizar y el patrimonio no tendría por qué reducirse; al tener un rendimiento mínimo de 6% y este seguirá creciendo”.
¿Qué opinan? Las ideas están ahí, solo se requiere de voluntad política para aplicarlas. Las demandas o exigencias de la población son muy variadas. Y son demandadas desde hace años. Una reforma tiene que implementarse ya… no podemos estar evadiendo el problema o meterlo debajo de la alfombra. Ya es momento de hacer, actuar y enfrentar problemas.