No me florees, Principal

En fin, la hipocresía

Publicado: 26/05/2021
3 minutos

Cuando los troyanos (y no me refiero al virus informático) recibieron el famoso caballo como regalo por parte de sus enemigos, no dudaron en aceptar el presente e ingresarlo a sus fronteras, sin sospechar nada. Así como ellos, nosotros también aceptamos “caballos” que se convertirán en destrucción. 

Este relato contado por Homero nos ilustra lo impresionable que es el ser humano y lo manipulable que puede llegar a ser con el estímulo correcto en el momento correcto. Por definición, la manipulación es sembrar en la mente de un sujeto o grupo social ciertas ideas y aspiraciones, aunque puedan tener algún punto cierto, están rodeado de mentiras. Así, se logra que la persona o grupo manipulado actúe para beneficio del manipulador.

Esto ocurre porque ciertas cosas se combinan para hacer propicio el terreno. Una de esas razones es la vulnerabilidad producto de necesidades no absueltas, desinformación, traumas emocionales, etc. Cuando esto ocurre, se desea creer en algo que cambiará las cosas y cualquier cosa que tenga un poco de verdad se le tomará como totalmente cierto.

Esto se da por herramientas como la identificación. Cuando nos sentimos identificados con otra persona y sentimos empatía, es más fácil creerle. Otra herramienta recurrente es la victimización. De algún modo, apenas vemos a otra persona en estado de pobreza o vulnerabilidad, rápidamente buscamos entender la situación y al “entenderla” convertimos en villano a quien esté del otro lado.

Áncash ya ha tenido de sobra casos en los que hemos caído redonditos ante una cara bonita o ante una promesa nada factible, pero que era recontra atractiva. Nada más recordemos la famosa promesa de los 500 soles por familia dada por el candidato al que fuera gobernador regional. La propuesta era completamente inviable, pero sonaba tan bien y era presentada de forma recontra atractiva en un rostro familiar y algo demacrado… y prometía algo que apoyaría tanto a la canasta familiar, que los ancashinos lo terminamos eligiendo. Ni siquiera culminó su periodo por esa misma razón, pues el Poder Judicial lo sentenció a un año de prisión por prometer plata. Él mismo llegó a reconocer que no podría haberlo cumplido.

Hemos vivido de cerquita las estrategias más insólitas de manipulación, por lo que este proceso no debe tomarnos desprevenidos. Por eso mismo, debemos pensar bien por quién vamos a votar. No estamos hablando de una decisión como la de “¿qué ropa me pongo?” o “¿qué comeré hoy?”, sino posiblemente de si tendré ropa nueva para ponerme los próximos años… o de si la comida nos alcanzará. Eres más que capaz para detectar cuándo un político o candidato nos está manipulando o quiere hacerlo. Elijamos bien.

#DecideBien

#DetectaManipulaciónPolítica

Comunicadora Social, me encanta la comunicación para el desarrollo y la radio. Participo en voluntariados desde que tengo memoria. Mi momento favorito del día es el atardecer, soy multifacética, amante del arte y la literatura clásica. Me considero una realista esperanzada.
Facebook