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Impuesto a la riqueza: Si Argentina la aplica, ¿por qué nosotros no?

Publicado: 08/12/2020
4 minutos

Acá explicamos por qué creemos que la solución para enfrentar la crisis por la pandemia no pasa por incrementar los impuestos. Que no te floreen.

El Congreso argentino acaba de crear un impuesto extraordinario a la riqueza. Es decir, por única vez (¡sí claro!), aquellos patrimonios superiores a los US$2.5 millones se les aplicará tasas impositivas que irán desde el 2% al 5%. El objetivo de este nuevo impuesto, según legisladores del país sureño, es de luchar contra los efectos en la salud y económicos causados por la pandemia. Y es más, hasta los políticos brindan calma (¿a quién hará recordar?) porque el destino de los aproximadamente US$3,500 millones que esperan recaudar tiene “fines específicos” y hasta porcentajes de distribución.

Para empezar, veamos un poco de datos. En el gráfico se puede visualizar los ingresos tributarios tanto de Perú como de Argentina, como porcentaje del PBI. Este indicador, también conocido como presión fiscal, indica que Argentina recauda casi casi, el doble en impuestos que el Perú. De ello, dos observaciones. La primera es que Argentina, hasta antes de la pandemia, era una economía con un nivel de informalidad de cerca del 46% según el Fondo Monetario Internacional (FMI), mucho menor al nivel de 71% que existe en Perú.  

Justamente, en Perú, se trató de aplicar un impuesto a la riqueza (o soliario, qué gracioso el uso de ese término) parecido al aprobado en Argentina, entre los meses de junio y julio. Sin embargo, el gobierno declaró que no era el momento y era preferible, en vez de aumentar la carga tributaria al mismo sector formal de la economía, reducir la gran evasión fiscal existente.

Lo segundo que podemos observar es que Argentina ya es un país con una alta intervención impositiva en su economía. El Estado ya capta abundantes recursos de su aparato productivo, pero no ha generado los resultados esperados, dado el mal desenvolvimiento económico. En el período 2016-2018, la actividad económica decreció 2.4% en promedio. Pero aún así, el Estado desea más. Veamos un último dato. La deuda pública:

¿Ustedes creen que los recursos que se obtendrán por este impuesto a la riqueza, irán destinados a enfrentar los efectos de la pandemia o a solventar gastos de un aparato burocrático que se come lo que recauda? Lo más probable es lo segundo, pero también lo más factible es que ese impuesto “extraordinario” se vuelva permanente dada la alta carga de deuda que poseen.

“Pero ustedes los de Piensa.pe se la pasan protegiendo a los ricos. Seguro les pagan. Se arañan porque, una minúscula parte de inmensas fortunas será destinada a reducir la desigualdad y buscar una verdadera justicia social”. Uhmm… para empezar por “justicia social” se han cometido muchas injusticias (que hablaremos en otro momento). Pero no creemos que una solución para enfrentar los efectos de la pandemia pase por incrementar los impuestos, en ningún sector de la población. Es a través de la inversión privada la que permitirá, de mejor manera, salir del problema económico a los distintos países, pero esa inversión privada no actuará si le aumentan la carga tributaria.

Sectores medios y bajos de la sociedad también se oponen a esas medidas, no porque deseen convertirse en ricos, o tengan admiración hacia ellos (lo cual podría existir); sino porque también consideran que los recursos que ya recibe el Estado, de parte de las empresas y consumidores, no revierten en servicios de calidad a los ciudadanos. ¿Qué es lo más básico que nos debe dar todo Estado? Justicia, Salud y Seguridad. Pregúntense… ¿El Estado Peruano me da lo básico? ¡No! Entonces, ¿por qué le vamos a dar más responsabilidades?

Si tanto desean copiarse de políticas que implementan en otros países, ¿por qué mejor no nos copiamos de EE.UU., Alemania, Nueva Zelanda u otros y flexibilizamos totalmente el mercado laboral? ¿Por qué no aplicamos mejor esas políticas? Darle más poder a los Estados, a través de mayores impuestos, solo genera que sean más difíciles de controlar esas burocracias.

Economista enfocado en lo financiero y políticas públicas, doglover, la pandemia me regresó al mundo gamer. Una sociedad educada y con libertad económica es lo primordial para el desarrollo
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