Fotografía: Mirian Neira, colectivo de ciclistas urbanos Masa Crítica Chiclayo
Dicen que los momentos de crisis permiten ver con claridad, quizá por ello la pandemia permitió impulsar aún más el uso de bicicletas como medio de transporte necesario para Chiclayo y el país. Tanto es así que, si en algún momento no se les dio importancia a las bicicletas, en mayo de este año, el concejo de la Municipalidad Provincial de Chiclayo retomó el trabajo para promocionar el uso de la bicicleta. Esto fue posible gracias a la chamba de varios grupos probici como Chakra Bike, Fox Bike, Masa Crítica, Respeta al Ciclista Lambayeque y el colectivo nacional Cletea Perú. Ellos llevan tiempo fomentando el uso de las bicicletas como medio de transporte sostenible en la ciudad.
Hace un mes se previó implementar 25 km de ciclovías en el centro de Chiclayo, de modo que se conecten los distritos de La Victoria y José Leonardo Ortiz. Esta situación significa, para algunos, un avance y, para otros, un fastidio. Para los que usan carros, ven un problema en que las pistas ahora son más pequeñas. Para los que usan bici, ven obstruidas sus vías por carros estacionados o que transitan por ahí. Entonces, me pregunto, ¿el solo pintado y señalización de ciclovías garantiza la promoción de ese medio de transporte? Obvio que no.
Tener espacio en la ciudad pensado para todas las personas es bastante complicado porque Chiclayo siempre ha carecido de veredas con rampas y zonas señalizadas; entonces, imagínate el rollo que se vuelve meter además este nuevo tipo de transporte. Las nuevas políticas ciclo-inclusivas representan un cambio de lo tradicional donde el transporte era pensado solo para carros, a otro que, en la teoría, promete darle espacio a más tipos de usuarios. Por ejemplo, esto incluye también a las personas con discapacidad. Es por eso que la ciclo-inclusión es algo bueno, pero tiene que hacerse bien.
En ese sentido, además de crear servicios e infraestructura para vías seguras, es importante tener estacionamientos para todo tipo de vehículos: incluyendo, por supuesto, a las bicicletas. Para conseguirlo, hay que promocionar el uso de la bicicleta como una opción cotidiana de transporte, esto es el inicio; pero también necesitamos de tu participación, seas o no usuario, para que respetes los espacios implementados para la micromovilidad (bicicletas, patinetas y otros vehículos personales). También se necesita que seas parte del seguimiento y fiscalización de todo esto, de modo que lo actuado por las autoridades cumplan con objetivos claros y con sanciones eficientes para quienes no cumplen.
Finalmente, ayúdame a difundir que este nuevo orden del transporte da muchos beneficios para la salud y ayuda a tener una ciudad más bonita y ordenada. Educar es vital para este cambio.
Aún hay mucho por bicicletear.