Este fin de semana, el premio Nobel de Literatura peruano, Mario Vargas Llosa, hizo un llamado a votar por Keiko Fujimori (Fuerza Popular) en la segunda vuelta del 6 de junio, en la que enfrentará a Pedro Castillo (Perú Libre). La hija de Alberto Fujimori es ahora el mal menor, a diferencia de elecciones pasadas, cuando el escritor pedía a los electores no votar por la candidata de Fuerza Popular.
Para Vargas Llosa, las propuestas intervencionistas de Castillo, que amenaza con desactivar el TC, cerrar el Congreso, indultar a Antauro Humala, estatizar “sectores estratégicos” de la economía y regular medios de comunicación, tienen “todas las características de una sociedad comunista”.
«He combatido al fujimorismo de manera sistemática, como lo he hecho con todas las dictaduras de izquierda o de derecha, creo que en las elecciones que se vienen –las de la segunda vuelta–, los peruanos deben votar por Keiko Fujimori, pues representa el mal menor y hay, con ella en el poder, más posibilidades de salvar nuestra democracia, en tanto que con Pedro Castillo no veo ninguna«, escribió en un columna publicada en La República.
Este pronunciamiento de una de las figura históricas del antifujimorismo que vino con condiciones -como el compromiso a respetar la libertad de expresión y la democracia, y a no indultar a Vladimiro Montesinos- se dio además un día antes de la difusión de la primera encuesta de Ipsos para América para la segunda vuelta, en la que Pedro Castillo arranca con 42% de intención de voto frente al 31% de Keiko Fujimori. El estudio, por tanto, no recogió su impacto.
«Si Castillo (…) llega a tomar el poder en la segunda vuelta electoral, dentro de un par de meses, no volverá a haber elecciones limpias en el Perú, donde, en el futuro, aquellas serán una parodia, como las que organiza de tanto en tanto Nicolás Maduro en Venezuela para justificar su régimen impopular. Eso significará probablemente un golpe de Estado militar a corto plazo en el Perú, de militares derechistas, o izquierdistas a la manera “velasquista”, que, como ha ocurrido siempre en nuestra historia, retrocederá bárbaramente al país y lo empobrecerá mucho más de lo que está».
Mario Vargas Llosa
Pero, ¿cómo podría influir este apoyo?
Para el analista Juan Carlos Tafur, el respaldo de Vargas Llosa no será determinante, porque el sector en el que suele tener mayor influencia el Nobel peruano, que se ubica entre la derecha liberal y cierto centro progresista, ha sido «reducido a polvo en esta elección».
«Si uno suma a Guzmán, algo de Forsyth y algo menor de Mendoza, no llega ni al 4% de votos válidamente emitidos. Claro, en una elección ajustada puede influir, pero claramente ya no es el 15% o más del electorado, como era antaño», escribió en su columna de Sudaca, el portal que dirige, en la que recordó que este sector fue determinante en el triunfo de Toledo sobre García (2001), el de García contra Humala (2006), el Humala contra Keiko (2011) y el de PPK contra la Keiko (2016).
Jeffrey Radzinsky, director de grupo Fides, sostuvo en El Comercio que las declaraciones de Vargas Llosa generan titulares y tienen un impacto más bien en los medios y el debate público, pero de ahí a que generen «una persuación o una influencia en el voto creo que hay más distancia».
El politólogo Paolo Sosa consideró que el apoyo de Vargas Llosa llega cuando apenas la campaña electoral por la segunda vuelta está que calienta. “Puede ser contraproducente que se haya perdido el factor sorpresa en un momento clave y que le dé suficiente tiempo a Perú Libre de hacer una contracampaña”, apuntó.
A casi 50 días de la segunda vuelta, aún hay mucho trecho por recorrer, con un 27% de electores en promedio que todavía dice que votará nulo o que no sabe. Ahí está la batalla final.