El 26 de enero votaste por un nuevo congreso. Sí, tú lo hiciste. Nadie más. Tú pusiste el dedo en la tinta y votaste. Bueno, tu nuevo Congreso ha finalizado el 5 de julio uno de sus tres rounds.
Alucina con estos números: entre marzo y julio nuestros padres de la patria generaron 842 proyectos de ley, a un ritmo de 11 por día en promedio, si se consideran solo los días hábiles (de lunes a viernes).
Se trata de un volumen bastante alto. De hecho para que se hagan una idea, durante los primeros 15 días se presentaron 100 proyectos de ley. En esas mismas dos semanas, en los períodos 2006-2011, 2011-2016 y 2016-2019 se presentaron 25, 38 y 19 proyectos, respectivamente.
¿Qué pasó? ¿Se descontrolaron? ¿Querían figurar? ¿Muchos temas pendientes? Hágase usted su propia opinión, pero le dejamos la información aquí clarita.
La producción de este Congreso es muy voluminosa. Que esto ocurra no significa que sea normal o que esté bien, opina Inés Marrache, investigadora de la Asociación de Contribuyentes del Perú.
Por otro lado, Marrache advierte que entre marzo y junio hubo dos “oleadas” de iniciativas. La primera estuvo asociada a proyectos de ley sobre generación de liquidez y protección a usuarios de servicios públicos, la liberación de AFP y la suspensión de pagos o reducción de intereses en entidades financieras. Todos muy polémicos y generaron mucho ruido.
En un segundo momento, el interés viró hacia proyectos sobre control de precios de medicamentos y sanciones a la especulación y el acaparamiento, así como al acceso a oxígeno, explica.
Sin embargo, en medio de una pandemia histórica, pocos proyectos de ley tuvieron que ver con reformar el sistema de salud pública, reformar el sistema educativo estatal, incluir más tecnología o digitalización en los procesos burocráticos, o agilizar la inversión.
A pesar de muchas denuncias de corrupción en compras y contrataciones en el estado, los congresistas estuvieron bien apurados en preocuparse por el sector privado, que en realidad solo atiende a los que más tienen. Salvo algunas excepciones valiosas, además, poca atención le dieron a las micro y pequeñas empresas, aunque su discurso todo el tiempo se relacionaba a los “pobres, vulnerables, pequeños empresarios”, etc.
SE APROBÓ APENAS EL 2%
Finalmente, del total de iniciativas presentadas, solo 16 proyectos de ley y dos resoluciones legislativas han sido promulgados. Es decir, producen proyectos de ley como si fueron galletas de animalitos pero al final, en el debate no se aprueba mucho.
PARA PENSAR
Muchos analistas como Marrache, manifiestan que la labor del congresista no debe ser solo producir proyectos de ley. De hecho, dice la especialista, “leyes en el Perú sobran, lo que falta es representación de regiones, fiscalización de entidades del estado que se roban dinero. Mucho más harían los parlamentarios recogiendo las necesidades de la población y pasándoselas al poder ejecutivo, que generando leyes y leyes que no sirven mucho o que siguen sobrecargando la burocracia del estado”.
[Foto de portada de Andina]