En los últimos días se ha puesto en la mesa del debate el dar una salida al mar a Bolivia, producto de las declaraciones brindadas por el presidente Pedro Castillo en una entrevista a CNN. Le preguntaron sobre la posibilidad de ceder una parte del litoral peruano al país vecino y respondió de manera sagaz que habría que preguntarle al “pueblo” peruano, aunque durante la campaña electoral una de sus promesas fue realizar esta acción.
La respuesta del presidente puede parecer una manera astuta de liberarse de la culpa que implicaría faltar a su palabra porque sabe que lo que propone es ilegal e inconstitucional, que puede catalogarse como una traición a la patria, ya que el hecho de ofrecer territorio nacional que le pertenece a todos los peruanos es una falta contra la Constitución; sin embargo, también denota una profunda ignorancia del tema por parte del mandatario.
Perú y Bolivia sentaron un acuerdo en 1992 en el gobierno de Alberto Fujimori y Jaime Paz Zamora denominado “Bolivia Mar”, el cual consiste en realizar un comodato, es decir, el Estado peruano presta al Estado boliviano una parte de nuestro territorio para que Bolivia lo use como destino turístico. Aquí es necesario mencionar que el principal objetivo de los bolivianos era construir un puerto para realizar actividades comerciales y así exportar e importar materias primas al país andino; sin embargo, el contrato realizado prohibía esto y solo permitía realizar turismo en dicha zona. El Perú se beneficiaba con este tratado al quedarse con todo lo construido cuando se finalice este préstamo.
El territorio encargado a Bolivia se encuentra en Moquegua, en la provincia de Ilo. Tiene una extensión aproximada de 5 km. y en la actualidad se encuentra prácticamente olvidada. El país vecino no tiene como prioridad utilizar este territorio ya que requiere una alta inversión, además lo ven como poco conveniente ya que solo lo usarían como destino turístico y no como el puerto marítimo para el comercio que a ellos les gustaría realizar.
Entonces, por un lado, es inconstitucional regalar territorio nacional (el artículo número 44 de nuestra Constitución dice que es deber del Estado hacer respetar nuestra soberanía) y, por otro, la propuesta no tiene sentido debido al contexto explicado anteriormente.
Otra propuesta populista de un presidente populista.