Una investigación hecha por la Universidad Johns Hopkins concluye que las cuarentenas no tuvieron efecto en la salud pública; además demostraron una baja efectividad en cuanto a reducir la mortalidad por COVID-19. El estudio fue realizado en Europa y Estados Unidos. En promedio, en esas regiones, las medidas como cuarentenas redujeron la mortalidad en un 0.2%, tal como explica el ABC de España.
Sin embargo, el estudio sí muestra que el cierre de empresas no esenciales, como los bares, sí puedo haber tenido algún efecto, al reducir la mortalidad por el COVID-19 en un 10.6%. Además, muestra que los cubrebocas pueden reducir también la mortalidad por Covid-19; sin embargo, los investigadores no poseen muchos datos para dar un porcentaje definitivo.
Sobre el efecto de los cierres escuelas, de fronteras, y la limitación de reuniones sociales sobre la mortalidad por Covid-19, el estudio indicó lo siguiente: “Los resultados ponderados con precisión es una reducción del -4.4%, -0.1%, y 1.6%, respectivamente. Además, el estudio encuentra algunas evidencias de que limitar las reuniones fue contraproducente y aumentó la mortalidad por Covid-19”.
¿Por qué las medidas no sirvieron?
El estudio explica que, incluso si las restricciones que se impusieron lograron reducir la propagación de COVID-19, hay que tener en cuenta “que la respuesta o comportamiento de la población puede contrarrestar el efecto inicial por completo; ya que las personas responden a un menor riesgo con un cambio de comportamiento”.
Otra razón, explica el estudio, es que “el encierro y cuarentenas puede tener consecuencias no deseadas». Al aislar a una persona infectada en el hogar con su familia, corre el riesgo de infectar a los miembros de la familia con una carga viral más alta, causando enfermedad más grave. Pero, además, los cierres han limitado el acceso de las personas a lugares seguros al aire libre como playas, parques y zoológicos, zonas naturalmente seguras, donde podría existir distanciamiento social.
En lo que sí fueron eficientes: afectar democracias
El estudio explica que las cuarentenas sí fueron eficientes en imponer costos económicos y sociales enormes en los países donde se adoptaron. Se redujo la actividad económica, hicieron que el desempleo aumente, redujeron la escolaridad, causaron división política, contribuyeron a que la violencia doméstica aumente y los cimientos de las democracias liberales fueran minados. Además, lograron el triunfo del gran gobierno: la presencia de los Estados aumentó, con el obsceno aumento de la deuda pública.
Por eso, el estudio es claro: «Los costos para la sociedad deben compararse con los beneficios de los bloqueos, que nuestro metanálisis ha mostrado son marginales en el mejor de los casos. Tal cálculo estándar de costo-beneficio lleva a una conclusión sólida: los bloqueos deben rechazarse de plano como un instrumento de política pandémica«.
Posiciones en contra
Pero el estudio ha recibido críticas. El usuario de twitter Health Nerd (@GidMK), que es un epidemiólogo, indica que la investigación fue realizada no por especialistas en salud, sino por tres economistas que, desde marzo 2020, se opusieron a las distintas restricciones. Además, sostiene que el estudio es un documento de trabajo, no uno en el que la revisión por pares se haya realizado.
La posición de Health Nerd contiene muchos puntos en contra adicionales, pero mencionaremos dos más. El primero, es que el método más utilizado para evaluaciones de enfermedades infecciosas son los llamados contra fácticos modelados. En el estudio, se excluyeron los artículos con esta metodología, por lo que tiene un impacto en los resultados. Como último punto, los autores del estudio sostienen que solo usaron el marco metodológico de diferencias en diferencias; sin embargo, los estudios para su marco teórico, no utilizan esa metodología, apunta Health Nerd.
El caso de Perú
Perú, a casi dos años de iniciada la pandemia, posee el lamentable récord de ser el país con la mayor tasa de fallecidos por millón de habitantes. La imagen a continuación, obtenida de Our Wolrd in Data, muestra el comportamiento de las muertes por millón en Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, España y Perú desde febrero 2020 hasta el 08 de febrero 2022.

Las cifras son indiscutibles. Perú es líder en esta terrible estadística. Para que sea más visible esta imagen, veamos la gráfica N°1. Por cada millón de habitantes, en el Perú hubo 6,195 muertos confirmados de COVID-19. Y recordemos que fuimos el país con una de las más extensas cuarentenas. ¿El estudio de Johns Hopkins se puede replicar para nuestro caso? Se necesita mayor investigación. Las realidades médicas de Perú o América Latina, con respecto a Estados Unidos y Europa son abismales.
Sin embargo, en lo que sí podemos estar seguros es que las consecuencias negativas que se dieron en Estados Unidos y Europa, como menor actividad económica, pérdida de empleos, menor escolaridad, desunión política y violencia familiar, fue más profundo en el Perú que en esos países.
Aún no recuperamos 816 mil puestos de trabajo formales, nuestra economía pasó de ser un 74% informal en el 2019 a tener un casi 80%. El costo de cerrar las escuelas fue devastador para el proceso de aprendizaje de millones de niños y cuyas consecuencia se verán a futuro. Nos tomará décadas recuperar que nuestros niños se pongan al día y la violencia en los hogares, sobre todo contra mujeres y niñas, llegó a niveles atroces.
Las autoridades que deciden las políticas a implementar deben basarse en data y evidencia. El estudio, aunque con críticas, revela lo que muchas personas en Perú decían en el sentido de que las cuarentenas estrictas no iba a controlar los contagios y sí afectar las economías familiares. En un futuro, las cuarentenas no deben utilizarse de manera general y masiva. Los ciudadanos, en general, agradecerán que no les arruinen sus niveles de vida siendo encerrados contra su voluntad.