No se si se dieron cuenta, el martes último, mientras todos los peruanos esperábamos que el reloj de palacio marcara las 8 (deben tener otro uso horario porque ya eran las 9) para escuchar las soluciones “iluminadas” del gobierno, la comisión multipartidaria del Congreso aprobó el proyecto de Ley: Marco del Sistema Integrado Universal de Pensiones (SIUP).
Lo que este proyecto busca es quitarles nuestro dinero a las malvadas AFP y dárselo al “bondadoso” Estado, que además es experto y muy eficiente en administrar el dinero que le otorgan los contribuyentes y los aportantes. Si no, preguntémosle a los cientos de Fonavistas o a los más de miles de personas que enjuician a la ONP para poder obtener una pensión. Mi padre fue uno de ellos y jamás llegó a ver su pensión.
Un sistema universal de pensiones no va a resolver el tema porque para comenzar desde su concepción está muy mal enfocado. Si bien el Estado debe garantizar el acceso a pensiones dignas no debe hacerlo restringiendo la libertad de los ciudadanos de escoger la mejor opción que crean conveniente ni impidiendo que las empresas compitan entre sí para brindar mejor y mayores beneficios a sus clientes.
Entendamos de una vez por todas que un mejor Perú no pasa por un Estado más grande y controlador. Eso solo nos va a llevar al pasado o a repetir la historia de países que hoy en día se arrepienten de haber recorrido ese camino.
Pero más allá de que esta idea sea terrible de inicio a fin, hay algo que debería llamar nuestra atención y preocupación y es la mala costumbre que nuestros líderes tienen de aprovechar momentos donde la atención del pueblo está en otro lugar para aprobar iniciativas que responden a nombres propios y objetivos particulares. Hacer las cosas a oscuras o a espaldas de la población no es más que una muestra de que los flamantes congresistas siguen respondiendo a sus propios intereses o a de los grupos que “les dieron la mano” para llegar ahí.
Que esto nos lleve a pensar en a quienes queremos que nos representen en las próximas elecciones. Queremos gente que a escondidas cambie el rumbo de las cosas, que esperen a que estemos distraídos y preocupados para meter temas de su propia agenda. O queremos representantes que entiendan y escuchen a la población, que realmente estén preparados y no tengan deudas pendientes con la justicia, personas que piensen en un Perú mejor para todos con conocimiento y sustento. Eso lo vamos a decidir nosotros.
Recordemos que los personajes que usan las sombras de la noche o de la oscuridad para hacer de las suyas se llaman ¡LADRONES!