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Iber Maraví, otro ministro indefendible de un gabinete deslegitimado

Publicado: 24/08/2021
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El titular de Trabajo pedía pruebas de sus vínculos con el terrorismo y estas aparecieron: atestados policiales que lo vinculan con atentados senderistas en los 80 y un video donde se le ve con dirigentes del brazo político de Sendero Luminoso.

La continuidad en el cargo del ministro de Trabajo, Iber Maraví, es indefendible. Primero negó ser parte del Conare o tener vínculos con el Movadef. Incluso pidió que muestren pruebas de ello, y se difundió un video donde se le ve participando en la juramentación de dirigentes vinculados al brazo político de Sendero Luminoso.

Y ahora han aparecido atestados policiales que los vinculan con atentados terroristas cometidos en Ayacucho, entre 1981 y 1982. Su nombre aparece junto los de los senderistas Arturo Morote, Hildebrando Pérez Huarancca y Edith Lagos, quien fue abatida en setiembre de 1982 en un enfrentamiento con las fuerzas policiales y a quien el actual premier Guido Bellido le rendía “homenaje” en sus redes sociales.

Maraví figura en los documentos policiales como “no habido” respecto a delitos que los implicaron en su momento en incendios, asalto a mano armada, rebelión, terrorismo, falsificación de documentos y otros ilícitos.

“Con un atestado policial se pretende condenar más allá de la justicia porque en el país tenemos un Poder Judicial, existe un Ministerio Público. Se supone que si se hubiese encontrado responsabilidad producto del atestado policial, hubiese sido condenado, hubiese purgado prisión”, se defendió.

Pero además, el hoy ministro de Trabajo fue sentenciado en septiembre del 2009 a cuatro años de prisión suspendida por disturbios contra la propiedad del Estado y daño agravado, por actos vandálicos contra la Dirección Regional de Educación de Ayacucho y establecimientos particulares en el 2004.

También fue investigado por robo agravado con crueldad (2009), secuestro (2014), apología al terrorismo y terrorismo.

Pero no es el único. Ya fue retirado Héctor Béjar de la Cancillería y la cabeza el premier Guido Bellido, investigado por apología al terrorismo, terrorismo y lavado de activos, está en juego.  Además, 12 de 19 ministros actuales tienen o han tenido algún tipo de problema legal, como reveló el Consejo Privado Anticorrupción (CPA), sin contar los cuestionamientos éticos o morales de varios de ellos o su falta de experiencia en gestión pública.

Así llega el Gabinete Bellido a pedir el voto de investidura en el Congreso, en medio de pugnas internas entre el ala radical de Perú Libre y Palacio, con varios de sus ministros con graves cargos y cuestionamientos, por lo que se habla de algunos ajustes, pero el mismo presidente Pedro Castillo volvió a jugar a la ambigüedad, sin mencionar cambios. “Lo reitero, el día jueves 26 [de agosto], el gabinete irá al Congreso de la República a recibir una respuesta, cualquiera que sea la respuesta del Congreso estaremos con ustedes para encaminar este gobierno”, dijo.

Bellido por su lado negó que vaya a dejar el cargo antes del jueves 26, como trascendió, y agregó que los cambios en el gabinete se pueden dar «en cualquier momento». En una reunión que sostuvieron en lunes, el premier habría convencido a Castillo que su salida en este momento podría dividir a Perú Libre, a lo que se suma la presión del jefe del partido, Vladimir Cerrón, para que no se hagan cambios ministeriales, que incluyó amenazas veladas al mandatario. Lo que está por verse ahora es si hay en Palacio una real voluntad de enmendar el rumbo o estamos ante otra ‘disputa’ interna ficticia para calmar a la tribuna.